Sorolla

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Sala Joaquín Sorolla
Museo de Bellas Artes de Valéncia (MuBAV)
Sant Pius V 9, València
Viernes 21 de julio de 2023

El Museo de Bellas Artes de València (MuBAV) ha presentado la nueva instalación museográfica de la sala de la colección permanente dedicada al pintor Joaquín Sorolla, el maestro indiscutible del luminismo valenciano, a pocos días de la conmemoración del centenario de su muerte, ocurrida el 10 de agosto de 1923.

La sala, ubicada en el edificio claustral del Museo, está conformada de manera exclusiva por 46 obras del artista, el mayor número de obras de Sorolla que hasta el momento se ha expuesto en la colección permanente de la pinacoteca, a la que se incorporan por primera vez las obras del pintor valenciano que formaban parte de la colección Lladró adquirida por la Generalitat el año pasado.

‘Luna en la playa’, de Joaquín Sorolla. Imagen cortesía del Museo de Bellas Artes de València (MuBAV).

De la colección de obras de Sorolla que conserva el Museo de Bellas Artes de València, formada por un total de 54 obras, lo que la convierte en la segunda colección pública más importante del pintor valenciano, tan solo permanecen almacenadas las obras que, por su especial soporte en papel, no pueden ser expuestas de forma permanente, así como aquellas que están en proceso de restauración o han sido cedidas en préstamo temporal para exposiciones, como es el caso de ‘Los abuelos de mis hijos’, obra realizada por Sorolla en 1905 y que en estos momentos se exhibe en la muestra ‘Sorolla en negro’ en la Fundación Bancaja.

Esta redefinición de la sala Sorolla ha venido motivada por la incorporación a la colección del Museo de Bellas Artes de València de la obra ‘Yo soy el pan de la vida’, la pintura de temática religiosa de mayores dimensiones (417 x 528,2 cm) que se conserva del maestro valenciano, que necesariamente debía instalarse en su actual emplazamiento por su excepcional tamaño.

El director del Museo de Bellas Artes de València, Pablo González Tornel, subrayó que “Joaquín Sorolla es el protagonista indiscutible de la pintura española del período de entresiglos” y que “merecía una sala dedicada a su formidable personalidad artística en el edificio Pérez Castiel, destinado a ser el gran referente en arte de los siglos XIX y XX”.

Pablo González Tornel, durante la presentación de la nueva sala permanente dedicada a Joaquín Sorolla. Imagen cortesía del Museo de Bellas Arte de València.

El director señaló igualmente que “la Sala Sorolla permite ver todos los géneros que trabajó el genio de la luz, desde el paisaje, al desnudo, el retrato o la pintura religiosa”. González Tornel recordó que “la Sala Sorolla permite recorrer la trayectoria del pintor desde su primer bodegón, pintado cuando era adolescente, hasta los retratos de madurez como el de Isabel Bru”.

Joaquín Sorolla Bastida (València, 27 de febrero de 1863 – Cercedilla, 10 de agosto de 1923) inició su educación artística en 1876 en las Escuelas de Artesanos. En 1878 ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, donde se formó en la tradición académica, aunque se considera que sus verdaderos maestros fueron Francisco Domingo Marqués y Gonzalo Salvá Simbor.

El año 1884 fue un punto de inflexión en la vida de Joaquín Sorolla. El pintor obtuvo la segunda medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes con ‘El Dos de Mayo’, y, además, una pensión de la Diputación de València.

‘Yo soy el pan de la vida’, de Joaquín Sorolla. Imagen cortesía del Museo de Bellas Artes de València (MuBAV).

En Roma y París, Sorolla entró en contacto con Francisco Domingo, los Benlliure y las corrientes internacionales vinculadas a la pintura realista, del natural y de carácter luminista, aquilatando, poco a poco, un estilo muy personal caracterizado por una destreza técnica excepcional que le permitió enfrentarse con solvencia a casi cualquier sujeto.

Desde la pintura de historia (‘El grito del Palleter’ o ‘El padre Jofré protegiendo a un loco’), a la temática religiosa (‘Yo soy el pan de la vida’), el retrato, la pintura costumbrista o el paisaje, Sorolla fue excelente en cada empresa pictórica que emprendió.

Desde 1892, Joaquín Sorolla participó en numerosas exposiciones internacionales celebradas en Múnich, París, Chicago, Berlín, Venecia y Viena, pero fue en 1900 cuando obtuvo el Grand Prix en la Exposición Universal de París y en 1901 la medalla de honor en la Exposición Nacional de Bellas Artes en Madrid.

A partir de este momento, su éxito resultó imparable y el maestro expuso en las principales capitales europeas y americanas. En 1911, Sorolla recibió de Archer Milton Huntington el encargo de pintar ‘Las provincias de España’ para la sede de la Hispanic Society of America en Nueva York. Sus últimos años fueron de trabajo incansable, dejando una inmensa obra llena de creatividad hasta su muerte en 1923.

Sorolla
Vista de la sala permanente dedicada a Joaquín Sorolla. Imagen cortesía del Museo de Bellas Artes de València.