‘Padre no hay más que uno 3’, de Santiago Segura
Con Santiago Segura, Toni Acosta, Loles León, Leo Harlem y Carlos Iglesias, Calma Segura y Sirena Segura, entre otros
99′, España | Bowfinger International Pictures,Atresmedia Cine,Sony Pictures Entertainment (SPE) y Amazon Prime Video, 2022
Festival cinematográfico Antonio Ferrandis
Ayuntamiento de Paterna y Cine Kinépolis (Valencia)

El festival cinematográfico Antonio Ferrandis, celebrado gracias a la participación del Ayuntamiento de Paterna y Cine Kinépolis (València), fue testigo del preestreno de ‘Padre no hay más que uno 3’, última parte de la saga iniciada por Santiago Segura en el verano de 2019.

De la mano del aclamado director, ganador de tres premios Goya, Segura narra la fantástica historia de la familia más querida del cine en España. Se trata de una comedia navideña donde los hijos, tomando las riendas de la peripecia que envuelve rutinariamente sus vidas, tendrán que ingeniárselas para conseguir una pieza del Belén perteneciente a la tan estimada colección de su padre. Al mismo tiempo, el padre de Marisa –protagonizado por Carlos Iglesias, en sustitución de Antonio Resines– desempeñará un papel muy importante tras su reciente separación.

Santiago Segura, comedia
Santiago Segura, durante el preestreno de la película. Foto: Fernando Ruiz.

Rodada en Madrid durante la Navidad de 2021 –con la producción de Bowfinger International Pictures y Atresmedia Cine, en colaboración con Sony Pictures International Productions y Prime Video–, la proyección del filme estuvo amparada por la presencia del propio director. Todo ello, manteniendo prácticamente el mismo reparto que las entregas anteriores, donde Toni Acosta, Martina D’Antiochia, Calma Segura, Luna Fulgencio, Carlos G. Morollón, Sirena Segura, Leo Harlem, Silvia Abril y Loles León siguen tomando las riendas del desarrollo de la historia.

Hemos sido partícipes de cómo en la primera parte de la saga se presenta a la familia y cómo se desempeña su dinámica, y en la segunda cómo se amplía con la llegada de la suegra, el perro José Luis y otra descendiente más. Partiendo de esa premisa, lo más atractivo de esta tercera entrega y que, a su vez, diferencia a las dos películas anteriores, es el crecimiento de las hijas y la instalación del abuelo como nuevo miembro en la casa familiar. Esa dinámica, junto a las travesuras y los conflictos que generan los niños suman puntos en cuanto a novedad posee esta saga.

Ante la estridencia de estilos que ha aplicado Santiago Segura como director en su repertorio cinematográfico a lo largo de estas tres últimas décadas, se evidencia una gran evolución al plasmar hoy en las pantallas un nuevo tipo de humor más simpático –y diferente al humor desgarrador y amarillo de películas como ‘Torrenteo ‘Evilio’–.

 Aparte de dirigirse a un público más amplio y familiar, han ido surgiendo nuevos objetivos en el cine para que ese estilo, ideas y proceso creativo cambiaran de manera tan radical, buscando con esta película lo que jamás antes se planteaba en sus primeras películas. Segura confesó que se tomó licencias y se inspiró en la dinámica y el comportamiento que extrapolan sus propias hijas para la ejecución de este filme, en la que, además de ser el director, es el protagonista irrebatible.

En este sentido, Segura va más allá y atestigua que siempre ha amado todo tipo de comedia: la comedia romántica, la comedia de terror y la comedia musical, entre la infinidad de comedias existentes. “Me encantaba el cine salvaje, gamberro y cínico que hacía con ‘Torrente. El reto máximo ha sido crear una comedia para todos los públicos y, en este caso, ha influido el hecho de ser padre. Con ‘Padre no hay más que uno 3 atrapé a un nuevo público, que era el infantil, y su éxito, como creador, ha sido de lo más estimulante”.

Un fotograma de ‘Padre no hay más que uno 3’. Imagen cortesía de Sony Pictures.

Bajo este paradigma, el mensaje que se pretende transmitir al espectador con esta saga se establece a través de la crítica enmascarada del arquetipo y el convencionalismo que supone la familia tradicional española. No es más que una comedia que pone en tela de juicio los roles que se asumen durante la paternidad y en la crianza de los hijos. Por esta razón, esta última película hace balance del éxito que han gozado las dos anteriores, y posiciona a la trilogía en un ranking de prestigio dentro del cine de comedia español.

“Se han de cuestionar los patrones de conducta anticuados. Es tarea y responsabilidad tanto de la figura maternal como de la paternal compartir equitativamente el cuidado y la educación de los niños”, ha aseverado con rotundidad Segura, quien proyecta en el papel de Javier el estereotipo del padre despreocupado de la crianza de sus hijos.

Dicho indicio se ensalza, de igual manera, al afirmar que su objetivo ha sido “exponer las deficiencias que presentan los esquemas familiares. A pesar de ello, el mensaje final de este filme es muy simple: la existencia generalizada de una familia donde suele prevalecer un padre torpe pero bienintencionado, y unos hijos que hacen gamberradas imperdonables. Al fin y al cabo, la argamasa que une a esta familia siempre será el cariño, puesto que cualquier tipo de familia siempre se ha de sustentar a través del amor”.

Entre toda la variedad de enclaves que hacen posible la materialización de la película, se deja patente lo gratificante que ha supuesto haber introducido a las hijas de Segura en las tres entregas que conforman esta saga. Calma Segura y Sirena Segura –impregnadas de un carisma inigualable entre el repertorio infantil de actrices emergentes españolas– ponen de manifiesto que su debut en el cine de comedia ha sido un éxito total. Se trata de una conexión paterno-filial donde el rol de padre y de director jamás se ha separado.

En suma, el director conquista a la audiencia ofreciendo en las pantallas lo que se propone. “Prometí que haría una película amable en la que uno se pudiera reír y se aislara de los males que están ocurriendo en el mundo con la pandemia, las guerras o el cambio climático. Es un tipo de cine sanador en la que puedes acabar con una sonrisa al terminar la película, y eso es un ungüento maravilloso”. Crear un cine para todos los públicos es una hazaña que uno debe librar para conseguir que guste.