Begoña Jordá.

MAKMAArte
‘De la Bauhaus a la Salomé’, de Begoña Jordá
Comisarias: Jimena González-del Rio Cogorno y Nereida Tarazona Belenguer
Museu Valencià de la Il·lustració i de la Modernitat (MuVIM)
Quevedo 10, València
Hasta el 16 de octubre de 2022

El Museu Valencià de la Il·lustració i de la Modernitat (MuVIM) apuesta por la experimentación formal en el diseño proponiendo ‘De la Bauhaus a la Salomé‘, un proyecto expositivo de la artista y docente Begoña Jordá –catedrática de la Universitat Politècnica de València (UPV)–, comisariado por Jimena González-del Rio Cogorno y Nereida Tarazona Belenguer, que trasciende en cuanto a experimentación artística se refiere y cuyo trayecto por la tipografía pueden recorrerse en el museo hasta el próximo 16 de octubre de 2022.

Esta nueva manera de concebir el diseño queda reflejada a través de una serie de 14 obras. En ellas, se ofrece una prominente visión de la morfología tipográfica apelando a la necesidad de establecer una revisión en el arte contemporáneo mediante una unión de sinergias. En este caso, el diseño y la tipografía se conciben como un medio de expresión en un ámbito del arte que revela un único designio: la posibilidad de establecer un vínculo con el espectador más allá de los umbrales de la comunicación escrita.

A la sazón de las circunstancias, este paisaje tipográfico pone en correlación distintas tipografías en un mismo marco pictórico. De esta manera, mientras la fuente de la Bauhaus –diseñada por Edgar Benguiat y Victor Caruso en 1975– mira hacia el futuro, la Eutopía –de Víctor Navarro– y la Salomé –del estudio Atipo presentada en 2013– muestran retazos del pasado. Asimismo, el cartel hace que el soporte sea el componente integrador que comparten todas las obras expuestas, pero en esta ocasión se integra dentro del marco museístico reconociéndose como una mera obra de arte.

Del mismo modo, “el nexo de unión de las obras está claro puesto que no se emplean artificios en ninguna de ellas. Se trabaja mediante los fundamentos básicos del diseño: composición, ritmo y espacio, utilizando siempre una misma gama cromática”, asevera Begoña Jordá.

Para este proyecto, “se ha partido de unos bocetos realizados a mano para, posteriormente, trasladarlos a un programa vectorial. En diversas ocasiones, son las propias letras las que evocan el paisaje por medio de sus remates y sus intersecciones, teniendo siempre en cuenta sus diferentes modulaciones y estilos de trazos. La interacción de estos elementos tipográficos, crean espacios vacíos o saturados, equilibrados o inestables, oscuros o coloridos, de tal modo que mi obra supone un lenguaje conformado por imágenes muy diversas”, afirma la artista.

Este proceso, en definitiva, no es más que una manera de materializar un nuevo tipo de paisaje tipográfico mediante un proceso creativo alejado de todo convencionalismo pictórico, y que busca, ante todo, establecer un diálogo con una realidad y unos nuevos tiempos en los que es preciso mantener una constante revolución en el campo del diseño.

Jordá ha asentado una significativa concepción de la grafía como un arte capaz de generar espacios con cierta figuración en sus formas, remitiendo siempre a la naturaleza al integrar diversos tipos de letra en composiciones equilibradas. Así pues, “en obras como ‘Amanecer’, aunque la composición no lo refleje de forma figurativa, recuerda a dicho paisaje puesto que somos capaces de identificar el sol saliente, aun no siendo redondo”.

Dicha pieza, en esencia, se reduce a ser un vinilo mate impreso que deja entrever los entresijos de lo que podría designar dicho entorno, pero simplificado y abstraído a meros fragmentos de caracteres tipográficos en posiciones alternadas e invertidas como una forma de interactuar con el espacio.

Imagen general de la exposición. Foto: Daniel Gramage.

En esta ocasión, la lectura tradicional se relega en un segundo plano para anteponer la visualidad de unos caracteres tipográficos que parten de una premisa y proceso creativo desacostumbrado de apreciar en el arte. Composiciones inusuales y una paleta de color estridente, junto a una figuración y una abstracción salida de sus propios límites que, en suma, no son más que una dicotomía de elementos capaces de comunicar un mensaje muy revelador.

Teniendo en cuenta que esta exposición artística se sale de los patrones temáticos convencionales, Jordà atestigua que “se pretende acercar el diseño al público en general. La intención es que todas las personas que acudan al MuVIM puedan disfrutar contemplando unas obras en las que, utilizando estas tres tipografías, se muestre la interacción de la letra con el espacio mediante diversos remates tipográficos, con diferentes modulaciones y estilos de trazo y unos paisajes imaginarios, distintos que los que estamos acostumbrados a percibir a nuestro alrededor. Diseñar cualquier obra supone disfrutar mientras se está creando”.

En cuanto al imaginario artístico e iconográfico tan atractivo y personal de su estética, hace uso de una tipografía muy diferente a la de la propia gramática decantándose por una de tipo creativa. En palabras de la artífice, “las letras abandonan su función meramente lingüística para convertirse en un recurso artístico. Concretamente, la tipografía creativa se basa en la consideración de las letras como composiciones conformadas por rectángulos, círculos y formas irregulares. Es precisamente con estos elementos con los que creo distintos paisajes”.

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Bajo este paradigma, lo que Begoña Jordá aporta nuevo a la historia del arte y la distingue de otros artistas es su proceso creativo. Por ello, según matiza, es necesario ser conocedores de que “grandes maestros de la historia del arte, tales como Paul Gauguin, con su paleta de colores tan característica; Willem de Kooning, quien tomaba elementos del cubismo, surrealismo y expresionismo; o Adrian Frutiger, creador de una de las tipografías que más me ha inspirado, la Univers, son las principales fuentes de inspiración que impregnan mis obras”.

Se establecen, pues, juegos compositivos y de percepción humana a través de la profundidad y la manipulación técnica en el propio formato y en la bidimensionalidad del cartel. Se trata de un punto de vista que genera un nuevo tipo de lenguaje en el campo del diseño gracias a la pericia técnica denotada en el estilo de la artista.

Por todo ello, estas piezas nos hacen partícipes de la evolución creativa y la trayectoria artística de Jordá, de la búsqueda y el asentamiento de un estilo definitivo, y de la ruptura que supone transgredir los patrones convencionales al apostar por el progreso en el diseño. Las bases de este tipo de práctica, en esta ocasión, evolucionan hacia caminos inhóspitos y poco explorados en la historia del arte, atisbándose una nueva posibilidad de crear arte a partir del fundamento tipográfico y del diseño gráfico.

En esencia, las nuevas maneras de mirar que originariamente se muestran inadvertidas, siempre acaban volviendo a nosotros, si bien no siempre de la manera que esperamos, puesto que, viviendo en unos tiempos donde la comunicación escrita parece desvanecerse, el arte es capaz de acoger cualquier tipo de acción humana y enaltecerlo paradigmáticamente.

Begoña Jordá.
La artista y catedrática de la UPV Begoña Jordá. Foto: Daniel Gramage.