Las Nubes. Paco Mir

#MAKMAEscena
Las Nubes‘, de Aristófanes
Adaptación y dirección: Paco Mir
Intérpretes: Pepe Viyuela, Mariano Peña, Cristina Almazán, Manuel Monteagudo, Moncho Sánchez-Diezma, Samuel Viyuela, Paqui Montoya y Amparo Marín
Coproducción: Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida e Hiperbólicas Producciones
40 Sagunt a Escena
Teatro Romano de Sagunto
Sábado 19 de agosto de 2023 a las 22:30

«Hay que vivir con la cabeza en las nubes para tener sueños e ideas, y con los pies en la tierra para hacerlos realidad». Una de las máximas vitales de Paco Mir, tercer vértice de un triángulo sobre dos ruedas –Tricicle, un inolvidable triunvirato del humor–, que viene como anillo al dedo para presentar su último proyecto: la adaptación y dirección de la obra ‘Las Nubes’, de Aristófanes, estrenada el pasado mes de julio en el Festival de Teatro Clásico de Mérida que estará el sábado en el Teatro Romano dentro de la programación de Sagunt a Escena.

«Como iba a estrenarse en el Festival de Mérida, la obra debía de ser un clásico y, además, inédito en su programación», explica Paco Mir. «Las opciones eran bastante limitadas en comedia pero me enamoré de ‘Las Nubes’, porque deja patente que el humor siempre es el mismo en todas las épocas, aunque varíe la forma de expresarlo. También porque contiene muchos conflictos, generacionales y de otro tipo, y sin conflictos no hay humor».

Un texto escrito hace la friolera de dos mil cuatrocientos años (en el 423 a. C.) exigía, lógicamente, una laboriosa adaptación. «Había que adaptar el lenguaje para que se entendiera fácilmente y el público no se durmiera en las butacas. He deconstruido el texto original para volver a construirlo actualizado y he incorporado personajes femeninos. Además, incluyo una subtrama sobre la inauguración del Teatro Romano de Mérida».

Así, utilizando la técnica del metateatro –teatro dentro del teatro–, esta versión de Mir sitúa al espectador en el año 15 a. C., pocos días antes de la inauguración del teatro romano de Augusta Emérita. El gerente del coliseo intenta convencer a la empresaria de las ventajas de haber edificado un teatro para seis mil personas, en lugar de las mil previstas, y de lo tremendamente rompedor que será inaugurar un teatro romano con una obra griega. Un planteamiento que permite ironizar sobre una profesión en la que las cosas no han cambiado mucho en los últimos siglos.

El texto de Aristófanes revisitado por Mir se nutre de divertidos anacronismos y combina la trama original griega con la romana. El resultado «tiene mucha relación con el mundo del teatro de toda la vida, porque los problemas de la gente que intenta vivir de él siguen siendo los mismos por mucho que hayan pasado veinticuatro siglos».

Pese a los inevitables cambios formales en esta versión desenfadada y algo gamberra, los temas centrales de la comedia clásica se mantienen íntegros, pues carecen de fecha de caducidad: los agobios de algunos padres para satisfacer los caprichos de sus retoños y la crítica a la palabrería hueca y falaz para manipular al próximo y tergiversar los hechos. Ambos, asuntos en plena vigencia.

«Aristófanes era de mentalidad conservadora y en esta pieza arremete contra los sofistas que, según él, corrompían a la juventud, encarnados en la figura de Sócrates –para nosotros, un gran filósofo y hombre sabio, pero para él, paradigma del charlatán–. No es el único que critica en su obra. El humor de entonces era todavía mucho más cruel y corrosivo que el contemporáneo, y arremete con otros personajes a los que cita con sus propios nombres, aunque eso no está incluido en el montaje porque hubiera sido muy complicado hacerlo comprensible al espectador».

Una de los alicientes de ‘Las Nubes’ es ver juntos en acción a Pepe Viyuela y a su hijo Samuel, que encarna al despilfarrador Hipocomiso, adicto a los caballos. Su padre en la vida real lo es también en la ficción: Estrepsíades, el sinvergüenza que va camino de la ruina por culpa de las deudas del holgazán de su hijo. Agobiado por sus acreedores, decide apuntarse en la escuela de Sócrates para aprender retórica, un arte con el que pretende convencerles de que las cosas no son como parecen y que, en realidad, no les debe nada.

Ante su incapacidad para los estudios, obliga a su hijo a tomar clases de retórica y este aprende tan bien y tan rápido que le hará la vida imposible. «’Las nubes’ es una crítica contra la tiranía de los hijos y contra todos aquellos pedantes que quieren hacernos comulgar con ruedas de molino, que, en esta obra, están representados por Sócrates y Querefonte, dos enemigos íntimos del propio Aristófanes».

A Paco Mir se le puede acusar de intentar matar de risa al personal con el agravante de hacerlo en absoluto silencio, sin una sola palabra, pero nunca se le podría tildar de holgazán. Haciendo honor a su diminutivo juvenil, Currito y Currito de oro, ha currado como un jabato de las artes escénicas. Aunque iba para estudiante de Bellas Artes y dibujante de cómics, tropezó casualmente con el teatro y ahí se quedó.

«Tras patear escenarios de todo el mundo durante casi cuarenta años, de crear ocho obras con Tricicle, de escribir un montón, de ganar dos premios Max, de producir varias series de televisión, de crear campañas de publicidad y de adaptar y dirigir (con un cierto éxito) más de cincuenta títulos de teatro, zarzuela y ópera, aún tengo la sensación de que estoy en el mundillo del espectáculo por casualidad. Por si las moscas, nunca he dejado de dibujar».

Y antes del adiós, un hasta luego, pues otro de sus últimos trabajos también en clave de metateatro, su adaptación de ‘El perro del hortelano’, de Lope de Vega –montaje estrenado en 2022–, se verá próximamente en el Teatro Olympia de València.