Loving (Milosc), de Slawomir Fabicki
Premio Luna de Valencia al Mejor Largometraje
Festival Internacional de Cine de Valencia Cinema Jove
Del 21 al 28 de junio de 2013
MAKMA anticipó sus favoritas y acertó: el jurado del Festival Internacional de Cine de Valencia Cinema Jove, integrado por Fernando Méndez-Leite, Viktor Oszkár Nagy y Jan Schomburg, concedió el Premio Luna de Valencia al mejor largometraje a la película polaca Loving, de Slawomir Fabicki. Y lo hizo por las siguientes razones, que desglosó Méndez-Leite: «Hemos valorado su riqueza, complejidad y rigor narrativo». El premio se otorgó por unanimidad. «Es una película sencilla, pero con unos personajes muy bien definidos y que sugiere muchas cosas con pequeños detalles», subrayó Méndez-Leite, quien continuó diciendo: «La película está my dominada, controlada por su director, y muy sugerente».
El palmarés de la 28ª edición de Cinema Jove quedó así. Luna de Valencia al Mejor Cortometraje: Oh Willy (Bélgica, Francia), de Emma De Swaef y Marc Roels. Premio Especial del Jurado de Cortometraje: Le premier pas (Francia), de Jonathan Comnène. Premio Pecera Estudio al cortometraje español con mejor sonido: Terapia (España), de Beatriu Vallès. Premio Canal+ al mejor cortometraje: Meu amigo Nietzsche (Brasil), de Fáuston da Silva. Premio Grupo Pasarela Audiovisual al mejor director de cortometraje de producción valenciana: Lucas (España), de Álex Montoya. Menciones especiales del jurado: Les rites (Francia), de Matthieu Taponier, y Die ruhe bleibt (Alemania, Francia), de Stefan Kriekhaus. Premio Proyecto Corto Canal+ Pecera Estudio, Safari, de la productora Dynamite Films S.L., escrito y dirigido por Gerardo Herrero. Además del ya citado Premio Luna de Valencia Mejor Largometraje, Loving / Milosc (Polonia), de Slawomir Fabicki.
De esta última película, MAKMA escribió lo siguiente, tras su pase el miércoles día 26 en la Sala Berlanga del IVAC-La Filmoteca.
Un pájaro muere estrellado contra la ventana de un largo pasillo, en el comienzo de Loving. Una luz al final de otro largo pasillo cierra la película del director polaco Slawomir Fabicki. El primer pasillo se corresponde con el interior de un edificio sospechosamente marcado por la ambición y cierta infidelidad. El segundo, por contra, es la prolongación de un recinto sagrado. Los protagonistas de la película, María (Julia Kijowska) y Tomek (Marcin Dorocinski), deberán realizar el vía crucis que va de ese angustioso primer pasillo al redentor espacio final.
Loving está teñida de honda amargura salpicada de violencia, celos, dolor, frío ajuste de cuentas, nacimiento y muerte. María, tras los continuos escarceos de Adam, alcalde local, termina siendo violada por éste en un instante de arrebato. Este suceso marcará un antes y un después en la relación de pareja de María y Tomek, cuando están a punto de esperar un hijo. Cuando éste nazca, se sucederán las sospechas y desencuentros entre ellos, provocando una crisis sentimental que parece llevarles de cabeza al abismo.
Fabicki, igual que sucediera en Circles, del serbio Srdan Golubovic, muestra el trayecto de unos seres marcados por un triste suceso. La cámara se detiene, incluso se recrea, en cada uno de los detalles que revela el trágico pasado. Todo parece empeñado en obstruir las vías de encuentro, dado el odio del que se alimenta tanto dolor. Tomek, cuando María le cuente la verdad de lo sucedido, entrará en una espiral de sospechas que le llevará al alejamiento progresivo de su esposa. Y ésta, dolida por la reacción “patética” (así se lo dice) de su marido, verá cómo la soledad se convierte en su único abrigo.
El director polaco se pega a la pareja protagonista para extraer de sus rostros, gota a gota, toda la amargura posible. El destilado, sin embargo, es conmovedor y en ningún caso decepcionante. Porque a los decepcionados protagonistas les queda siempre, como un débil pero resistente hilo al que se agarran, el amor que sobrevive a pesar de los pesares. Fabicki pone su cámara al servicio de ese amor envenenado, pero lejos de caer en la tentación del escepticismo posmoderno, lo que hace es construir el relato que sirve de antídoto al descrédito amoroso.
Loving es una película que avanza lentamente, como si Fabicki tuviera especial cuidado en filmar un amor que parece hundirse, pero que siempre sale a flote. Los pesados, amargos contratiempos, son como vías de agua, en ocasiones turbulentas, amenazando la frágil estabilidad de pareja. Slawomir Fabicki subraya en todo momento los detalles de ese naufragio sentimental, para terminar construyendo un relato en torno al amor en tiempos de crisis. Una amarga, pero bendita (ya lo sabrán cuando vean el final de la película) experiencia cinematográfica. Una película, junto a Circles, en la nómina de candidatas al mejor largometraje del 28 Festival Internacional de Cine de Valencia Cinema Jove.
Salva Torres
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