El diario alemán Costa Blanca Nachrichten se ha interesado por la opinión de AVVAC sobre el reciente nombramiento del nuevo director del IVAM. Ignacio París, presidente de AVVAC de 2009 a 2012, responde:

La elección de un nuevo director implica también una nueva etapa para el IVAM. ¿Cuáles son los retos más importantes con los que tiene que enfrentarse el sucesor de Consuelo Císcar?

Aunque el periodo Consuelo Ciscar ha sido nefasto, el declive del IVAM se inicia antes; bajo la dirección de Cosme de Barañano, y tiene como punto de inflexión el cierre de la segunda sede del IVAM –el Centre del Carme– un espacio singular que se había demostrado extraordinariamente fecundo y sugerente para los artistas y proyectos que allí se desarrollaron. Este cierre rompió la articulación del museo en dos espacios, uno dedicado fundamentalmente al arte moderno y el otro al contemporáneo, una estrategia que se había mostrado eficaz. Pero volviendo de manera más precisa a tu pregunta; en la recuperación del prestigio del IVAM los retos que debe afrontar se desarrollan en varios frentes: En el ámbito estricto de la gestión política y administrativa son necesarias la transparencia contable y la plena autonomía profesional desarrollándola al margen de la mercadotecnia de los partidos políticos. Por otra parte la recuperación del prestigio intelectual de este espacio debe estar basado tanto en el rigor y profundidad curatorial de los proyectos expositivos que se lleven a cabo como en el desarrollo de actividades culturales que piensen y debatan críticamente el arte, el sentido del museo y el hecho expositivo. Se trata de convertir el museo en un espacio de comunicación, pero también de investigación debate y pensamiento. Por último pero no menos importante es tanto repensar la formas de diálogo, participación e integración con la ciudad, el barrio y el sector profesional local como establecer una red de colaboraciones con otros espacios, nacionales y foráneos que posibilite el intercambio de producciones y proyectos y la optimización de recursos.

¿José Miguel García Cortés tiene la experiencia necesaria para afrontarse a estos retos?

Hay que dar un margen de tiempo y dejar trabajar al nuevo director. Pero en cualquier caso y viendo su trayectoria parece carecer de experiencia internacional y su perfil especialmente los últimos años es más es el de un docente y teórico, que puntualmente ha llevado a cabo algunos proyectos expositivos, que el de un comisario independiente o el director de un espacio expositivo.

¿Ha valido la pena elegir el nuevo director a través un concurso internacional? ¿O los resultados, para el sector del arte, son más bien una decepción?

Es innegable que la convocatoria de un concurso es importante y supone los reconocimientos primero de que es urgente avanzar en los usos democráticos en el ámbito de la gestión cultural y segundo que la gestión anterior era inadecuada en sus formas. Sin embargo, desde el punto de vista de AVVAC, el proceso ha estado plagado de irregularidades y no ha tenido ni la transparencia exigible ni funcionamiento deseable –algo que ya denunciamos en su momento criticando la composición del jurado– y que se ha agravado con la ausencia inexplicada de alguno de los que inicialmente fueron nombrados. Por otra parte sabemos que la convocatoria de un concurso no es por si misma una garantía de democracia si en la intención política está instrumentalizar y pervertir el proceso. Parece que solo había una intención de maquillaje democrático y no de regeneración. No era mucho mas que una operación de propaganda. Teniendo en cuenta que la reclamación sectorial de “buenas prácticas” se remonta a principios de 2007, haber conseguido que en 2014 se convoque por primera vez un concurso público para la dirección de un museo en la Comunidad Valenciana y que el proceso sea decepcionante, podría, con optimismo, calificarse de una victoria pírrica. Por otra parte tan necesario como el concurso es la constitución de un consejo rector o un patronato independientes, ya que estos organismos pueden condicionar la gestión del director convirtiendo el concurso en una mera formalidad.

Hay quién dice que García Cortés ha sido un protegido de Císcar. ¿Hubiese sido mejor un director que no haya tenido ninguna relación con el IVAM hasta ahora?

De hecho es Císcar quien lo nombra director del Espai d’Art Contemporani de Castelló (EACC). Y desde luego hubiera sido necesario que se nombrara a alguien sin ninguna vinculación con Císcar o la última etapa del IVAM, y Cortés en su trayectoria profesional parece íntimamente vinculado a un pasado y a unas formas de actuar que exigen una regeneración. Ahora lo que debemos exigir es que quien esté al frente del museo afronte el inmediato, o progresivo, desmontaje del entramado de intereses económicos y personales que ha empobrecido intelectual y económicamente al IVAM durante la etapa Císcar

Con un presupuesto tan a la baja, ¿es posible recuperar el prestigio que el museo tenía antes?

Creemos que sí. Aunque sea complicado, no se trata tanto de disponer de mucho dinero como de una gestión eficaz e inteligente. Probablemente sea imposible realizar espectaculares exposiciones de arte moderno, pero la contemporaneidad si se puede explorar con un presupuesto menor. El gran problema es la inflación de una plantilla cuyos meritos en muchos casos es discutible y que hipoteca presupuestariamente el desarrollo de actividades, que es lo que da sentido a la institución. En cualquier caso creemos que si se aspira a tener un museo de calidad, la financiación pública no puede continuar recortándose y que si la institución vuelve a gestionarse profesionalmente y de modo transparente el apoyo público (estatal, regional y local) debería irse incrementando.

La colección del IVAM está considerada bastante fuerte. ¿Se podría aprovechar más estos recursos propios?

Una irreflexiva política de donaciones ha deteriorado en los últimos años considerablemente la colección, aumentándola excesivamente en volumen pero no en calidad y haciéndole perder sentido (con el problema presupuestario y dotacional que esto conlleva). Sin embargo es cierto que en épocas anteriores se construyó, además de manera económica, una colección interesante y plena de sentido que debe ser un recurso importante para el IVAM. Sin embargo desde AVVAC queremos advertir contra la idea de las relecturas constantes de las colecciones como mantenimiento de la actividad de los museos en tiempos de crisis por la renuncia que esto supone al impulso a la producción y creación contemporánea que en España tanto depende de las instituciones.

Comparado con museos como el Reina Sofía o el Macba, el sueldo del nuevo director del IVAM va a ser bastante más bajo. Con estas condiciones, el IVAM seguirá jugando un papel menor en el panorama museístico de España, ¿no?

Comparado con la precaria situación de los artistas en España, el sueldo de director del IVAM no es bajo. Uno de los problemas menos abordado en los debates sobre la gestión del arte en este país es la excesiva relevancia que tiende a atribuirse a los directores. Una verticalidad estructural que no favorece el diálogo y el trabajo en equipo. Un buen museo debe ser fruto también de la colaboración y la convivencia de voces y criterios del trabajo conjunto de los equipos que lo componen y de los profesionales que eventualmente intervienen. En cualquier caso el interés de un museo no es directamente proporcional al sueldo de su director. En el mismo IVAM se pudo comprobar con el desmedido sueldo de Barañano y la progresiva pérdida de interés del museo.

A Consuelo Císcar se le ha reprochado, entre otras cosas, que el IVAM haya estado ligado demasiado a la política. ¿Cómo se puede evitar tal situación, dado que el museo depende del dinero de la Generalitat?

En una sociedad realmente democrática es precisamente la financiación pública la que debe ser garantía de independencia, ya que es el dinero de todos y ese dinero debe de ser el que posibilite la diversidad de acción, pensamiento y crítica. Esto es algo que a veces no entiende el poder político, que tiende a excederse en sus atribuciones. Así que depende en primera instancia de la independencia y capacidad de negociación de los responsables del museo el poder mantener la independencia. En segundo lugar el sector profesional y la sociedad civil tendrán que reclamar la participación en los órganos de gobierno de los museos como garantía de diversidad y servicio público.

¿Qué haría falta cambiar para que el IVAM fuese un foro de intercambio y una referencia también para los artistas de la región?

Eso depende de la voluntad del actual director, de su concepto de museo, del interés en proyectar una mirada sobre el presente e insertarse en la realidad cultural mas cercana con la creación de un espacio dinámico de debate investigación y pensamiento, donde los criterios de excelencia se basen tanto en la colaboración con el exterior como en el impulso y fortalecimiento del tejido creativo local. O de si por el contrario el proyecto que ha presentado es el de un “museo espectáculo”.

El grupo parlamentario EUPV ha pedido una auditoría especial sobre la gestión del IVAM durante los tiempos de Císcar. ¿Cómo se podría mejorar la transparencia en cuanto a la gestión del museo?

Hoy por hoy depende de la conciencia democrática de políticos y gestores, pero como dijimos antes para profundizar en un proceso de gestión transparente es fundamental que en el organigrama de cualquier museo existan organismos independientes y de composición plural con capacidad para conocer cuentas y presupuestos, aprobar adquisiciones y donaciones, etc.

POR UN NUEVO IVAM