Bestreta

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Agencia valenciana Bestreta
Catering y producción
Amparo Oltra

Los seres humanos podemos prescindir de muchas cosas y limitarnos a un mínimo de supervivencia, bien sea por necesidad impuesta o por voluntad propia. Pero nos cuesta renunciar a las buenas historias, sobre todo cuando nos las cuentan con imágenes en movimiento.

La seriefilia que caracteriza nuestra época no es nada nuevo. El invento de los hermanos Lumière cautivó al público desde sus orígenes, aunque algunos le auguraron escaso futuro. En la València de los años 60, con alrededor de 500.000 habitantes, existían 70 salas de cine con un total de 50.000 butacas. En los 70, la llegada primero del vídeo y luego del DVD cambió por completo el panorama, y hoy el streaming va que vuela con dragones, reyes y elfos a porrillo. Los buenos relatos es lo que importa, no el soporte en el que vayan embalados.

Lo que sí supuso un cambio importante es que, además de consumir películas, València empezó a producirlas desde finales del pasado siglo. A principios de los 90 hubo una rica cosecha audiovisual y, posteriormente, pese a la pifia de la Ciudad de la Luz de Alicante, la actividad de la fábrica de sueños ha ido creciendo. Hoy día, que se ruede un filme, una serie o un anuncio en nuestras calles o playas ya no es noticia; una buena noticia.

Amparo Oltra, responsable de Bestreta. Imagen cortesía del autor.

De esta realidad ha surgido Bestreta, agencia de casting y producción creada hace cuatro años por Amparo Oltra, en la que hay registrados entre nueve y 11.000 actores, actrices y figurantes de toda España, la mayoría residentes en València.

“Estudié Arte Dramático y Verso durante cinco años, pero las circunstancias de la vida me llevaron al mundo del casting, y aquí estoy”, dice Oltra. “Tras el parón de la pandemia se han reemprendido muchos proyectos y estamos hasta arriba de trabajo. Es un oficio duro, con desplazamientos constantes y horarios fuertes, pero estoy muy satisfecha del apoyo que nos ofrece la Generalitat y la Filme Office”.

En los últimos meses, Bestreta -que significa ‘anticipo’, en catalán- ha participado en los rodajes de la serie de Atresmedia, ‘La Ruta’, y un filme de la productora Proyecta de Castellón dirigido por Moisés Romera, ‘Tú no eres yo’. También en la serie de Netflix ‘Kaos’ y en tres proyectos publicitarios.

Figurantes de la película ‘Llenos de gracia’, de Roberto Bueso. Imagen cortesía de Bestreta.

Anteriormente, en títulos ya en pantalla: ‘Llenos de gracia‘, de Roberto Bueso, con Carmen Machi en el papel de monja; ‘El Agua’, ópera prima de Elena López Riera, un drama de realismo mágico; y ‘Federica Montseny, la dona que parla’, de Laura Mañá, que recrea la vida de la primera ministra de un gobierno español, lo fue de Sanidad durante la guerra civil y líder anarquista.

De las miles de personas registradas en la agencia como figurantes, la mayoría son jóvenes entre 16 y 23 años. De edad intermedia son en más escasos, aunque hay más actores y actrices en esa franja, y otra vez crece el número de quienes aspiran a figurantes a partir de los 60.

“Uno de los mayores retos que hemos tenido recientemente fue reunir a un grupo de personas mayores que debían aparecer desnudas en una escena”, cuenta Oltra. “Necesitaban 20 hombres y mujeres, pero teníamos que encontrar más del doble para hacer el casting. Nos las vimos moradas, pero las conseguimos”.

A diferencia del mundo de los modelos, en el que la belleza es crucial, en la figuración casi cualquier persona vale, “aunque hay que tener algo”, subraya Oltra. No se trata de responder a un perfil determinado, sino de ajustarse a lo que ha imaginado el guionista. Para escenas en las que aparece mucha gente, se impone el street casting, que no exige formación teatral. En ocasiones, son los ayudantes del director quienes hacen una criba in situ de los figurantes propuestos con el fin de ajustar el resultado.

Figurantes en el rodaje de ‘Federica Montseny, la dona que parla’, de Laura Mañá. Imagen cortesía de Bestreta.

Para el otoño, Bestreta preparan tres rodajes: ‘Casos reales’, para À Punt, y dos películas: ‘La Casa’ y ‘El Llanto’. Además de su hermana Patricia, Amparo Oltra cuenta con la ayuda de equipos adecuados a cada proyecto y jóvenes en prácticas de audiovisual y administración.

Lucrecia Hoyos, profesora de Filosofía jubilada, es una de las figurantes inscritas en Bestreta que supera los 70 años. Una mujer proactiva que ha escrito libros de relatos y realiza talleres de escritura en La Nau Gran y este otoño en l’Eliana y San Marcelí, además de ser feliz abuela de una preciosa bebé llamada Rebeca.

“Me enteré de que buscaban gente de mi edad y me apunté a Bestreta, supongo que por la necesidad de seguir activa en cosas que me interesan, como es el mundo del cine”, dice Hoyos. “También para dar salida a un deseo oculto desde niña de ser actriz”.

Ha participado en ‘La Ruta’, la serie sobre la ruta del bacalao en la que hacía de coja, llevaba un bastón, y simulaba estar con otras personas mayores en un bingo de Benidorm. También en ‘Kaos’, una producción británica para Netflix, protagonizada por Jeff Goldblum en el papel de Zeus, que se rodó en las aulas de Cheste donde se reprodujo una especie de inframundo.

“Lo mejor de estas experiencias fue conocer lo que hay detrás de las películas que vemos, la labor minuciosa y esforzada de tanta gente que luego no se percibe. También conocer a personas con las mismas inquietudes. Lo peor, las muchas horas que se pasan rodando la misma escena, pero eso lo notas al día siguiente; mientras estás allí el tiempo pasa rápido”.

A Hoyos le encantaría seguir en esto unos cuantos años, “mientras el cuerpo aguante y me sigan llamando”, y aunque no sueña con ser actriz profesional, “creo que he llegado un poco tarde”, el gusanillo de la interpretación le ha llevado a apuntarse a la nueva escuela de teatro Jana.

En el rodaje de ‘El agua’, de Elena López Riera. Imagen cortesía de Bestreta.

Miguel Alventosa tiene 34 años y es profesor. Se inició en la la figuración muy joven como bailarín en un videoclip de un grupo de música. Su experiencia le permite hacer figuración especial, que significa aparecer más destacado en la escena. También hay quien hace de doble y tienen mayores posibilidades y mayor remuneración si dominan la conducción de riesgo, la esgrima o la equitación. Aunque para él solo es un hobby, disfruta mucho. “Me encanta ver cómo funciona un rodaje por dentro, el trabajo de los actores y actrices, aunque a veces se hagan pesadas las horas de espera. He visto escenas que costaban hasta doce horas”.

La magia del séptimo arte ya no es un lujo reservado a los ahijados de Talía. Cualquier persona con buena disposición de ánimo y un poco de buena suerte puede ser estrella de cine por unas horas y descubrir cómo se mueven los hilos en esta fascinante tramoya.

Lucrecia Hoyos, en una prueba de vestuario. Imagen cortesía de Bestreta.