Matisse
‘Matisse, como una novela’ (‘Matisse, comme un roman’)
Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou
Place Georges-Pompidou 75004, París (Francia)
Hasta el 22 de febrero de 2021

El célebre pintor de ‘La danza’ y ‘La alegría de vivir’ llega al Centro Pompidou como arma contra la escala de grises que nublan la capital francesa. La exposición ‘Matisse, como una novela‘ eleva los trabajos que el vanguardista ideó para el mundo editorial.

Cuando Henri Matisse (1869-1954) terminaba un cuadro, solía decir que “el libro estaba acabado”, una sentencia algo extraña para un pintor. Pero él, quizás, comprendía la fina e invisible línea creativa entre palabra y dibujo: de ambos se nutría y a ambos exploraba. Es esta conexión lírico-plástica del maestro del fauvismo la que ha inspirado a André Valeire, curadora de arte del Centro Pompidou al concebir ‘Matisse, como una novela’. Valerie quiere corroborar así su teoría de que el pintor en realidad fue uno de los primeros diseñadores gráficos.

La exposición, que se encuentra programada hasta el 21 de febrero de 2021 (actualmente, el museo permanece cerrado debido al estado de emergencia decretado por el Gobierno francés), gira en torno a los propios escritos del artista y sus llamativas incursiones en el mundo editorial. Con más de 230 obras pictóricas y 70 documentos, es la mayor muestra del creador de los últimos años, desde su centenario en el Grand Palais. Una selección que revela el lado más crítico, irónico e intelectual y que invita a releer su obra. Está claro que Francia no podía dejar de celebrar el 150 aniversario del pintor Henri Matisse y recordar su vertiente literaria es la mejor excusa para comisariar esta muestra en el museo parisino.

Valeire ha concebido el recorrido como un libro: nueve capítulos que nos van guiando mediante frases del artista en estos pasillos novelados que siguen como modelo el título de Louis Aragon: ‘Henri Matisse, roman’ (1971). Un pretexto para revelar un gran número de trabajos editoriales del artista: desde los poemas de Stéphane Mallarmé hasta la revista de parisina modernista Verve, para la que creó varios diseños de portada, y, por supuesto, el famoso libro ‘Jazz’, diseñado con los recortes de papel, chinchetas, alfileres y pegamento. A la colección se suman algunas de sus obras emblema –’La siesta’ (1905)–, desde sus inicios hasta su consagración.

‘Henri Matisse, roman’, de Louis Aragon (1971). Fotogafía cortesía del Centro Pompidou.

El impresionismo es el periódico del alma” (Henri Matisse)

Diagnosticado con cáncer abdominal en 1941, Matisse fue sometido a una cirugía que lo dejó atado a silla y cama. La pintura y la escultura se convirtieron en verdaderos desafíos físicos. Así, encontró en este medio una medicina cuando su mala salud le impedía pintar. Utilizaba tijeras y papel para trazar composiciones ilustradas. Encontró que los recortes eran un plano útil para delinear su trabajo en otros medios; le permitían fijar y posicionar colores y formas sin las presiones de la permanencia. Durante años, Matisse perfeccionó esta técnica silenciosamente y empezó a explorarla más seriamente como una forma de arte independiente a su obra.

El éxito de los recortes de Matisse fue inesperado. Eran únicos, radicales y buscaban reducir las formas y los colores a lo esencial. Desafiaban por su simplicidad y eran, como todo en él, una celebración de la belleza. Verdier dice haber logrado que sea el propio Matisse quien explique su obra, con fragmentos, extractos y citas que compartió con periodistas y escritores como Jean Clay o Clement Greenberg y a través de su autobiografía: ‘Notas de un pintor’, que ocupa un lugar simbólico en el recorrido.

Henri Matisse es considerado el mayor colorista del siglo XX. Rechazó el cubismo y buscó, en su lugar, el color como base para pinturas; unas pinturas expresivas que le evadían y sanaban de sus propios tumultos. Quiso crear “una influencia calmante y tranquilizadora en la mente, más bien como un buen sillón”. Hoy, su contribución al arte del collage, que comenzó como algo anecdótico para él, está valorada en más de 9.000 dólares por pieza.

Matisse
Henri Matisse dibuja postrado en la cama tras una parálisis en su habitación-taller del antiguo hotel Régina, en la colina de Cimiez (Niza).

Raque Bada