Pau Garcia

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‘Buscando mi propio nombre’
Pau García Pérez de Lara
Producción: Doble Banda y Los sueños de la hormiga roja

Las mujeres cuya conducta desafiaba las normas sociales de su época fueron tildadas durante siglos de putas o de brujas. También a muchas rebeldes se les colgó el sambenito de locas y fueron recluidas en instituciones todavía peores que los presidios. La práctica de aislar en manicomios a las mujeres que transgredían las convenciones perduró en España hasta bien entrado el siglo XX, hasta los setenta cuando empezaron a soplar los vientos renovadores de la antipsiquiatría que derrumbaron los muros manicomiales.

Una de las experiencias más significativas en este aspecto se desarrolló en el Pabellón 9 del Psiquiátrico de Bétera, creado como respuesta del gobierno tardofranquista al escándalo que produjo un artículo periodístico ilustrado que denunciaba las condiciones infrahumanas del antiguo manicomio Padre Jofré.

Dos centenares de mujeres procedentes de ese siniestro lugar, objeto durante largos años de un maltrato sistemático mediante electroshocks, chorros de agua fría y medicación abusiva, llegaron a Bétera en marzo de 1974. Fue allí donde un grupo de jóvenes y entusiastas profesionales de la psiquiatría dirigidos por Ramón García López, amigo y traductor de Franco Basaglia, el padre de la antipsiquiatría, desarrollaron una encomiable labor que devolvió la dignidad a esas criaturas heridas.

Andrea Marsé, en ‘Buscando mi propio nombre’, de Pau García Pérez de Lara. Imagen por cortesía de Óscar Fernández Orengo, cuyas fotografías formarán parte de una exposición itinerante que acompañará al cortometraje.

Mujeres de edad avanzada a las que se les había arrebatado la identidad, la memoria y hasta su propio nombre pudieron volver a ser ellas mismas, regresar a sus lugares de origen y disfrutar de una segunda oportunidad como seres humanos. Fueron pioneras de un nuevo sistema diseñado a medida humana y basado en pisos tutelados y centros de día.

María Huertas, una de esas jóvenes profesionales que estuvieron en Bétera, contó en un libro, ‘Nueve nombres’ (Temporal), las historias de algunas de esas mujeres que son las protagonistas de ‘Buscando mi propio nombre’, un cortometraje dirigido por Pau García Pérez de Lara que se rodó este otoño en Alzira (Valencia) y Miravet (Tarragona) interpretado por un grupo de mujeres que han superado trastornos mentales más o menos graves.

Hijo del jefe de serivicio del Pabellón 9 del Psiquiátrico de Bétera, García Pérez de Lara tiene una intensa conexión emocional con la historia de estas supervivientes del ensañamiento psiquiátrico salvadas por la psiquiatría moderna y brinda un homenaje a su memoria, a través de actrices muy especiales comprometidas con el sufrimiento mental. «Queremos que el corto sirva para abrir un debate y una reflexión sobre el estado de la salud mental en España porque todavía queda mucho por mejorar», dice.

El filme se rodó en Alzira, población donde Ramón García fue director de psiquiatría de la Ribera Alta y fundó AFARADEM, una asociación de familias de personas que tienen una enfermedad mental que ha participado en el proyecto, al igual que Paco Mira, que, entre otros trabajos, acompaña al grupo de teatro de dicha asociación y colaboró con el casting de la película. También se rodaron escenas en Miravet, cuyos habitantes se implicaron a fondo, lo mismo que los respectivos ayuntamientos.

Paloma Rubio, en ‘Buscando mi propio nombre’, de Pau García Pérez de Lara. Imagen por cortesía de Óscar Fernández Orengo, cuyas fotografías formarán parte de una exposición itinerante que acompañará al cortometraje.

«María Huertas y yo escribimos el guión a cuatro manos, un texto muy abierto para dar libertad a las actrices. Es una obra muy coral, con 36 mujeres, pero el argumento sigue la historia de una de ellas, Blanquita en el libro de Huertas, que gracias a un viaje de acompañamiento, trato humano y sensibilidad logra escapar de la celda de aislamiento mental y regresar al mundo real con su propio nombre».

Ana Bas, Lola Pascual, Paloma Rubio, Aure Lerma, Fina Gallart, Xelo Gómez, Amelia Ausina… Pau García Pérez de Lara destaca la energía y capacidad interpretativa del grupo de mujeres con sufrimiento mental que participaron en el corto aportando el verismo y la fuerza de su experiencia propia para revivir a aquéllas infelices del Padre Jofré despojadas de su ser que se recuperaron a sí mismas en Bétera.

En el corto participan también jóvenes actrices y actores que encarnan a los profesionales del centro: médicos, enfermeros, auxiliares y señoras de la limpieza, que tuvieron también su papel en la recuperación de las internas: Andrea Marsé, Luca Soler, Beatriu Casanova, Melina Algarra, Yasmina Moll, Remei Pau Fayós, Mª José Zamora… Incluso se da voz a los vecinos de Bétera reticentes en principio a la creación del Psiquiátrico con el personaje interpretado por Lola Oltra.

Con una duración de 29 minutos, la máxima permitida en ese formato, el cortometraje estará finalizado en febrero de 2024 y se presentará a festivales de Clase ‘A’ para su difusión global. Luego, será estrenado en Alzira, Miravet, Valencia y Barcelona.

Es una producción conjunta de Doble Banda y Los sueños de la hormiga roja y tenía un presupuesto previsto de 82.000 € aportados por diversas instituciones: el Ministerio de Cultura, el IVC, Generalitat de Catalunya, À Punt y los Ayuntamientos de Alzira y Miravet. Como los gastos han superado lo previsto, se ha abierto una campaña de micromecenazgo a través de Platino Crowdfunding de EGEDA, activa hasta el 1 de enero de 2024.

Pau Garcia
Fotograma de ‘Buscando mi propio nombre’, de Pau García Pérez de Lara.