Miquel Ausina: «Hace falta crear circuitos musicales»

‘Metamorfosis’ de Miquel Ausina.
Dirección y dramaturgia de Xavo Giménez
Sala Russafa
Calle Dénia, 55. València
De 25 al 28 de marzo de 2021

Música, teatro y artes visuales. Es el trinomio que ofrece ‘Metamorfosis’, un montaje concebido por el joven pianista y músico Miquel Ausina que se estrena el día 25 de marzo en Sala Russafa, con dramaturgia y dirección de Xavo Giménez. Un proyecto multidisciplinar que aprovecha el poder evocador de las artes plásticas a través de las animaciones de la ilustradora Isabel Ruiz ‘Eixa’.

La música de varios compositores contemporáneos es el hilo conductor de esta  original propuesta que  expone un abanico de referentes pictóricos y literarios para enhebrar un relato poético sobre las sucesivas mutaciones que experimenta el artista en pos de su vocación. Un discurso sonoro, teatral y visual que relata una transformación.

Solo en el escenario, junto a un piano y una pecera vacía, símbolo del compañero imaginario, un pianista en el crepúsculo de su vida rememora su pasado: el descubrimiento de la música cuando era un niño; la obsesión por perfeccionar su interpretación conforme avanzaba en sus estudios; o el duro enfrentamiento con la realidad cuando consigue hacer del piano su medio de vida.

A medida que evoca su vida, interpreta partituras de artistas consagrados del siglo XXI, como Raquel García-Tomás, George Crumb, Michael Beil o Thierry de Mey, entre las que destaca una pieza original creada para el espectáculo por la compositora valenciana Claudia Cañamero.            

Al lenguaje de la música de nueva creación se unen las palabras de Xavo Giménez, quien firma la dirección y  dramaturgia. Ironía y poesía conviven en unos textos que llegan al espectador a través de la voz en off de Giménez reforzados por las ilustraciones animadas de Isabel Ruiz ‘Eixa’, artista alicantina vinculada al mundo fanzine y parte del comité organizador del festival Tenderete.

Completan el equipo la escenógrafa Blanca Añón,  fundadora de Colectivo Miss Panamá, y José Martín Márquez, iluminador para piezas de teatro y ópera con más de 25 años de experiencia.  Con impecable compenetración creativa dan forma a un espectáculo que enlaza con la mentalidad abierta del mundo contemporáneo en constante transformación, y rompe los moldes clásicos de la representación escénica.

En busca de nuevas formas de expresión musical, Miquel Ausina ha colaborado en: ‘Moby Dick: el mal amor’, de Arden Producciones y Cía. Danza Toni Aparisi, y ‘Puput’, de Fil d’Arena Dansa-Teatre. “La última convocatoria de ayudas del IVC me animó a crear un espectáculo propio y solo encontré la posibilidad de desarrollarlo en la convocatoria para artes escénicas, ya que no era posible encajarlo en las bases de las ayudas para la música”, comenta Alsina. «Es una muestra de cómo está el panorama para la música, creo que hace falta crear unos circuitos profesionales más integrados, como ocurre con el teatro. También es necesario que los músicos, que somos legión en esta Comunidad, nos unamos, igual que hacen los profesionales de las artes escénicas y de la danza».

La aventura de poner en pie este peculiar montaje le ha llevado a reclutar compañeros de viaje que han aportado sus distintas sensibilidades. “He tenido la suerte de crear un verdadero Dream Team, que ha hecho crecer mucho el germen del proyecto, pero sin perder su esencia y elemento central, el piano y la música”, comenta Ausina. En esta pieza establece complicidad con el espectador, mostrándole el potencial de las nuevas maneras de entender la interpretación musical,  y lo sorprende con técnicas de extensión del instrumento que consiguen aprovechar al máximo la sonoridad y expresividad del piano.

El resultado es un espectáculo sensible, en el que el alter ego de Ausina va pasando por una evolución vital, “que podría ser la de cualquier persona que tiene un sueño y lucha por él, hasta darse cuenta de que la realidad se mueve en otros parámetros”, apunta el pianista. Referencias literarias y pictóricas a Kafka, Klee, Goethe o Dalí, se entrelazan en un montaje sin precedentes que supone un soplo de aire fresco en la cartelera.

MAKMA