‘En plena noche’, de Mikel Santiago
Suspense
Ediciones B
Año 2021
La literatura y el cine son hermanos inseparables. Detrás de una gran película subyace una gran novela, pues la literatura ha sido siempre cantera de historias, a veces inspiración literal de las películas. Durante la primera mitad del siglo XX las imágenes y el sonido estaban al servicio de los textos, el guión era el alma del filme, mientras actores y actrices, bajo la batuta del director, aportaban la magia. Durante décadas se llevaron a la gran pantalla innumerables versiones de los clásicos, de los best seller más exitosos, de los relatos bíblicos.
La interelación entre literatura y cine funciona desde hace tiempo en doble sentido y muchos escritores se dejan influir por el lenguaje audiovisual a la hora de concebir sus relatos. Ejemplo de este tipo de literatura es Mikel Santiago, que acaba de publicar su sexta novela, ‘En plena noche’ (EdicionesB), ambientada en el pueblo imaginario de Illumbe.
Nacido en Portugalete (Vizcaya), en 1975, creció como los de su generación entre la cultura analógica y digital, y ha residido en Irlanda y en Ámsterdam. Estudió sociología, viajó por el mundo y se enganchó a la escritura. Su trayectoria literaria se inició publicando en internet sus propios e-books, con los que consiguió llegar a las listas de best selleres de iTunes, Amazon y Barnes & Noble. En los últimos siete años, Ediciones B ha publicado seis novelas de Santiago que delatan su trepidante ritmo productivo: ‘La última noche en Tremore Beach’, ‘El mal camino’, ‘El extraño verano de Tom Harvey’, ‘La isla de las últimas voces’, ‘El mentiroso’ y ‘En plena noche’.
«Ponerlo todo y darlo todo», es el lema de este vizcaíno, que explica con modestia su elevada productividad: «Durante años creé estudios, bosquejos y esquemas de historias que no llegaron a ninguna parte, pero que con el tiempo he podido recuperar. Tenía mucho material del que ir tirando, que sólo tenía que estructurar».
Al principio Santiago era un escritor espontáneo que se lanzaba a la piscina de cabeza, pero con el tiempo se ha habituado a funcionar por esquemas y escaletas. Esta evolución se debe, no sólo a la gran cantidad de historias contadas, sino también al hecho de combinar la novela con guiones de series para plataformas audiovisuales, en concreto, ‘Feria’ de Netflix.
«En la novela tú mismo te das el bolo, tú mismo eres el trabajo», comenta sobre la diferencia entre la novela y el guión. El hecho de haber trabajado como analista de programas de ordenadores también inluye en su manera de concebir un texto, «pues son dos mundos interconectados incluso a nivel semántico que se basan en unas reglas para plasmar determinados contenidos».
Santiago suele utilizar la primera persona en sus relatos. En su última novela es Diego León, una estrella del rock en horas bajas que regresa a su pueblo natal, Illumbe, localidad imaginaria cercana a Guernica, donde se desarrolla también su anterior novela, ‘El mentiroso’. Veinte años atrás León actuó allí por última vez con su banda, y esa misma noche desapareció Lorea, su novia.
Cuando uno de los miembros del grupo muere, Diego decide volver a Illumbe para asistir a su entierro, pero la breve visita programada se convierte en una estancia de varios días dedicada a descubrir la misteriosa muerte de su compañero y a retomar su relación con viejos amigos. Contada en dos tiempos, 1999 y el presente, Santiago dosifica con destreza la intriga mientras aborda temas de fondo, como el precio del triunfo, los recovecos de la memoria y las complejas relaciones de amistad.
«Siempre he querido escribir una novela sobre una banda», dice Santiago. «Casi toda mi juventud la pasé metido en locales de ensayo, furgonetas, garitos y estudios caseros, componiendo canciones y soñando con llegar a alguna parte. Aunque no conseguí ser Diego León, el rock fue mi manera de superar una adolescencia tormentosa, y además me sirvió para aprender unas cuantas cosas que no se enseñan en ninguna universidad. Quizá no hubiera llegado a escribir novelas sin ese baño previo de humildad, juerga y educación artística que me di a los veinte años».
Santiago pertenece a la estirpe de narradores natos incapaces de disfrutar de la vida si no urden historias. Historias dirigidas a los lectores de su tiempo y contadas de acuerdo con las claves y gustos de su tiempo. Esa capacidad de conexión con los coetáneos, cuando hay talento y buena fortuna de por medio, es caldo de cultivo de un autor de best sellers. Otra cosa es que la obras que triunfan en determinado momento pasen a la posteridad. Pero eso es un riesgo que asumen todos los artistas.
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