Hamish Fulton

#MAKMAExposiciones
‘Hamish Fulton. Walking East’
Comisario: Pep Benlloch
Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC)
Ramón del Valle-Inclán 2, Santiago de Compostela
Hasta el 20 de febrero de 2022

No es la primera vez que el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC) acoge la obra de relevantes artistas del land art; según mi memoria, así lo hizo con la merecida antológica del artista portugués Alberto Carneiro y cuando revisó la obra del (no menos importante) artista brasileño Fernando Casás, que nació en Galicia por un descuido, y adonde ha regresado por decisión propia, para continuar sus producciones artísticas.

El land art es un género –si se me permite calificarlo así– cuyos orígenes todos los estudiosos ubican (¡cómo no!) en los Estados Unidos de Norteamérica, cuando despertaban de los delirios de aquella Escuela de Nueva York a las órdenes de Clement Greenberg.

Una filiación que ignora momentos de la historia del arte como los protagonizados por el propio Casás, desde las selvas amazónicas, o Carneiro, desde las praderas, bosques y ríos portugueses, al igual que el turco, hoy nacionalizado estadounidense, Yücel Donmez, con sus intervenciones pictóricas sobre las nieves de las montañas de Turquía, o los viajes realizados por la Corporación Cultural Amereida desde la Ciudad Abierta de Valparaíso (Chile), para recorrer la cornisa del Pacífico.

Todos ellos con obras realizadas entre finales de los sesenta y los primeros setenta del siglo pasado, como el propio Hamish Fulton. Pero, como se han empeñado en contarnos la historia solo en inglés norteamericano, no hemos podido asistir a otras intervenciones de igual envergadura.

‘Swifts and Swallows’, de Hamish Fulton. Imagen cortesía de galería 1 Mira Madrid y CGAC.

Un ejemplo de esa deriva al margen del inglés norteamericano sería ‘Hamish Fulton. Walking East‘, una exposición comisariada por Pepe Benlloch –director del Master en Fotografía de la UPV y fundador de la galería Visor– que ahora nos presenta el CGAC en colaboración con el Museo Universidad de Navarra (MUN) (que acogerá la muestra durante la primavera de 2022). Una interesante y muy bien estructurada recapitulación sobre la obra de este artista inglés que ha hecho del caminar la mejor forma de vivir el paisaje.

Si algo destaca en la obra de este artista, frente a la monumental obra de los norteamericanos que cualquier lector informado tiene en mente, es la ausencia de la máquina de combustión en sus intervenciones, algo sin lo que sería impensable el land art norteamericano, tan dependiente de las máquinas, coches, avionetas, excavadoras o cualquier otro signo de dominio sobre el territorio, con ese espíritu colonial, o no sé si conquistador, tan caro a la idiosincrasia norteamericana, que está ausente por completo en la obra de Fulton, y que le lleva a coronar alguna de las cumbres más serias de nuestro planeta sin la ayuda de oxígeno extra.

Frente a esos aspavientos, Fulton se acerca casi de puntillas, con el único desplazamiento sobre el lugar que le permiten sus pasos, para hacer del caminar el mejor alegato de la humanidad, de una manera que podría defender el mismo Henry David Thoreau, padre de la desobediencia civil norteamericana y tan poco en sintonía con los popes del land art que alumbró su propio país.

Detalle general de una de las composiciones expositivos de ‘Hamish Fulton. Walking East’. Fotografía cortesía del CGAC.

A quien le quepa duda, lo exhorto a visitar su ‘Walking’ (1862), como invitación para enfrentar a la naturaleza de tú a tú, sin más armas que tus pasos, el mismo procedimiento que sigue Fulton y que, en esta ocasión, recorre hacia el este, tras partir de Fisterra, llamando a la reflexión sobre la sacralidad de la propia naturaleza sin necesitar sanciones más elevadas para consagrarla como caminable.

Todo esto lo podemos encontrar en las intervenciones murales, las fotografías o los restos –que se calificarían mejor como rastros– que Fulton ha ido construyendo con sus caminatas, hasta trazar un completo perfil orográfico de su trayectoria vital, como transcurso del caminante que deja testimonio de los pasos seguidos para contagiarnos de las bondades de caminar en cualquier dirección, pero nunca contra la naturaleza.

Si bien la exposición se estructura como una antológica que nos trae muchos de los recorridos realizados por el autor a lo largo de su vida y de las más variadas geografías, tiene la bondad de unificar el conjunto bajo el trazado de distintos perfiles que nos permiten contagiarnos de la vivencia que supone caminar por el borde de las cumbres o las llanuras de los valles, seguir los senderos ancestrales, acercarte a tocar una roca que te queda al paso (este es un elemento que se repite de manera muy particular, tal vez para contrastar nuestra propia fragilidad con la fuerza de la naturaleza, del paisaje), y poder disfrutar de los elementos que el caminante va componiendo con elementos muy pobres, maderitas anotadas a mano, pinturas, dibujos, todos ellos realizados con la calma que otorga tener todo el tiempo por delante para terminar tu camino.

Ahora me pregunto si la duración de sus caminatas está prefijada o es el mero resultado del camino seguido y durante el tiempo que ha costado recorrerlo. Me inclino por lo último, si bien los tiempos son fundamentales en la descripción de sus recorridos, también las distancias pero, sobre todo, los días que tardó en completarlos.

En esta exposición la técnica aparece dos veces, una para mostrarnos sus bondades como fotógrafo, y también al presentarnos sus fotografías, siempre bien enmarcadas y mejor encuadradas con información de contexto para que no pierdas detalle de qué momento de sus caminatas recoge; y, además, demostrar su maestría al utilizar el propio espacio expositivo para perfilar mejor la experiencia del caminar al situarte las imágenes a una altura u otra conforme lo exija el perfil recorrido.

Aunque, sobre todo, se vuelca con todos los recursos técnicos, y demuestra su indudable vinculación con el minimalismo, en sus intervenciones murales, con las que nos traslada la información justa, tanto gráfica como textual, para que lo sepas todo de un vistazo.