#MAKMAArte
Exposición artística ‘Resiliencia’
Comisarios: David Castillo y Miguel Castillo

Con Alejandro Calderón, Ana Collado, Antoni Durá, Ana Pais Oliveira, Ángel Peris, David de Limón, Gil Romaguera, Jesús Arrúe, Jordi Machí, José Moñú, Julieta XLF, La Nena Wapa, Paloma Corts; Depalo, Tatiana Roig, Vicente Marzal y Vinz.
Galería Cuatro
Nau, 25. València
Hasta el 17 de septiembre de 2022

La exposición estival ‘Resiliencia’, inaugurada el 17 de junio en la Galería Cuatro (València) presenta, de manera colectiva, la obra pictórica de 16 artistas nacionales e internacionales, entre los que se encuentran Julieta XLF (Valencia, 1982), Jordi Machi (Algemesí, 1983) y David de Limón (Valencia, 1981). Todo ello, con el objetivo de establecer nuevas lecturas alejadas de la visión tradicional del arte, junto a una simbiosis entre el arte contemporáneo y la perniciosa condición laboral que ha envuelto a diversos pintores locales, consiguiendo trascender profesionalmente tras dos duros años de pandemia.

Mediante una selección de 18 obras, la exposición, comisariada por David Castillo y Miguel Castillo, ofrece un recorrido concebido en dos partes donde se muestran las más recientes novedades de estos jóvenes artistas. La muestra arranca, en su primera sección, exhibiendo la obra de Paloma Corts, Julieta XLF, Vinz, Ana Pais Oliveira, Jesús Arrúe, Alejandro Calderón, José Moñú, Jordi Machi, David de Limón, hasta finalizar con la última sección a través de la obra de Vicente Marzal, Antonio Durá, Tatiana Roig, la Nena Wapa, Gil Romaguera, Ángel Peris y Ana Collado.

Foto de grupo de artistas, comisarios y visitantes. Imagen de @fotografiaevora cortesía de Galería Cuatro.

Teniendo en cuenta que el título que da nombre a esta exposición alude a la valentía que poseemos los individuos para recuperarnos de circunstancias adversas y seguir destruyendo barreras para construir un futuro mejor, esta muestra intenta arrojar luz sobre el concepto de la superación personal gracias a la insólita labor de un grupo de artistas, valencianos en su mayoría. Todos ellos, introducen a ultranza un tipo de arte que, según asevera Jordi Machi, “debe de ser amable, estar abierto a cualquier mirada, dar lecciones y tener una función social muy importante”.

En general, en todas estas obras -tan dispares entre sí e impregnadas de diferentes estilos y técnicas-, se vislumbra un nexo común puesto que, por un lado, se evita a toda costa restringir la libertad de expresión en pos de una ambigüedad artística.

Por otro lado, a través de la observación directa y sensible, el propio artista obliga al espectador a plantearse constantemente nuevos interrogantes. Todos ellos, relativos a las diversas maneras de concebir la realidad, de sentir y valorar un nuevo arte que, paulatinamente, va dejando atrás las visiones estéticas predominantes del arte figurativo tradicional.

Debemos tener presente que la filiación de la obra de Julieta XLF con el graffiti es, en palabras de la propia artista, “más una filosofía que una técnica” ya que, siendo conscientes de que “el graffiti no es para todos los públicos, debemos darle el respeto que se merece porque gracias a sus inicios podemos exponer en galerías ahora”. Tanto su obra como la de la Nena Wapa, aparte de reivindicar el Street Art como un acto no vandálico por diversas calles de València, también se considera como un instrumento de resistencia y de concienciación social, con capacidad de cambiar lo establecido.

resiliencia, galería cuatro

Por otro lado, la obra del ilustrador urbano David de Limón, concebida mediante una firma tan personal y diferenciadora – incluso en el propio proceso creativo a la hora de construir su personaje, el ninja enmascarado-, según éste testifica, “se ha convertido en una llave para abrirme un montón de puertas. Lo que me ha llevado aquí han sido siempre retos y la manera de intentar superarme”.

Otro de los temas más candentes a destacar es la proyección internacional que están experimentando varios de los artistas valencianos expuestos en la Galería Cuatro. Tanto Vinz y Jordi Machi como David de Limón y Julieta XLF, exhibirán su nuevo proyecto próximamente en Hong Kong materializando, así, un multiculturalismo a través del paralelismo entre la obra artística valenciana occidental con la oriental. Por fortuna, nada de ello entra en conflicto directo con el propósito principal de los artistas a causa de las represalias en cuanto a libertad de expresión se refiere.

En este sentido, debemos ser conocedores de cómo repercute en el arte y en la cultura las políticas de censura que se enmarcan en dicho territorio. Tal como asevera el artista Vinz -que siempre ha defendido el desnudo como un símbolo de libertad y amor entre los seres humanos-, “prefiero hacer un subterfugio a tener que auto-censurarme. Es muy complicado exponer allí, pero, existe un mercado subyacente potente. En el caso de Hong Kong, hay un público y una demanda, simplemente no quieren exponerse al posible castigo de las autoridades”.

Ante este paradigma y el reto que supone la inauguración de este proyecto expositivo, donde se buscan diferentes narrativas y lecturas trasversales en el discurso artístico de las obras, también se entroncan los valores en defensa de la institucionalización del arte local. Todo ello, con la finalidad de introducir en las instituciones un amplio espectro de artistas no lo suficientemente valorados, para que su arte no caiga en el olvido o en lo efímero y posea la eternidad que se merece.

Diversos asistentes delante de la galería en carrer de la Nau. Imagen de @fotografiaevora cortesía de Galería Cuatro.

Puestos a aproximarnos concretamente a una de las obras de esta exposición, podemos destacar ‘Diálogo de cortesanas’ de Vinz. Su innovación artística supone una revolución en la praxis artística de su propia trayectoria, pues resalta en gran medida por ser intelectualmente estimulante y enfatizar su pericia técnica explotando todos los recursos posibles -collage, fotografía, óleo, entre otros-, proporcionando un uso magnífico del lenguaje artístico.

En su caso, se establece una critica corrosiva hacia la prostitución al representar un diálogo entre abolicionistas y defensoras de la profesión. “Tengo la sensación de que tengo que contar lo que está sucediendo en el mundo. Es muy posible que algunas mujeres quieran continuar ejerciendo esa actividad. Y eso es la resiliencia para mí, aguantar caiga lo que caiga”, así define su cuadro el artista. Todo ello, no es más que una forma de vindicar una problemática cuanto de sugestiva y fecunda sigue acaeciendo en la sociedad actual.

En esencia, ‘Resiliencia’ nos brinda la oportunidad de darnos cuenta de que el destino del arte, en todas sus formas y formatos, es ofrecer al individuo la capacidad de expresar su yo más íntimo, revelando aquello que deliberadamente hubiera preferido mantener en secreto. Las definiciones cambian y se desvirtúan, se alejan tanto del punto de partida que, sin visibilizar a artistas reconocidos -y no tan reconocidos-, sería imposible presuponer la aceptación de rupturas definitivas y la posibilidad de generar otras perspectivas artísticas nuevas.

No existe ninguna definición establecida que pueda resistir el paso del tiempo, la manifestación artística está expuesta a un constante ciclo evolutivo que obligará al propio arte – a sus diferentes estilos, temáticas y corrientes- a encontrar esas marcas rupturistas, esperando que alguien las retome para que esa huella nunca se borre. No se halla una condena tan arrolladora como una dicotomía entre la muerte segura y el olvido desgarrador de quienes hacen del arte una parte esencial de la existencia.