‘Stay With Me’: soñar como acto de resistencia

La galería Tuesday to Friday de València exhibe ‘Stay With Me’, una muestra comisariada por Raquel Victoria en la que se reúnen doce obras de las artistas Anaja Hvastija Gaia, Gema Quiles y Katia Lifshin que exploran los límites entre el sueño y la vigilia, lo real y lo onírico. 

‘Danzas Románticas’, de Montdedutor: el movimiento hasta sus últimas consecuencias

Danzas Románticas. Montdutor. Dansa València

Dentro de la tercera jornada de Dansa València, nos metemos en estas ‘Danzas Románticas’ dispuestos a convertirnos en ‘corps de ballet’. Estamos ante un artefacto escénico que utilizará el intercambio de roles, la cercanía total y los 360 grados del espacio como mecanismo para llevar el ballet al plano de la denuncia: el amor romántico sigue perpetuando relaciones absolutas de dependencia.

SAAS: vanguardia desconocida de los 60

SAAS. Sociedad de Artistas y Autores Sorianos.

¿Qué fue la SAAS? Aquella aventura creadora, fundada por el galerista Antonio Ruiz Ruiz, que trató de situar a Soria en el mundo de la contemporaneidad y las vanguardias. Una mezcla heterogénea de tendencias que se prolongó una década, y en la que, de manera individual, la inclinación fue la abstracción.

Javier Holgado, guionista de ‘Perdiendo el juicio’: “Queríamos mostrar cómo esa dedicación absoluta que volcamos en nuestros trabajos puede rompernos por dentro”

Javier Holgado. Perdiendo el juicio

Mientras su última novela, ‘El asesino de los caramelos de violeta’ –escrita a cuatro manos con su inseparable Susana López Rubio– sigue enamorando a los amantes del ‘cozy crime’, Javier Holgado irrumpe en Atresplayer Premium con ‘Perdiendo el Juicio’, un drama jurídico donde Elena Rivera interpreta a Amanda, una abogada brillante cuyo TOC la lleva de los juzgados de élite a un bufete de perdedores con alma.

Hotel Proust (Cabourg, habitación 414)

Marcel Proust. Hotel Cabourg

Si los americanos encontraban inspiración en París, un parisino –al menos, en verano– la busca en la costa. En busca del tiempo perdido, Marcel Proust se subía en el expreso de Cherbourg, en la estación de Saint-Lazare. El destino final, tras cinco horas y media de viaje, era el Grand Hôtel de Cabourg.