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‘Carlos Salomón y la brevedad de su plazo’
Conferencia y lecturas poéticas con Elda Lavín y Dori Campos
Consejería de Cultura, Turismo y Deporte. Gobierno de Cantabria
Año Jubilar Lebaniego
Biblioteca Central de Cantabria
Ruiz de Alda 19, Santander
31 de enero de 2024
Siempre hay alguna ocasión en que las voces del pasado resuenan en nuestro presente. Voces que nos recuerdan lo efímera que es la vida, lo engañosa que es la compañía, lo atronador que puede llegar a sonar un silencio en medio de una estancia abarrotada de personas gritando.
Todas estas sensaciones son las que nos evoca en su obra poética el poeta madrileño Carlos Salomón (Madrid 1923-Santander 1955). El recuerdo de un autor que se marchó demasiado temprano en compañía de la segadora de almas.
La Biblioteca Central de Cantabria, en Santander, acogió el pasado 31 de enero una conferencia titulada ‘Carlos Salomón y la brevedad de su plazo’, unida a una lectura de poemas, para rendirle un homenaje, que casi pasa desapercibido, a este autor de la época de la posguerra y que José Hierro denominó ‘la quinta del 45’.
En la conferencia, la profesora, filóloga, poeta y editora Elda Lavín realizó un recorrido a lo largo de la vida de Carlos Salomón, centrando gran parte de la misma en la obra del poeta madrileño y su implicación en la revista poética ‘Proel’, en el año 1944.
La revista nació bajo la protección de Joaquín Reguera Sevilla, Jefe Provincial del movimiento cultural gestado en torno a esta publicación y que se unía a otras de la misma índole, como eran la revista ‘Nos’, en Galicia, la revista ‘Litoral’, en la región de Málaga, que estaba adscrita a la generación del 27, o la valenciana ‘Corcel’, entre otros ejemplos.
‘Proel’, que publicó entre los años 1944 y 1950, fue fundada por Carlos Nieto, Mariano Sánchez, Enrique Sordo, y Guillermo Ortiz, junto con Carlos Salomón, que como relató en la conferencia Elda Lavín, se reunían en casa de Salomón para ultimar los pormenores del lanzamiento de la revista.
Fue una revista referente en la que colaboraron autores de la talla de Pancho Cossío (1894-1970), Ricardo Gullón (1908-1991), José Luis Hidalgo (1919-1971) o José Hierro (1922-2002), lo que hizo que se convirtiera en punta de lanza de la poesía española de posguerra.
Tras el cierre de ‘Proel’, Elda Lavín contó cómo el poeta madrileño se encargó de la colección de libros ‘Hordino’, hasta su fallecimiento en 1955. En ella, Salomón contaba con el editor Carlos Nieto, amigo y escritor del propio poeta, logrando que vieran la luz nueve títulos en esos años, algunos firmados por autores de la literatura española como José García Nieto, Camilo José Cela o Carlos Edmundo de Ory.
La obra de Carlos Salomón recibió varios premios y menciones honoríficas, entre los que la conferenciante Elda Lavín recordó la mención honorífica otorgada en el Premio Adonais en 1947 por ‘Pasto de la Aurora’, al tiempo que obtuvo con ‘La Sed’ un accésit en la edición de 1950 del mismo Adonais.
Una vez terminada la conferencia, Lavín dio paso a la poeta Dori Campos, la cual recitó algunos de los fragmentos de la obra poética que se repartió entre los asistentes al evento.
La poesía de Carlos Salomón es para Gerardo Diego (1896-1987) una expresión clara y hermosa de renuncia a la vida, pero sin negar el latigazo del deseo ni el desconocer la posibilidad de transformación amorosa.
Salomón abordó temas tales como la brevedad de la existencia, la muerte o la soledad, temas sin duda funestos que pueden estar motivados por la dolencia cardíaca que padeció y con la que tuvo que convivir toda su vida, pues la conoció desde su más tierna infancia, razón por la que el poeta contempló el mundo desde un prisma diferente.
Elda Lavín comentó en un momento de su conferencia que “la muerte está presente en toda su obra”. A lo que añadió: “Indaga los territorios del interior de los individuos (…) y es esa soledad la que aflora siempre”.
A pesar de todo, su obra despliega más vida y sentimiento existencial del que se supone. La poeta Dori Campos lo resumió así: “Carlos Salomón es capaz de vivir con toda la pasión”, refiriéndose en última instancia a su ‘Poema mientras pasan las nubes’, en torno a la temática del deseo, y que comienza así:
“Tu cuerpo sí que es bello, como la luz del día. Oh, claridad. Un cuerpo claro, una estatua viva de perfección, la dulce materia, grave arcilla del misterioso vientre donde el amor anida, dorados senos, frente pálida, manos finas”.
