El recuerdo del mito de Blasco Ibáñez en ‘El viatge dels milionaris’

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‘El viatge dels milionaris’
Comisario: Emilio Sales
Planta baja de la Casa-Museo Blasco Ibañez
C/ d’Isabel de Villena, 159, València

“El joven romántico y agitador” es una de las frases que resaltan en la sala de exposiciones de la planta baja de la Casa-Museo Blasco Ibáñez y ejemplifica la figura del gran periodista, escritor y político valenciano. Un museo que hace más de cien años fue el chalet donde Blasco Ibáñez vivía con su familia y escribía, justo delante de la playa de la Malvarrosa.

La Casa-Museo Blasco Ibáñez acoge la exposición temporal de ‘El viatge dels milionaris’ , donde se recogen todo tipo de recortes de prensa, postales, fotos y recreaciones sobre la vuelta al mundo que hizo Blasco Ibáñez a bordo del lujoso barco Franconia hace justo cien años.

Es por ello que el director del museo, Emilio Sales, ha sido el encargado de dirigir el recorrido por la exposición, con la presencia del alcalde de València, Joan Ribó, y la regidora del Patrimonio y Recursos Culturales, Gloria Tello Company. En esta breve conferencia Emilio Sales contó con gran cantidad de detalles todos los elementos que se ilustraban en esta sala de exposiciones y que explican el porqué de ese viaje.

“Se embarcó en el Franconia para cumplir uno de sus retos en un momento de esplendor económica, literaria y política”, aseveró el director, “era un viaje gratificante, de fiesta, pero que además tenía la intención de expandir la marca España para que todo el mundo tuviera el país en cuenta”, añadía Emilio Sales.

Sin embargo, Blasco Ibáñez nunca dejó de trabajar en este festín que hizo. “Era un incansable trabajador”, detalló Emilio Sales. Es en este momento cuando comienza a escribir su crónica de viajes ‘La vuelta al mundo de un novelista’ que se dividía en tres tomos por la editorial Prometeo, que obtuvo multitud de ventas, y que su éxito le llevó a ser traducido al inglés.

“Blasco llegó a decir públicamente que era el segundo escritor mejor pagado del mundo”, expuso el director, “este tipo de declaraciones mostraba fidedignamente el carácter que poseía Blasco Ibáñez”, completó Emilio Sales.

Un viaje que comenzó en Nueva York, el 20 de octubre de 1923, y acabó en Mónaco, el 14 de marzo de 1924, junto con su futura esposa Elena Ortúzar y su doncella Casilda. Un trayecto alrededor del globo terráqueo donde tuvo todas las comodidades a su alcance, ya que invirtió más de 20.000 dólares de aquella época.

Las personas que visiten la exposición podrán ver todo su recorrido desde Nueva York pasando por Hawaii, Japón, Corea, China, India…a través de cuadernos de notas, postales y fotos de archivo. “Todo lo que enviaba a España eran postales felicitando el año y con una clara intención de reivindicar su nombre”, explicó Emilio Sales, “quería emular a sus mitos, como Zola o Garibaldi, para intentar conseguir lo mismo y así convertirse en leyenda”, desarrolló el director.

“La figura de Blasco Ibáñez es fundamental en el mundo literario y también en el mundo político”, dijo Joan Ribó. “Apostar por el mantenimiento de esta casa es la clave para poder ver todo lo que se puede crear alrededor y recuperar el legado del escritor valenciano”, concluía Gloria Tello.

Es por ello que esta nueva exposición temporal permite recordar el legado que dejó Blasco Ibáñez a través de sus escritos y su propia figura. Una persona que fue de las más importantes de principios de siglo, ya no solo en España, si no alrededor del mundo.

Además, el trabajo de recuperación de la vuelta al mundo de Blasco Ibáñez ha sido respaldado por el fondo de la Casa-Museo Blasco Ibáñez, el Archivo ABC, la Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu y Bizkaiko Foru Liburutegia-Biblioteca (Biblioteca Foral de Navarra). Y también ha contado con la ayuda de los diseñadores Alicia y Germán que han llevado toda la reestructuración de la exposición y que han podido mostrar, de la mejor manera posible, todo el recorrido que llevó a Blasco Ibáñez a dar la vuelta al mundo.