#MAKMAEscena
‘En la cocina’, de Arnold Wesker
Versión y dirección: Iria Márquez
Producción: Acadèmia Escènica de València
Intérpretes: Berta Esparza, Alba Ferragud, Salva Furió, José Luis Gómez, Blanca Mansergas, Luis Montenegro, Isabel Ramón, Amparo Rodríguez, Carmina I. Ramírez, Víctor M. Ferrández, Mercedes Testal y Aurora Yañez
XIV Festival de Talleres de Teatro Clásico
Sala Russafa
Dénia 55, València
Del 20 al 22 de junio de 2025
Las grandes cocinas de restaurantes y hoteles son espacios altamente especializados, en los que se trabaja bajo presión a un ritmo endiablado en un sistema regido por la jerarquía y la eficiencia. Espacios delimitados por temperaturas extremas, entre fogones y frigoríficos, en los que se crean densas atmósferas traspasadas de interacciones tanto humanas como profesionales, en cierta manera parecidas a las que rigen en un barco mercante en alta mar. Un microclima claustrofóbico que ha inspirado muchas historias en clave de drama o de comedia.
Hace ya sesenta y ocho años, el dramaturgo británico Arnold Wesker (1932-2016) estrenó ‘En la cocina’, obra icónica de losAngry Young Men (Los jóvenes airados), generación de autores británicos que incluye a Harold Pinter o John Osborne, entre otros. De origen humilde, hijo de un sastre ruso y una ama de casa húngara, ambos judíos, Wesker trabajó en oficios variopintos: desde ebanista a repostero, antes de triunfar como dramaturgo. Escribió cuarenta y dos obras y practicó todos los géneros. En 2016, fue nombrado caballero.
‘En la cocina’ refleja su experiencia mientras estaba empleado en el Bell Hotel de Norwich, un retrato auténtico y vivaz de las clases trabajadoras que obtuvo gran éxito y que, en 1973, recibió el Premio El Espectador y de la crítica en España por visibilizar sin acritud ni heroísmo a una clase social que, desde la trastienda, hace rodar los engranajes del mundo.
Esta obra es la que escogió Iria Márquez para realizar un montaje con los alumnos del Taller de Interpretación no profesional de nivel avanzado que imparte en la Acadèmia Escènica de València, y que se estrena esta semana en el ecuador de la XIV edición del Festival de Talleres de Teatro Clásico de Sala Russafa.
«Escogí esta obra porque buscamos no solo clásicos, sino también autores contemporáneos. No conocía a Wesker y siempre es enriquecedor descubrir nuevos creadores», dice Márquez. «Además, la pieza es muy coral y permite que todos los intérpretes muestren sus dotes».
«En la Acadèmia hay tres niveles, aparte de clases de posgrado y danza. Algunos asisten a sus clases desde hace ocho años y han alcanzado unas competencias que permiten poner en pie este tipo de montajes, que los críticos bautizaron como kitcken sink drama porque trasladan la acción a los espacios menos romantizados, con personajes realistas y situaciones cotidianas».
La trama transcurre en el interior del restaurante Marango, entre fogones, sartenes, ollas, tablas de cortar y mesas donde pinches, pasteleros y chefs preparan las comandas que los camareros hacen llegar a los clientes. Durante poco más de una hora, el mundo de quienes trabajan en entornos invisibles adquiere protagonismo.
«Disponer de un elenco de doce intérpretes es un lujo, pero tiene contrapartidas. Mi mayor reto como directora ha sido coordinar la acción, pues están en constante movimiento durante la hora y cinco minutos que dura la función hablando y manipulando objetos en constante trasiego. Así se va generando un murmullo que se incrementa, conforme aumenta una clientela a la que nunca vemos».
«Se suele decir que el teatro es conflicto», añade Márquez, en alusión a que la confrontación entre personajes o con el destino sirve, en muchas ocasiones, para contar historias. «Sin embargo, ‘En la cocina’ encarna a personas de a pie haciendo labores sencillas, como las de cualquier profesional de la hostelería, y hace un espectáculo de sus vidas cotidianas».

«A nivel interpretativo, ha sido muy interesante porque nos ha permitido trabajar el naturalismo y la organicidad. No hay grandes parlamentos; lo que vemos son las cuitas y los pequeños sueños de la gente corriente. Personas que se esfuerzan en lo que hacen y que están agotados, que sufren la presión y las consecuencias físicas de jornadas extenuantes», describe la directora y docente, aludiendo a una de las temáticas de la obra: la deshumanización de los entornos laborales. Algo que, por desgracia, sigue vigente pese al tiempo transcurrido desde que se escribió esta historia.
La versión de Márquez, además de reducir el número de personajes, actualiza el trasfondo social para adecuarlo a la realidad del siglo XXI. Se trata de una visión completamente distinta de la que ofrecen los talent show culinarios. «No hay competiciones ni alardes de creatividad gastronómica. Los personajes están trabajando mientras conversan y, a veces, el ritmo se vuelve tan rápido que crece la tensión, como una olla a presión que puede estallar en cualquier momento. Pero se mantiene la humanidad, la cercanía, haciendo que cualquier espectador pueda sentirse identificado con lo que viven estos trabajadores durante su jornada laboral», concluye Iria Márquez.
- Iria Márquez: “’En la cocina’ encarna a personas de a pie haciendo labores sencillas, y hace un espectáculo de sus vidas cotidianas” - 20 junio, 2025
- Helena Ordóñez (Contorsions): “El circo contemporáneo goza en València de muy buena salud” - 19 junio, 2025
- ‘Voluntarios: la riada silenciosa’: Rambleta rinde homenaje a la solidaridad ciudadana - 16 junio, 2025