Womanology

‘Womanology’
Colección José Ramón Prieto
Bilboko Arte Ederren Museoa
Museo de Bellas Artes de Bilbao
Museo Plaza 2, Bilbao
Hasta el 5 de septiembre de 2021

Interesante colección del bilbaíno José Ramón Prieto. Una muestra multidisciplinar de arte contemporáneo formada solo por obras de mujeres. El título procede de una de las obras expuestas, la de la pintora Lynette Yiadom-Boakye. Sus personajes suelen aparecer siempre situados al margen de cualquier tiempo y lugar, pero irrumpiendo desde una desconcertante realidad fronteriza. El sentido de esta obra está latente en la mayor parte de la colección.

‘Womanology’, de Lynette Yiadom-Boakye, en la exposición homónima del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

La muestra del Museo de Bellas Artes de Bilbao recoge 43 obras de 35 artistas (casi toda la colección privada de José Ramón Prieto), incluyendo nombres conocidos como Marina Abramovic, Louise Bourgeois, Tracey Emin, Cristina Iglesias, Laure Prouvost o Barbara Kruger. A través de los distintos lenguajes contemporáneos, reúne múltiples disciplinas artísticas como la pintura, la escultura, el dibujo, el grabado, la fotografía o la videoinstalación.

A pesar de sus diferencias de estilo o forma de expresión, la mayor parte de las obras expuestas trasmiten la misma idea: destruir el imago femenino como mito para reconstruirlo en torno al cuerpo, el sexo y la mirada. La mística, la tecnología, el paso del tiempo o la muerte completan los interrogantes de esta exposición.

El mito

Eve Sussman versiona la leyenda romana del ‘Rapto de las Sabinas’ en un video musical, uno de cuyos fotogramas se expone en la muestra. Como dice el título, una desintegración en forma de Hidra: el caos de la naturaleza en estado virgen, una realidad original que, definida literalmente, aún no ha sido modificada por el hombre.

Si el mito romano hablaba de la creación de una sociedad, la obra de Sussman propone la destrucción de una utopía: la actuación de las mujeres en la obra deriva en un caos que acaba con la perfecta realidad ideada por el deseo masculino. La consigna es conocida: para construir, destruir.

‘Disintegration at Hydra’ (fotograma de The Rape of the Sabine Women), de Eve Sussman, en la exposición ‘Womanology’ del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Ana Laura Aláez rescata otro mito: el de Narciso. En el doble de su mundo espejo (inmersa en su seno), cubre con polvos su cuerpo desnudo para crearse otro, del que está enamorada. Reflejos del deseo autocomplaciente.

‘Creative powders III’, de Ana Laura Aláez, en la muestra ‘Womanology’ del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

MitheOrbita, de Alicja Kwade, gira también alrededor del mito: una Afrodita decapitada sostiene en las manos los restos de su belleza hecha añicos. La autora pone así bajo sospecha la realidad del cuerpo en el marco de un tiempo y espacio siempre subjetivos, queriendo demostrar lo pasajero del mundo percibido.

‘MytheOrbita’, de Alicja Kwade, en la exposición ‘Womanology’ del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Destruir el mito al precio que sea; liberarse de una vez por todas del corsé que ciñe ese cuerpo-mito.

En primer plano, ‘Corsé f’, de Dora Salazar, en la exposición ‘Womanology’ del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Y con la caída del mito, también lo místico: porque no debe haber nada más allá de ese cuerpo liberado y vaciado (a pesar de su paradoja: desear afirmarse fuera de la mirada deseante y al mismo tiempo ser trascendido de la suya propia).

Pero con una excepción.

Mística sacrificial

La excepción es Marina Abramović. La artista no tiene ningún problema en recurrir al mito renacentista para representar su Pietá, y lo hace además bajo la forma dramática del claroscuro tenebrista. Pero la comparación de su obra con la de Miguel Ángel, aunque inevitable por imitar su pose, se queda solo en eso.

Sin entrar en consideraciones éticas, la diferencia es clara. En Miguel Ángel, la imagen de la mujer sintetiza esa enorme contradicción nunca resuelta: la de ser madre y virgen al mismo tiempo, lo que le introduce de lleno en la lógica narrativa del idealismo. En la obra de Abramović, la mujer parece solo una mujer, la compañera del hombre que yace en sus brazos. Pero su vestido rojo sangre recortado contra el fondo opaco y el gesto sacrificial parecen sugerir más bien la presencia de una oscura sacerdotisa.

En Miguel Ángel, la mujer-madre-virgen es además un símbolo: el gran tamaño de su figura (si se pusiera en pie doblaría la altura del hijo), nos hace pensar en la madre naturaleza. Con la cabeza inclinada hacia abajo y la mano abierta hacia arriba, fusiona la tierra y el cielo en un solo gesto.

En Abramović, las figuras de la mujer y el hombre se sumen en el vacío de un fondo oscuro. En ese espacio cerrado no hay nada más. El hombre es entregado muerto como ofrenda a ese vacío que lo envuelve todo. Vestido de blanco seminal, el hombre con su postura yaciente dibuja una ‘M’. Esa ‘M’ que, en su doblez, se convierte en una ‘W’. Mujer y hombre formando un matrimonio sacrificial sometido al poder absoluto de la nada.

‘Pietá’, de Marina Abramović, en ‘Womanology’ del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

El cuerpo

Visto con los ojos irónicos y poéticos de Laure Prouvost. O como ella misma dice en su título, las pinturas ocultas que la abuela mejoró, sintiendo tu mirada.

‘The hidden paintings grandma improved-feeling your gaze’, de Laure Prouvost, en la muestra ‘Womanology’ del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

El cuerpo (la maternidad)

En los últimos años de su vida, Louise Bourgeois produjo una serie de dibujos en gouache sobre la maternidad y la familia. Uno de los dibujos pertenecientes al primer grupo es el que se expone aquí.

La pintura corrida sobre el agua fluye en contornos que se degradan, uniendo así lo que se genera y lo que envejece, principio y final de cualquier cosa que exista. Aunque este efecto de degradación del pigmento está más pronunciado en otros dibujos de la serie, el efecto que persigue la artista parece ser aquí el mismo: expresar los miedos sobre el envejecimiento del cuerpo y las reacciones enfrentadas y hostiles que provoca, especialmente en relación con el cuerpo materno (¿tal vez también una alusión al tabú de las madres tardías?).

‘Pregnant woman’, de Louise Bourgeois, en ‘Womanology’ del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

El cuerpo (el sexo en bruto)

La manera reveladora, confidencial, de Louis Bourgeois resuena en el arte de Tracey Emin. Aunque en este caso, de forma cruda y explícita, mostrando al desnudo, como una terapia, los desgarros de una intimidad saturada de sexo, alcohol y drogas.

‘Oh fuck’, de Tracey Emin, en ‘Womanology’ del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

La mirada-pregunta

La muestra parece lanzar hacia dentro y hacia fuera la misma pregunta una y otra vez: más que saber qué es la mujer, qué quiere ser o qué lugar ocupa, lo importante sería saber quién es.

Como la mirada interrogante y meditativa de la obra de Barbara Kruger, esa mirada-pregunta que siempre va a estar ahí viendo a través de ti.

‘Seeing through you’, de Barbara Kruger, en ‘Womanology’ del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Iñaki Torres