A propósito de Blancanieves
Centro del Carmen
Valencia
Blancanieves, Cenicienta, La Bella Durmiente, Caperucita Roja… Los cuentos de hadas de los Hermanos Grimm, de Perrault, de Andersen, se han convertido en nuestra época en relatos políticamente incorrectos. Desde un pensamiento de corrección política, estos relatos, si no hay que vetarlos -como la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, sugirió durante su ministerio-, por lo menos hay que reescribirlos. Las nuevas versiones de los cuentos tradicionales deben anular la diferencia sexual, la bondad y la maldad, y la animalidad de las fieras. Así pues, nada de princesas pasivas, ni príncipes activos, ni madrastras, ni hermanastras castigadas, ni brujas, ni ogros, ni lobos violentos. Nuevos cuentos maravillosos asépticos, sin conflicto sexual, sin violencia, sin maldad, con el fin, para estas mentes políticamente correctas, de evitar la angustia en la experiencia del niño. Cuando, en realidad, el cuento maravilloso es un espacio mítico que permite encauzar la angustia que todo sujeto siente en el momento de configurarse como un ser singular, mortal y sexual. Mediante estos cuentos, el niño se identifica con la serie de confictos que él mismo ya experimenta: diferencia sexual, desprotección familiar y amenaza exterior. De manera que el trayecto narrativo le permite tomar conciencia de los riesgos que tiene la vida y a los que se ha de enfrentar. Trayecto que le permitirá, en la ficción, ensayar su propia maduración.
Begoña Siles
- Sala Russafa arranca su XV temporada de la mano de Russafa Escènica y de ‘La reina pirata’ - 5 septiembre, 2025
- Las poéticas del cuerpo de Antonio Portillo Carbonell: una exploración sensible en el Centro Cultural Reina 121 - 3 septiembre, 2025
- Avelino Sala muestra en ‘Anatomia di una natura morta’ la Venecia que se resiste a perder su identidad - 2 septiembre, 2025