V edición del Anuario AC/E de Cultura Digital
Acción Cultural Española (AC/E)
Acción Cultural Española (AC/E) ha publicado su quinta edición del Anuario AC/E de Cultura Digital dedicado, este año, al lector en la era digital. El Anuario AC/E es el resultado de la reflexión emprendida hace cinco años sobre la manera de incorporar la dimensión digital a los objetivos de AC/E y a la labor de apoyo al sector cultural. Una publicación anual que busca reflejar el impacto que Internet está teniendo en nuestra sociedad con el fin de profundizar en la transformación del sector cultural y ayudar a sus entidades y profesionales a crear experiencias en línea con las expectativas de los usuarios del siglo XXI.
En esta nueva edición, el Anuario expone, a través de ejemplos de buenas prácticas nacionales e internacionales, los grandes cambios que están experimentando la lectura y los lectores en la era digital.
El contenido se divide en dos grandes secciones para facilitar la lectura a los diferentes públicos objetivos. Por un lado, una primera parte que reúne siete artículos de profesionales de la cultura y especialistas del entorno digital para ayudarnos a conocer y reflexionar sobre los cambios en los que está inmersa nuestra sociedad en su conjunto, y tras los que también se adivinan nuevas oportunidades para el sector cultural.
Los temas que la edición de este año son: ‘Las nuevas ciudades conectadas y la cultura’ (Mario Tascón); ‘La creatividad inmersiva, inmersividad creativa’ (José Manuel Menéndez y David Jiménez Bermejo); ‘Diseño digital de contenidos culturales: Hacia un nuevo modelo de exposición transmedia’ (UNIT Experimental, Universidad Politécnica de Valencia); ‘El futuro de las redes sociales’ (Jovanka Adzik); ‘Impacto del modelo Netflix en el consumo cultural en pantallas: Big Data, suscripción y Long Tail’ (Elena Neira); ‘El peso creciente de la voz y el sonido para comunicar en la era digital: El protagonismo de la oralidad’ (Emma Rodero); ‘La creatividad computacional como frontera de la inteligencia artificial y su potencial impacto sobre la creación literaria’ (Pablo Gervás).
Por otro lado, la segunda parte del Anuario plantea, como cada año, un Focus que en esta edición expone los grandes cambios que están experimentando la lectura y los lectores en la era digital con el objetivo de dar una visión de conjunto sobre esta cuestión.
Los autores, Luis Miguel Cencerrado, Elisa Yuste y Javier Celaya, trazan así un mapa para ayudarnos a conocer y a movernos con desenvoltura entre todo tipo de textos, destacando la figura del lector en el contexto actual de lectura híbrida (papel, digital, audio, visual, transmedia, etc.) que es la que propicia la era digital que nos ha tocado vivir.
Los anuarios se publican en español e inglés, en formatos PDF y EPUB, y con descarga gratuita bajo una licencia de Creative Commons tanto en la web de Acción Cultural Española, en la sección de publicaciones digitales así como en las principales distribuidoras de libros digitales nacionales e internacionales.
CONCLUSIÓN
En el conjunto de artículos del Anuario se ofrece una caracterización de las prácticas de lectoescritura en el entorno digital; se traza un boceto del lector multimodal, de las competencias que requiere y las habilidades que desarrolla; se identifican y presentan los materiales de lectura digital y los criterios de calidad a tener en cuenta para su análisis; se reflexiona sobre la adaptación de las estrategias de las campañas, actividades y programas de promoción de la lectura y de alfabetización múltiple al contexto híbrido de lectura en papel y en pantalla y se presentan experiencias de lectura digital desarrolladas en distintos espacios y ámbitos diversos.
Hablar de lectura y escritura hoy engloba multiplicidad de situaciones, de intenciones, de materiales, de canales y de formatos. Por tanto, es preciso revisar y fijar un acuerdo sobre qué entendemos por lectura en general y lectura digital en particular, buscando conseguir un equilibrio entre las prácticas espontáneas y letradas de lectoescritura, de manera que no queden excluidos significativos usos actuales de la lectura y la escritura que se desarrollan en la esfera digital.
Al igual que se precisan datos fidedignos sobre la edición digital en España, también necesitamos datos claros sobre los niveles de lectura digital de los españoles. Ello implica contemplar en las encuestas y estudios estadísticos el concepto amplio de lectura y adaptar los parámetros centrados en la lectura impresa a los nuevos contextos de lectura.
De igual manera, necesitamos profundizar en una aproximación cualitativa al fenómeno de la lectura digital, conocer más a fondo los procesos de lectura y comprensión de la diversa tipología de textos digitales; preguntarnos sobre los mecanismos de motivación y adopción de la lectura digital por parte de los lectores de todas las franjas de edad.
La contextualización del libro y la lectura en lo que algunos denominan ecología mediática hace preciso que se revisen algunos conceptos y prácticas de difusión y promoción de la lectura con el objeto de que el tradicional punto de vista «librocéntrico» abra paso a una perspectiva más abierta, transmedia y multimodal.
No se puede desligar la lectura, y menos aún las prácticas de lectoescritura digitales, del resto de las prácticas culturales y de las transformaciones que también experimentan en su tránsito a la esfera digital. Dentro de las diferencias de lenguaje de cada expresión cultural y de la recepción de estas por parte del público existen muchos elementos y factores comunes en la evolución de todas ellas en el contexto actual, en los modos de acceder a sus contenidos y en las experiencias que transmiten que se deben tener en cuenta.
La evolución de las interfaces de lectura precisa también reforzar los espacios de intercambio, comunicación y formación en el uso y disfrute de la lectura digital. Al igual que las interfaces modulan y condicionan la lectura, la formación y la capacitación en torno a la lectura digital inducen al lector a rechazar las nuevas formas de lectura o favorecen que este asuma de forma práctica la complementariedad de canales y soportes en sus distintos itinerarios de lectura.
La evolución de la lectura digital no implica la ruptura con la tradición del libro y la lectura, pero requiere de cambios en las estructuras tradicionales ligadas a la creación, difusión y promoción de la lectura y la escritura. Se trata de aprovechar las ventajas que el entorno digital ofrece a todos los agentes que intervienen en estos procesos en torno a espacios más abiertos y polifónicos en los que tengan cabida las nuevas formas de narrar y de acercar informaciones y conocimientos.
En este contexto, obviamente, las tecnologías de la información y la comunicación están en la base de los cambios que se operan en los ámbitos educativo y cultural de nuestra sociedad. Este cambio de escenario que el avance tecnológico propugna trae como consecuencia que se remuevan profundamente también las estructuras de las instituciones educativas y culturales bajo el influjo de las nuevas formas de comunicación digital e interactiva.
La revolución digital produce, por tanto, un cambio en las prácticas sociales y culturales que implica la creación de nuevos escenarios y procesos culturales, así como la implementación de diferentes estrategias institucionales.
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