Tic-Tac, de Carles Alberola, Pasqual Alapont y Rodolf Sirera
Teatro Principal
C / Barcas, 15. Valencia
Hasta el 20 de enero de 2019
Es un texto escrito a seis manos, entre los dramaturgos Carles Alberola, Pasqual Alapont y Rodolf Sirera. Un texto cuyo título Tic-Tac se ha convertido en metáfora de lo que el Institut Valencià de Cultura (IVC) y la Diputación de Valencia pretenden que sea el teatro público en la Comunidad Valenciana. “Es un ejemplo de producción pública, pero no debería ser el único ejemplo”, resaltó Sirera. “No como un espectáculo aislado, sino como proyecto cultural que se ha de completar en los próximos años”, recalcó, proponiendo como bases de ese teatro público “repertorio, repertorio y repertorio”, además de obras “de gran producción y de autores contemporáneos”.
Rodolf Sirera expuso esas líneas como profesional del sector teatral al que las instituciones públicas, dijo, “debería consultar”, para confeccionar ese futuro plan de las artes escénicas. Ahí quedó eso. Enseguida reaccionó Rosa Pérez Garijo, diputada de Cultura, para decir: “Soy una intrusa y, por tanto, hay que escuchar a los profesionales. Y eso es lo que estamos haciendo”, señalando a Josep Policarpo, al frente del Teatro Escalante de la Diputación. Abel Guarinos, director del IVC, reconoció también que esa era la línea: “A grandes líneas, será lo que ha dicho Rodolf [Sirera]”.
Todo ello en el marco de la presentación del reestreno de Tic-Tac en el Teatro Principal de Valencia, cuyo ejemplo viene a marcar la hora de ese impulso de la escena pública valenciana, al ser “el musical más visto de la historia del teatro público valenciano, que si bien no se remonta a las cuevas prehistóricas, lo cierto es que ha gozado del favor del público”. No solo eso, sino que también ha recibido el favor del sector al recibir, entre otros galardones, el de Mejor Espectáculo Musical en los Premios Max. La creación “100% valenciana” ha costado a las arcas públicas 270.000 euros.
Noèlia Pérez, que junto a Josep Zapater ha firmado la banda sonora de Tic-Tac, se congratuló del éxito del espectáculo, subrayando igualmente lo que todavía faltaba por hacer para culminar tan triunfal recorrido: “Hay que exportarlo”. “Como los caquis”, añadió Zapater. Pasqual Alapont salió al quite para completar la reflexión: “Esperemos que la exportación sea mejor que la de los caquis, porque la agricultura no está para echar cohetes”. Y ya más en serio explicó que, a pesar del éxito, “el teatro trabaja para un solo espectador”, señalando cómo “a partir de la ficción, que no alienación, la obra es la vacuna que nos hace vivir”.
¿Cuáles son los ingredientes de esa vacuna? “Es un texto interesante de contenido y de forma”, destacó Guarinos. “Tiene la magia del teatro y de la ficción”, resaltó Noèlia Pérez, que también avanzó algunos de los cambios introducidos en el espectáculo que después del Principal de Valencia irá al de Castellón: “”El deber de un artista es que si crees que hay algo a mejorar tienes que hacerlo. Y cuando los profesionales que protagonizan el espectáculo crecen has de ir a la par, de ahí que hayamos dado más contundencia al número final, porque nos lo pedía”.
¿Y por qué Tic-Tac? Guarinos desveló que al principio se barajó la posibilidad de otro título: “Mai no caminaràs sol”. Alapont explicó que los títulos se suelen poner in extremis “por la presión del productor”. Y, tras la ironía, señaló que el título era perfecto porque simbolizaba el espíritu del espectáculo: “Está la redención [entre un padre y un hijo] y la urgencia por parte del protagonista principal de aprobar cierta asignatura sentimental. Es bonita metáfora de la urgencia para vivir y ser felices”. Porque Tic-Tac, como apuntan sus responsables, “es un musical sobre la necesidad de la ficción en nuestra vida, aquel territorio mágico donde los sueños se hacen realidad”.
Un total de 14 intérpretes, entre los que están los propios Carles Alberola, Noèlia Pérez y Josep Zapater, llevan a cabo tan difícil misión. Detrás de ellos, un amplio equipo técnico sostiene la tramoya de un espectáculo que estará en el Principal más de un mes. “Cinco semanas en un teatro es una locura, pero es una sana locura”, subrayó Guarinos, quien emocionado con la obra musical (“la he podido escuchar en el coche y he llorado de emoción”) sentenció: “Está a la altura de cualquier musical de Madrid o de Broadway”.
Salva Torres
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