Thomas Hirschhorn

#MAKMAArte
Thomas Hirschhorn: ‘¡Energia = Sí! ¡Calidad = No! (Un taller crítico)
Bombas Gens Centre d’Art
Avda. de Burjassot, 54. València
Del 27 de octubre al 21 de noviembre de 2021

Bajo el título ‘Energía = ¡Sí! Calidad = ¡No!’tuvo lugar el taller crítico que entre el 27 de octubre y el 21 de noviembre acogió Bombas Gens Centre d’Art enfocado a desarrollar un juicio propio tras compartir una producción personal y estar abierto a ser juzgado bajo el criterio de la energía. El taller estuvo dirigido por Thomas Hirschhorn y comisariado por Sandra Guimarães, directora igualmente de Bombas Gens, con los que conversamos para esta entrevista.

“‘Energía = ¡Sí! Calidad = ¡No!’ es una de mis pautas como artista. Es una afirmación, es algo constitutivo de mi trabajo y siempre le he sido fiel. Refleja mi posición de cómo trabajo en el arte, porque yo mismo no sé lo que tiene calidad, no sé lo que es el arte de calidad, pero sí cuándo una obra de arte tiene energía’, empezó diciéndonos Hirschhorn.

“Energía = ¡Sí!’ es la afirmación de que las cosas que tienen su propia energía son importantes. La energía es lo que cuenta, la energía es lo que puedo captar, la energía es lo que puedo compartir y es lo universal. ‘Energía = ¡Sí!’ es una declaración de movimiento, de dinámica, de invención, de actividad, de pensamiento. Se trata de decir «Sí» a algo sin establecer un criterio exclusivo”, agregó el artista.

Thomas Hirschhorn, en un momento del taller impartido en Bomas Gens. Imagen cortesía del centro de arte.

Hirschhorn dijo estar en contra de la etiqueta calidad, en todas partes, y, por supuesto, en el arte: “Por lo tanto, propongo seguir la directriz ‘Calidad = ¡No!’ y sustituirlo por ‘Energía = ¡Sí!’. ‘Energía = ¡Sí! Calidad = ¡No!’ (un taller crítico)es la resistencia a ser neutralizado por los criterios exclusivos de la calidad”. Y añadió: “La calidad es el lujo de mantener distancia con todo lo que no tiene calidad. No sé qué tiene calidad, ni dónde hay calidad. La calidad siempre es un intento de establecer una escala, de distinguir ‘alta calidad’ o ‘baja calidad’, pero yo mismo no sé, hoy, qué tipo de trabajo tiene calidad”.

Utiliza el término ‘energía’ como un término positivo porque incluye al otro, “está más allá de lo bueno y lo malo -incluso la mala energía es energía- y la energía se sitúa más allá de los hábitos culturales, políticos y estéticos”.

En el taller, libre de inscripción, cada participante trae una contribución, algo que provenga de sí mismo para posteriormente ser discutido en igualdad por todo el grupo. Al taller han asistido tanto personas interesadas en el arte, como personas ajenas totalmente al mundo del arte. Thomas Hirschhorn y Sandra Guimaraes salieron en cuatro ocasiones a invitar a grupos de personas: de la Cruz Roja, Proyecto Hombre, Nueva Opción, asociaciones de fallas, de música, escuelas y universidades.

Thomas Hirschhorn, al fondo, impartiendo el taller ante un nutrido grupo de personas. Imagen cortesía de Bombas Gens.

“El trabajo de Thomas Hirschhorn es muy enriquecedor en el sentido de que vamos al encuentro de las problemáticas de los ciudadanos, de lo que puede caracterizarlos, lo específico”, intervino Guimaraes.

“Hay un aspecto de querer trabajar para un público no exclusivo, que es lo que direcciona ese trabajo de campo, porque queremos incluir a personas que tienen otros problemas que no son arte, que son excluidos, que tienen adicciones, o están envejeciendo. La idea es compartir con esas personas, ya que eso crea dinámicas, sesiones de talleres muy diversas en las que se fomenta una especie de momento utópico donde todos compartimos algo muy especial”, resaltó la directora de Bombas Gens.

“Estos talleres”, continuó explicando Guimaraes, “son parte de lo que Thomas llama ‘Guideline: Presence and Production’, lo cual quiere decir que el artista está presente produciendo con los demás que participan en el workshop. Es un concepto muy preciso que él ha desarrollado y que encuentras también en otras formas de su trabajo”.

“Todo un trabajo para hacer, para mostrar que estamos aquí con el fin de manifestar cuál es nuestra filosofía o visión. La verdad es que tener un museo con vida, con gente, supone ofrecer un lugar de encuentro donde se comparte y donde se puede estar en contacto con el arte. Relacionarte con el arte y tener diferentes experiencias artísticas. Esto es una experiencia artística, a la que todos son bienvenidos”, concluyó Sandra Guimaraes.

Thomas Hirschhorn, en plena actividad durante el taller impartido en Bombas Gens. Imagen cortesía del centro de arte.