Susana Gijón, Paz Castelló y Mª Carmen Copete. Ilustración de Kai Marrón.

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Susana Martín Gijón | ‘Especie’ (Alfaguara)
Paz Castelló | ‘Ninguna de nosotras tendrá compasión’ (Ediciones B)
Mari Carmen Copete | ‘La ciudad mimética’ (Obscura)

La novela negra nació como un género menor destinado al entretenimiento popular con claro predominio de testosterona. Historias de acción trepidante ahítas de violencia, protagonizadas por hombres duros: detectives, policías, gánsteres y delincuentes. La única presencia femenina relevante la constituían las víctimas y las vampiresas, la inevitable femme fatal que lleva al héroe por un camino de perdición a un laberinto de mentiras.

Pese la marcada masculinidad del noir, muchas autoras se atrevieron pronto a hincar el diente a un sabroso pastel con la intriga como masa madre. Agaha Christie, PH. James, Anne Perry, Patricia Cronwell, Patricia Highsmith son solo algunos nombres. Todas ellas aportaron, lógicamente, su visión y sensibilidad femenina, pero siguiendo las reglas del juego.

En las última décadas, las mujeres han entrado a saco en la novela negra para romper esquemas, renovarla desde dentro y demostrar que los buenos investigadores no tienen por qué ser siempre tipos de pelo en pecho, neuróticos, divorciados y dipsómanos. Siguiendo la estela de Fred Vargas, P.H. James o Alicia Giménez Barlett, entre otras muchas, rompen los límites y mediante la hibridación con otros géneros aportan al noir un toque de sensualidad, humor o terror fantástico, dotandolo de un amplio abanico de matices.

En vísperas del Festival València Negra, MAKMA reúne a tres autoras que han publicado recientemente: Susana Martín Gijón con ‘Especie’ (Alfaguara), Paz Castelló con ‘Ninguna de nosotras tendrá compasión’ (Ediciones B) y Mari Carmen Copete con ‘La ciudad mimética’ (Obscura). La relación del hombre con los animales, el empoderamiento femenino y el terror fantástico son, en síntesis el contenido de sus respectivas historias.

Susana Martín Gijón | ‘Especie’

Nacida en Sevilla y residente en Mérida, Susana Martín Gijón cambió el activismo político por la actividad literaria sin abandonar por ello su principal objetivo: ejercer la crítica social. Y para ello sigue una estrategia poco habitual: en vez de partir de una trama o de un personaje, lo hace de una idea. En su doble trilogía ‘Más que cuerpos’ aborda la violencia de género o la trata de blancas, y en ‘Progenie’, finalista del Premio Valencia Negra de la pasada edición, los conflictos en torno a la maternidad y a la reproducción asistida.

En ‘Especie‘ (Alfaguara), se adentra en otro asunto polémico: el trato que damos a los animales. Para reflejar esa realidad, vivió varios días en un santuario vegano, se infiltró en un matadero, se documentó sobre experimentos que llevan a cabo algunas industrias cosméticas, sobre las rehalas de perros, etcétera. Pese a la dureza del tema, ‘Especie’ resulta una lectura amena por la viveza de los diálogos impregnados de humor y la humanidad de sus personajes.

En un caluroso mes de septiembre aparecen en lugares emblemáticos de Sevilla tres cadáveres asesinados de forma muy extraña. Uno, desollado, otro, molido a palos, y, un tercero, inflado de comida hasta reventar. Camino Vargas y su equipo están totalmente desconcertados hasta que una joven agente, Evita Gallego, detecta un patrón común que les permite abrir una línea de investigación. Todo parece encajar cuando, al otro lado del Atlántico y en las calles del casco antiguo de Florencia, aparecen muertos con las mismas características.

Para Martín Gijón la literatura es otra forma de hacer política. “La crítica social está presente en todas mis novelas y elijo un tema en el que pongo el foco, para lo cual me sirvo del género negro, de intriga o policíaco porque es en el que más cómoda me encuentro. Creo que esta forma de escribir es un reto, tanto para el escritor como para el lector, trazando un camino y dibujando las pistas, como si de un juego se tratara, pero sin desvelar nada hasta el desenlace final inesperado y la sorpresa”.

Una de las claves del éxito de sus últimos títulos es su protagonista, la inspectora Camino Vargas, “una mujer que va a su bola, es comilona y no le importa guardar la línea, y tiene como mascota una granja de hormigas. Es desmañada, un poco bruta, pero encantadora”, concluye Gijón.

Paz Castelló | ‘Ninguna de nosotras tendrá compasión’

“No permitas que quien te encerró un día sea tu carcelero para siempre. No dejes que quien te ha roto se quede un pedazo”. Es el consejo que brinda Nora a su amiga y amante Camila. Son las protagonistas de ‘Ninguna de nosotras tendrá compasión‘ (Ediciones B), quinta novela de la periodista alicantina Paz Castelló, ambientada en la ciudad de Alicante. Estas dos mujeres de distintas generaciones –Camila, de 45 años, y Nora, de 25– tienen cuentas pendientes con hombres que les han destrozado la vida y bajo la guía de la más joven planean su venganza.

“Son dos mujeres que se plantan frente al mundo dispuestas a marcar su propio destino”, dice Castelló. “Ambas se ponen frente al espejo que es la otra y se enriquecen mutuamente”.

Aliñada con una buena dosis de sensualidad y erotismo, se trata de una domestic noir sin policías ni detectives, cuyas protagonistas viven unas circunstancias que se les podrían plantear a cualquiera. “De esta forma el lector se identifica más”, afirma Castelló. Como periodista de larga trayectoria, Castelló se vale de la literatura para tratar en profundidad y con una mirada subjetiva temas de interés social, especialmente los relacionados con el feminismo y empoderamiento de la mujer.

Mari Carmen Copete | ‘La ciudad mimética’

La ciudad mimética‘ es la primera novela que Mari Camen Copete edita con un sello editorial, Obscura, pero no la primera que escribe, como demuestra la madurez de su prosa. Nacida en Tarrasa hace 37 años, reside en Onda (Castellón), Copete, lectora ávida del género policíaco y de terror, ha concebido una historia fantástica que los hibrida en un alarde de fértil imaginación.

Eduardo Castañeda es un inspector de policía de València que tras enterrar a su hijo pequeño se enfrenta a un caso muy especiel. La serie de muertes y desapariciones masivas que afectan a la ciudad del Turia dos meses al año, en lo que se llaman ‘Ciclos’. Comienza a sospechar que los crímenes están relacionados con una atracción de la feria instalada en la Marina, un show de realidad virtual, ‘Asiste a una muerte’, publicitado bajo el emblema de una cornucopia, en el que los espectadores utilizan unas gafas muy particulares.

Pero lo que ocurre es todavía más terrible y atroz: una entidad extraterrestre se ha instalado en un plano paralelo de València, la ciudad mimética, y exige continuos sacrificios para alimentar a un ser insaciable. En busca de respuestas, Castañeda se adentra en una versión aberrante de València poblada de especies alienígenas, donde se enfrenta a su terrible pasado y logra saldar su deuda.

“La historia se puede interpretar como un homenaje a H.P. Lovecraft y su obra, ‘La búsqueda en sueños de la ignota Kadath’”, dice Mari Carmen Copete. “Aunque mi ciudad mimética es diferente, también se trata de una experiencia onírica”. Pese al derroche de fantasía, la novela de Copete no responde a un intento escapista de la realidad. Su contenido plantea una cruda metáfora de la maldad intrínseca de la naturaleza humana y de la infinita capacidad de nuestra especie para dañar a otros y a nosotros mismos. Un debú prometedor.

Susana Gijón, Paz Castelló y Mª Carmen Copete. Ilustración de Kai Marrón.
Susana Martín Gijón, Paz Castelló y Mari Carmen Copete. Ilustración de Kai Marrón.

Bel Carrasco