‘Maleïdes Dames’ (‘Malditas Damas’), de Chema Cardeña

#MAKMAEscena
‘Maleïdes Dames’ (‘Malditas Damas’), de Chema Cardeña
Intérpretes: Rosa López (Ana Karenina), Carme Juan (Ana Ozores), Pepa Juan (Madame Bovary) y Darío Torrent
Arden Producciones
Sala Russafa
Denia 55, València
Del 20 de abril al 12 de mayo de 2024

‘Madame Bovary’, ‘Ana Karenina’ y ‘La Regenta’. Tres novelas claves de la literatura universal del siglo XIX firmadas por Gustave Flaubert, León Tolstói y Leopoldo Alas Clarín. Una Emma y dos Anas. Tres potentes personajes femeninos que encarnan, con distintos perfiles y en distintos países, a la mujer burguesa de esa época, encorsetada por las rígidas normas de una sociedad conservadora e hipócrita que les impedía realizar sus sueños.

Un prototipo que ha acuñado incluso un término psicológico, el bovarismo, aplicado a personas que sufren un estado de insatisfacción permanente por el fuerte contraste que existe entre sus ilusiones y aspiraciones y la realidad de su entorno.

El dramaturgo y director de escena Chema Cardeña ha espigado esas tres grandes novelas –que ya conocía; especialmente ‘Madame Bovary’, su preferida– para crear una pieza teatral en valenciano, ‘Maleïdes Dames’ (‘Malditas Damas’), que en solo una hora y cinco minutos teatraliza el drama de esas tres damas y lo presenta al espectador desde una nueva perspectiva, con la inclusión de algunos fragmentos literarios. Sin duda, un alarde de capacidad de capacidad de síntesis.

«Quienes conozcan las tres novelas, van a encontrar un acercamiento totalmente diferente a sus protagonistas», apunta el director. «Y quienes no, podrán seguir a la perfección la trama porque son ellas quienes narran al público unos acontecimientos sorprendentemente actuales».

Pese a los avances del feminismo estos últimos años, Cardeña opina que «seguimos arrastrando una especie de ceguera sobre la naturaleza de la mujer como ser humano». Y como suele hacer en sus obras, se remite al pasado para hablar de temas de actualidad: la violencia vicaria, las aspiraciones y los deseos femeninos.

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«La obra analiza la necesaria aceptación de la mujer en la sociedad tanto por los hombres como por las mujeres, porque todavía hoy son víctimas de ciertos prejuicios y esterotipos que las condenan. En dos siglos han cambiado muchas cosas, pero hay formas actuales de ver a la mujer y su relación con su entorno, con la ambición o con la sexualidad y el afecto, que siguen muy condicionadas por estos iconos decimonónicos».

Que las tres tuvieran finales trágicos, bien fuera como una huida, un castigo o un desenlace de la historia, es muy significativo. «No estaba bien visto que una mujer se dejara llevar por las pasiones o que tomara la iniciativa en ciertas cosas. Tampoco podía cuestionarse sus obligaciones como esposa o como madre. Como personajes, su única salida era la muerte», comenta el dramaturgo, que se pregunta qué percepción social y qué oportunidades tendrían en la sociedad de hoy.

Entre otras licencias necesarias para armar su montaje, Cardeña ha envejecido a sus protagonistas. Emma y las dos Anas ya no son veinteañeras o treintañeras, sino mujeres maduras que rondan los 50 y «que evocan su pasado en diferido y opinan con absoluta libertad y una mentalidad abierta para dar respuesta al juicio social que las condenó injustamente como mujeres frívolas y superficiales».

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Rosa López (Ana Karenina), Carme Juan (Ana Ozores) y Pepa Juan (Madame Bovary) ofrecen una nueva manera de encarnar a estas heroínas, más maduras y reflexivas. Sobre el escenario, con la serenidad de conocer el final de su historia, exponen su propia versión del relato, sus argumentos, su punto de vista, en un texto comprometido con el feminismo, decidido a cuestionar los discursos establecidos, a derribar iconos y prejuicios sobre el universo femenino abordando temas como el miedo, la pasión, el castigo, el pecado, el vínculo matrimonial o la violencia vicaria.

El escenario recuerda una caja de música donde las protagonistas evocan los principales acontecimientos de sus vidas. Las acompaña un narrador, interpretado por Darío Torrent, que se va convirtiendo en los diferentes hombres con los que se relaciona cada una y ejemplariza al hombre objeto.

Desde la sororidad, las tres interactúan y van comentando sus experiencias, ofreciendo sus argumentos, las justificaciones a unos hechos que las sentenciaron al sufrimiento, simplemente, por su condición femenina. «Si los protagonistas de estas tres grandes novelas hubieran sido masculinos, la trama se hubiera desarrollado y se habría recibido socialmente de manera totalmente distinta», afirma Cardeña. Ese doble rasero, en su opinión, sigue vigente hoy día.

Sala Russafa ha organizado dos sesiones de ‘Viernes Fórum’ para analizar esta pieza. El 26 de abril, la escritora y política Ana Noguera analizará la influencia social y la representación de las heroínas literarias. El 3 de mayo, la psicóloga y sexóloga Laura Pérez García hablará sobre la evolución de la percepción social del deseo femenino.

Las miradas cerámicas de Ana Pascual
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Por otra parte, el hall de Sala Russafa acoge hasta el 5 de mayo la exposición ‘Miradas’, de la pintora, poeta y ceramista valenciana Ana Pascual. Una serie de 22 socarrats, técnica cerámica tradicional, mediante la que ha ofrecido su particular visión sobre personajes femeninos de la historia –Frida Kahlo, Cleopatra o Juana La Loca– y la ficción, como las tres protagonistas de ‘Maleïdes Dames’, además de mujeres anónimas. Barro, cal y óxido de manganeso y hierro para captar la esencia femenina.