Susana Guerrero

#MAKMAAudiovisual
‘Guerrero. La cabeza entre las manos’
Susana Guerrero, Mario-Paul Martínez y Vicente J. Pérez
Presentación del proyecto Guerrero
MACA
Plaza de Santa María 3, Alicante
28 enero de 2022

El proyecto Guerrero comienza con un deseo de documentar, pero siguiendo la estela de lo artístico, acaba por convertirse en un compendio de varias piezas, una serie de declaraciones e intenciones que oscila entre la muestra de la obra final y el registro de los procesos.

Esa pulsión hacia la anotación hace que el proyecto se componga no solo de un documental, sino también de la exhibición de varias de las obras que aparecen en el filme. El documental ‘Guerrero. La cabeza entre las manos’ cuenta una historia que enlaza con el presente, pero también sostiene otras historias que a veces se pierden… Algunas pudimos descubrirlas en la presentación realizada en el MACA, que contó con la presencia de los artistas involucrados en el proyecto.

En ocasiones, no sabemos situar la idea inicial o el impulso necesario para comenzar un proyecto, pero en este caso, la insistencia del director de la galería 532 Gallery, Thomas Jaeckel, que representa en el trabajo de Susana Guerrero en Nueva York, por registrar y presentar a la artista a través del formato audiovisual, llevó a Susana a pedir ayuda a sus compañeros de la Universidad Miguel Hernández de Elche. Es gracioso que, pese a su primera negativa, pues no querían hacer un publirreportaje, la historia detrás de los procesos les acabará por convencer.

Fotograma del documental ‘Guerrero. La cabeza entre las manos’, de Mario-Paul Martínez y Vicente J. Pérez.

“Nos lo hemos pasado muy bien haciendo el documental”, repitieron en varias ocasiones. Los cineastas Mario-Paul Martínez y Vicente J. Pérez, ambos con una gran experiencia en el ámbito audiovisual, supieron ver esas historias que se esconden detrás de las piezas de Susana Guerrero, la atracción de su estudio y, sobre todo, la forma de narrar de la artista. Así, que en el audiovisual sea su voz la que nos guíe. “Teníamos muchas horas de grabaciones de la voz de Susana. Una de las cosas más difíciles ha sido saber qué dejar y qué recortar”, cuenta Mario-Paul.

Toda una experiencia donde varias disciplinas se encuentran. “No es un documental al uso”, comenta la artista en una entrevista por teléfono, y es precisamente eso lo que se desvela tras su visión. Los planos estáticos, una atmósfera conseguida donde destaca el color y el dualismo de fondo-figura, nos introducen en los tres ejes principales que Guerrero trabaja. En un primer momento destaca, sobre todo, su interés por mitos, leyendas y supersticiones.

De hecho, refiere continuamente a Santa Catalina de Alejandría, santa descubierta por Susana en el Real Monasterio de Santa Clara de Toro (Zamora), donde existe una imagen del gótico español de esta santa decapitada que además está firmado por Teresa Díez, una de las pocas mujeres de las que tenemos su rúbrica. ‘Las Decapitadas’ es uno de los grandes proyectos de Guerrero, y tiene a la mujer como pieza central de las mitologías derivadas. Puede verse esto en su pieza ‘La mare dels peixos’, representación de la criatura propia de nuestra identidad valenciana que es, en palabras de la artista, “la primera que me encuentro que quiere ser decapitada”.

Susana Guerrero, entre Mario-Paul Martínez y Vicente J. Pérez, en el MACA.

Así pues, reconstruir el cuerpo de Santa Catalina es el late motiv de las sucesivas imágenes que vamos viendo donde la búsqueda del material se construye como otro de los ejes de su trabajo. “Cada material te habla”, explica Susana mientras busca en su cercanía esa materia que le permitirá, casi por arte de magia, reconstruir el cuerpo de la santa. El sonido de la técnica, la radial que roza el material y hace saltar la chispa, queda amplificado y aislado lo que sin duda ayuda a hacernos una mejor idea del proceso.

“Mientras grabábamos el corto, también estaba creándose la obra. Por eso creemos que es un proyecto conjunto”, cuenta Mario-Paul. Por ello, se suceden imágenes de los procedimientos como en esas escenas donde Guerrero aparece tejiendo cables. “El uso que hago del cable eléctrico viene a partir de un duelo personal”, narra Susana mientras vemos el trabajo artesanal que casi cubre todo su alrededor. La tensión simbólica se fortifica todavía más con el uso del ágave y la tirantez del cable… Los escenarios son hipnóticos y los planos resultan clave para introducirnos en una dinámica donde se deja entrever la relación casi mística entre la artista y las protagonistas de las obras.

Esto nos lleva al tercer eje: la antropología de la experiencia. Durante el corto se entrevista a tres personajes conectados con el mundo del arte y con su trayectoria. Uno de ellos, el crítico y comisario Joaquín Bajadoz, resalta la capacidad somatizadora que tiene la personalidad de Susana Guerrero y que siempre vuelca en sus obras. “Hace poco descubrí que el dolor es el hilo conductor de mi obra”, confiesa la artista tras una reflexión de una asistente al evento. Y es que, como explica Rosa Mª Castells, cuya presencia también puede verse en el documental, “es un arte visceral, hace una autopsia. Realmente creo que las decapitadas salen a su encuentro”.

Mientras que los exteriores se intuyen, la intimidad que suele rodear el estudio o el taller del artista queda aquí desvelada. Vicente J. Pérez, otro de los autores del corto documental, manifiesta que “trabajar con la obra de Susana era, al mismo tiempo, un reto y algo fácil”. Quizá por la manera que la obra tiene de prestarse a lo casi ficticio en esa experiencia de construcción creativa.

Al final, ‘Guerrero. La cabeza entre las manos’, se estructura en torno a un compendio donde lo sacro y lo visual van construyendo toda una narrativa paralela y a la vez imprescindible. Narrativa que, acompañada por un diseño de sonido y una música casi sofocantes, logra que todo encaje en unos planos para nada normativos a lo que estamos acostumbrados al escuchar la palabra documental.

Susana Guerrero, en el documental sobre la propia artista, de Mario-Paul Martínez y Vicente J. Pérez.