#MAKMALibros
‘Paseos con Montaigne’, de Rafael Orihuel
Universo de Letras, 2023
Presentación en El Corte Inglés
Colón 27, 6ª planta, València
Con la intervención de Mariano García Gregorio y el autor Rafael Orihuel
24 de enero de 2024, a las 19:00

A Rafael Orihuel, gandiense residente entre Benicàssim y Tarragona, lo descubrí literariamente hace ya nueve años con ‘El surco es el alma del vinilo’, una exquisita colección de relatos posteriores a los que recibió premios en concursos literarios y que, a través de sus personajes, le sirvió para rendir culto a discos de Kinks, Beatles, Dylan, Easybeats, Pink Floyd, Jefferson Starship, David Bowie, Rolling Stones, Beach Boys, Neutral Milk Hotel, Velvet Underground…

Entre 2019 y 2021, también seguí sus andanzas independientes en la plataforma Soundcloud con una serie de podcasts radiofónicos que grabó bajo el epígrafe de ‘La Música de las Nubes’, hasta que, en cuerpo y alma, decidió sumergirse en estos ‘Paseos con Montaigne’ (Universo de Letras), un trabajo sorprendente que se origina por la admiración hacia Michel Eyquem de Montaigne, el filósofo, escritor, humanista y moralista francés del siglo XVI que creó el género literario del ensayo.

Cubierta del libro ‘Paseos con Montaigne’, de Rafael Orihuel.

En líneas generales, podemos decir que esa fascinación es, a su vez, la escolta de una obra personal e íntima donde se sincera y explora las relaciones humanas. Me resulta tremendamente admirable su minuciosa tarea de recordar y describir vivencias o reflexiones del pasado que, desde la década de los 70, con la dictadura franquista, permiten obtener una visión sociológica de la evolución de la escuela, la universidad, la familia, el trabajo…

Además, a título personal, se dan cita multitud de experiencias autobiográficas con las que me sentí identificado y que, sin duda, ayudaron a prendarme más de su lectura, desde que la mili le permitió enterarse del triste nivel de ignorancia e incultura del país, hasta la apreciación más adulta de que la convivencia con animales domésticos nos facilita conocernos mejor como seres humanos. O, ya lo máximo, esa admiración romántica por los apátridas, la alergia a las banderas y la interpretación de que la patria está en uno mismo.

El cantautor Leonard Cohen.

Se suma, también, la comunión en el plano musical, con la presencia de interesantísimos comentarios de Nietzsche, como el de que “la vida sería un error sin la música”, o de Schopenhauer sobre la diferencia entre la emoción musical u otras formas de emoción, unidos a la devoción por asistir a conciertos, el apego a las obras de Dimitri Shostakóvich, la importancia de las letras de Leonard Cohen….

Del mismo modo, a nivel literario, el valor que dota a obras como ‘Tiempo de silencio’, de Luis Martín-Santos, a aquellas historias de la editorial Bruguera donde tenía especial protagonismo Julio Verne, a la inspiración de escribir un primer relato por culpa de Cortázar…

Por supuesto, llama poderosamente la atención todo lo relacionado con su sufrida experiencia laboral de secretario de Ayuntamiento, donde mantiene una compostura estoica en incidentes relacionados con la corrupción y en tiempos anteriores a la popularización del término mobbing.

Incluso tiene el mérito de conseguir que el lector pueda reír o, simplemente, sonreír con anécdotas como las del Partit Xurro, según la cual donde te han conocido, preferentemente, en una lengua –en territorios bilingües– ya te ponen la etiqueta invisible de que no se admiten cambios. O, por descontado, la debilidad por Carolina de Mónaco, el uso ya perdido del término demasié, el zumo de limón para la defensa de infecciones infantiles, lo de que el busto desnudo de Luis Massoni podía ser un cuadro pornográfico, la diferencia entre el aujourd’hui francés, el avui català y el hui valenciano… 

Y, entre todo lo anteriormente expuesto, las citas a Montaigne, quien fue alcalde de Burdeos, pero renunció a su carrera política, con 38 años, para escribir ‘Los Ensayos’. No nos olvidemos de que esa legendaria obra, en pleno tránsito del feudalismo al absolutismo, posee, extrañamente, similitudes de la modernidad de su autor con la actualidad, como, por ejemplo, la condena de toda violencia en la educación, en un tiempo donde no se valoraba la libertad y en el que tenían lugar largas guerras religiosas.

Sí, en esta obra todo tiene su apartado de análisis, incluida la tolerancia, la incomprensión, la muerte, el suicidio, la religión…, la infancia, la adolescencia, la vida adulta… Seguramente, si no hubiera sido por Orihuel, un servidor jamás habría valorado en su justa medida a Montaigne, un tipo que, por cierto, fue coetáneo de Cervantes, El Greco, Lope de Vega, la obra del ‘Lazarillo de Tormes’… Realmente, un lujo que ambos, Orihuel y Montaigne, nos lleven a pasear entre reflexiones, confidencias y consejos.

El escritor Rafael Orihuel. Imagen cortesía del autor.