‘Sistema Humboldt. Pensar/Pintar’, de Nuria Rodríguez
Centre Cultural La Nau
Universitat, 2, València
Del 1 de julio al el 6 de septiembre
Martes 30 de junio de 2020
Nuria Rodríguez, artista y docente de la Universitat Politècnica de València, al igual que hace Andrea Wulf en su libro ‘La invención de la naturaleza’, le sigue los pasos al gran geógrafo alemán Alexander von Humboldt (1769-1859), para recrear en La Nau la emoción que suscita esa naturaleza indómita y, por ello, objeto de mediciones científicas incapaces de atrapar su misterio. Antonio Ariño, vicerrector de Cultura, fue quien comparó las pesquisas de Rodríguez con las de Wulf, sin duda apropiadas para reflejar el amor de ambas por el pensamiento y la vida de tan insigne botánico y cartógrafo.
«Era necesario medir y analizar la naturaleza, por supuesto, pero también pensaba que nuestra reacción ante el mundo tenía que depender en gran parte de las sensaciones y las emociones. Quería despertar el amor a la naturaleza», escribe Wulf en su libro sobre Humboldt. Amor a la naturaleza que destila igualmente Rodríguez en su exposición ‘Sistema Humboldt. Pensar/ Pintar’, que hasta el 6 de septiembre permanecerá en la Sala Acadèmia del centro cultural de la Universitat de València, una vez reanudada tras la pandemia que obligó a su cierre temporal. Un amor que sigue a rebufo el ideario del propio geógrafo alemán, cuando escribía que la naturaleza, según recoge Wulf, «había que experimentarla a través de los sentimientos».
Esa mezcla de ciencia y arte, de diálogo entre obra pictórica y colecciones patrimoniales, de hondas reflexiones y no menos profundos deseos de ponerse en la piel de Humboldt, es lo que Nuria Rodríguez transmite en una muestra que reúne un centenar de piezas, entre pinturas, dibujos, videos, libros y diversos objetos. «He recorrido el litoral Mediterráneo con los ojos de Humboldt», dijo la artista. Y con esos ojos maravillados por el asombro del ilustre botánico, Rodríguez fue desgranando algunos de sus descubrimientos.
Por ejemplo: que el cartógrafo alemán visitó precisamente ese Mediterráneo del que dio buena cuenta y del que se nutre la propia artista para componer un «gabinetes de curiosidades del siglo XXI», estableciendo conexiones «entre lo analógico y lo digital», subrayando después algunos de los lugares concretos de su travesía. «Estuvo en Valencia del 5 al 8 de febrero de 1799, pasando la noche muy cerca de La Nau y anotando sus mediciones barométricas desde la Catedral de Valencia y el convento de Santa Clara», resaltó la artista, destacando que poca gente conocía este dato.
También puso el énfasis en su paso por la venta de la Senieta en Cabanes (Castellón), espacio que, de ser visitado ahora por Humboldt, «se encontraría con Marina d’Or». «No tuvo que ver la explotación de la naturaleza», apostilló Ariño, dado que, según él, hablamos del «primer explorador que no es colonizador», por oposición al expedicionario capitán Robert Falcon Scott, «que sí lo es, puesto que va en misión comercial». «Humboldt inventó el concepto de naturaleza tal y como la conocemos hoy», agregó el vicerrector de Cultura.
Nuria Rodríguez dijo haber estado trabajando en este proyecto durante cuatro años, tiempo durante el cual adoptó el punto de vista del geógrafo, convirtiéndose en su alter ego. «Quise disfrazarme de historiadora de la ciencia y que el viaje acabara en pintura», que es su disciplina artística y mediante la cual explora esa naturaleza que le maravilla, siguiendo los pasos de alguien que sintió la «incertidumbre del mundo que estamos construyendo».
En este sentido, Rodríguez se refirió a «la figura del explorador que cualquiera puede ser», siempre y cuando abandonemos esa otra figura moderna del turista que, más que ver la naturaleza, la consume con las prisas que Humboldt no tuvo. El poeta Ralph Waldo Emerson dijo de él, según recoge Wulf, que sus ojos eran «telescopios y microscopios naturales» con los cuales memorizaba y cartografiaba cada fragmento de la naturaleza, para conectarla con el ancho mundo.
«La naturaleza [para el botánico alemán] era una estructura viva de relaciones», apuntó Ariño. Relaciones que Nuria Rodríguez establece entre el fondo patrimonial de la Universitat de València, del que ha seleccionado volúmenes y documentos de carácter científico, y sus propias pinturas de gran formato, síntesis poética del trayecto recorrido en la compañía imaginaria de Alexander von Humboldt. «Buceo en los fondos patrimoniales de la universidad para crear un relato», indicó la artista. Un relato asombroso en el que los cálculos y mediciones científicas están al servicio del carácter poético que atraviesa el conjunto expositivo.
«Humboldt fue el primer científico que habló del nocivo cambio climático provocado por el ser humano», señala Wulf en su libro. He ahí la actualidad de su figura. Nuria Rodríguez, al hilo de su catalogación obsesiva, se pregunta por qué coleccionar todas las montañas, todas las islas, todas las piedras, todas las plantas, todas las palabras, todas las cosas, una y otra vez. Y ella misma la responde ofreciendo la narración maravillada de su búsqueda.
Salva Torres
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