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‘My Sunny Maad’, de Michaela Pavlátová
85′, Coproducción República Checa-Francia-Eslovaquia | BFILM, Negativ Film y Sacrebleu Productions, 2021
Premio César 2023 a la mejor película de animación
Estreno en España: viernes 17 de marzo de 2023

My Sunny Maad‘, de la cineasta checa Michaela Pavlátová, recala en las salas de cine españolas con el reciente César a la mejor película de animación bajo el brazo ilustrado de su convulsa historia de amor, que acontece en plena guerra de Afganistán para apuntalar las asimetrías sociales entre Oriente y Occidente.

Porque entre las ciudades de Praga y Kabul distan los miles de kilómetros suficientes para que su respectiva naturaleza climática y cultural apenas arroje mayor umbilicalidad que el antagonismo, cuyo insólito nexo debe ser alumbrado por la relación entre Herra, una joven checa doblegada por el hastío de la vida universitaria, y Nazir, estudiante afgano con quien inicia una relación sentimental que habrá de transmutar en matrimonio al otro lado del Khyber.

El filme de Pavlátová -cuya diégesis se formula a partir de la muy verídica ficción de ‘Frišta’, novela de la periodista y corresponsal de guerra checa en Afganistán Petra Procházková- radiografía la deriva emocional de Herra en el seno de una familia convencional afgana, cuya débil concepción liberal apenas se sustenta como un guiño epidérmico en pleno contexto bélico devenido por la invasión de Estados Unidos tras los atentados del 11S. Tal vez porque los mediodías académicos han sido dilapidados por la crudeza doméstica y fundamentalista de la sharía yihadista.

¿De qué modo se gesta ‘My Sunny Maad’? ¿En qué momento se presenta en tu horizonte de inquietudes el personaje de Herra como motor de un proyecto de animación cinematográfica?

Cuando decidí que finalmente había llegado el momento de mi primer largometraje de animación, primero traté de escribir el guion por mi cuenta. Pero pronto descubrí que no podía hacerlo. Después, estuve buscando un libro o un guion con un personaje femenino fuerte e interesante, con una historia de amor, drama, emociones…

La novela ‘Frestah’, de Petra Prochazkova, era exactamente lo que quería. Además, quería una historia rica y real, con muchos personajes y una estructura complicada, porque a menudo encuentro películas de animación demasiado simples, en su mayoría hechas para niños o una audiencia familiar. Quería hacer una película real para una audiencia adulta, hecha en animación. Alguien puede preguntarse entonces: ¿por qué es animada? La respuesta es: porque creí que podía hacerlo en animación.

Michaela Pavlátová. Premios César 2023. My Sunny Maad
Michaela Pavlátová posa con su César a la mejor película de animación 2023. © Caroline Sénécal, Charlotte Heulland, Natsumi Grandpierre y Elie Koaho.

En su reseña sobre la novela de Petra Procházková, el periodista checho Pavel Šmerk afirma que “’Frišta’ tiene la forma de una novela, pero también de un largometraje documental. Un documental sobre una forma de vida que es incomprensible para la mayoría de los europeos, porque solo se conoce a partir de las simplificaciones esquemáticas de los medios, que ven las diferencias en las costumbres desde el punto de vista de un occidental y, por lo tanto, a menudo se interpretan de manera distorsionada”. ¿Cuánto de intención documental comparte ‘My Sunny Maad’ con la novela de Procházková? ¿Te ha permitido este proyecto sobreponerte a esas simplificaciones culturales referidas por Šmerk?

Nuestra película, definitivamente, está simplificada, solo porque es animación. El libro y, por supuesto, la realidad en Afganistán, es mucho más rico y plástico. Pero tienes razón. A veces vemos la vida en otros países mucho más simple porque no lo sabemos. No tenemos tiempo para profundizar en los detalles. Conocemos sólo el drama que se nos sirve a través de las noticias.

A menudo parece aterrador. Y, sin embargo, también existe la vida normal, no tan diferente de lo que estamos viviendo nosotros mismos. Siempre es importante ver individuos, no solo una nación, un país. No soy un especialista en Afganistán, aunque hice esta película. No he estado ahí, pero ahora conozco a muchos afganos y, sin duda, ahora los veo de manera muy diferente. Y no solo ellos. Espero que el trabajo en esta película me haya ayudado a ser más abierta con otras personas y culturas.

Una de las características del oficio periodístico de Petra Procházková como corresponsal de guerra (y también trabajadora humanitaria) es la de permanecer y convivir en el entorno de conflicto de manera semejante a la población local, enfrentándose a los mismos problemas de falta de suministros y seguridad. Un modus operandi fundamental para solidificar una compresión inmediata del contexto y de las motivaciones cotidianas de los individuos. ¿En qué medida ese conocimiento se advierte en su novela y ha influido para componer los detalles y la evolución de los personajes de ‘My Sunny Maad’?

Petra es una mujer grande y valiente; ama el Este. Fuimos a París para la ceremonia de los César, pero ella corrió hacia Ucrania porque se cumplía exactamente un año desde el comienzo de la guerra y necesitaba estar allí. Petra vivió varios años en Afganistán, allí conoció a su marido, pero afortunadamente su libro no una copia de su vida. Tienen un hijo y viven felices con su numerosa familia en la República Checa.

Petra hizo el libro a partir de las historias de sus amigos que conoció en Afganistán. Dice que no es un libro sobre ella y, sin embargo, puedo verla en cada página de su libro. Es inmediato, habla de la vida ordinaria, pequeña, ridícula, la íntima vida familiar en todos los aspectos. Porque siempre hay una cotidianidad de gente corriente paralela a una gran historia.

¿Caben razones personales en tu biografía para tu identificación con Herra y su travesía inicial con Nazir? Si no me equivoco (y salvando todas las distancias), lo dejaste todo en Chequia y te trasladaste a Estados Unidos por amor.

Sabes todo sobre mí [risas]. Sí, seguí mi corazón hasta San Francisco, que es un camino rural mucho más cómodo que hacia donde se dirigía Herra. Pero, al menos, conocí una experiencia de estar en un sueño que no es como te imaginas. Puedes sentirte muy solo y es un desafío bastante difícil para ambos. Pero lo más importante fue que me hice amigo de verdad de Herra, aunque ella es solo una persona literaria. Se convirtió en una persona real para mí, como una hermana. Quería pasar tiempo con ella, darle la vida.

Por más que los personajes de ‘My Sunny Maad’ miren al horizonte –bien sea con la nostalgia propia de todos los crepúsculos o con las energías renovadas por las soleadas mañanas de Kabul–, parece que la esperanza se encuentre siempre en otro lugar. ¿Es la huida la única solución posible? O, más bien, ¿por qué obstinarse en permanecer en Afganistán?

Oh, es una pregunta tan difícil. ¿Por qué se quedan…? ¿Por qué alguien se queda en un país tan problemático…? No todos pueden irse. No todo el mundo puede permitírselo. Y no todos quieren irse. Quedarse es valiente. Incluso en tiempos difíciles de malos sistemas políticos o tiempos de guerra, algunas personas se quedan, simplemente porque alguien tiene que quedarse. El amor a la patria es algo irracional y muy fuerte.

La animación, habitualmente, se alimenta de la pulsión metafórica para terminar de narrar ciertas partes de las historias. Sin embargo, ¿consideras que en My Sunny Maad’ hay más detalles gestuales que elementos aleogóricos? ¿Más certezas que interpretaciones?

Considero ‘My Sunny Maad’ como una película. Como una película de acción en vivo hecha en técnica de animación, solo con un par de animaciones reales. Suena complicado, lo sé… Quería que la audiencia olvidara si es animación o no, quería que se sumergiera en la historia. Deliberadamente, no quería encantar con la animación. Quería que la animación sirviera a la historia, no que exhibiera lo que puedo hacer en ella. Pero, aún así, la gente lo considera una película de animación. Siempre se escribe “una película animada”, no solo una “película”. Bien….

Michaela Pavlátová
La cineasta Michaela Pavlátová. Fotografía cortesía de la autora.