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La Cabina. Festival Internacional de Mediometrajes de València
Del 9 al 19 de noviembre de 2021
“La sección ‘Amalgama’ crece en interés año a año”, subrayó Sara Mansanet, directora de La Cabina, refiriéndose a los mediometrajes de no-ficción. Un total de 12 entran en esta XIV edición a concurso, un tercio de los cuales son españoles (“minoritarios en un primer momento del festival”), abordando temas como el suicidio (‘The Wheel’), la maternidad desprovista de dolor (‘Histories D’entrejambes’), el maltratado periodismo (¿Belgrade forest incident… and what happened to Mr. K?’) o la migración (‘Valentin, son of Europe’).
Mediometrajes de no-ficción (término sin duda cuestionable) sobre los que, según Mansanet, “hay oleadas de interés”. De hecho, el festival La Cabina ha ido ampliando esta sección dedicada al documental, en sus más variadas expresiones, “porque nos llegaban cada vez más producciones”. “Conecta de forma especial con el público”, señaló la directora del certamen que se celebra del 9 al 19 de noviembre: “Hay mucho que sacar de ahí”, resaltó.
Dentro de ese pozo, que los responsables de La Cabina quieren explorar, están las películas españolas ‘Camping Life’, de Josep Pérez; ‘Stop’, de Stanley Sunday; ‘Bristol’, de Sergi Merchan, y ‘Síndrome de los quietos’, de León Siminiani, esta última diríase que reflejo del espíritu que anima al festival, al hacerse eco del grupo de cineastas autodenominados ‘Los quietos’. Grupo que se propuso realizar un ensayo fílmico sobre el supuesto síndrome de quietud en Colombia, “un país que, paradójicamente, de quieto tiene muy poco”, según se apuntan en la sinopsis del filme.
También La Cabina, bajo esa aparente quietud de quienes gobiernan los destinos del festival, se manifiesta inquieta por cuanto sucede a su alrededor, convocando a concurso un total de 24 mediometrajes, de 13 nacionalidades, de los más de 300 presentados. De ellos, más de la mitad (15) se estrena en España, viéndose todos ellos por primera vez en la Comunitat Valenciana.
En la Sección Oficial, otros dos españoles: ‘El cuento del limonero’, de Luis Muñoz, y ‘Les xiques van al parc de nit’, de Celia Cuenca e Iñaki Sánchez Arrieta, director este que acaba de estrenar en la gran pantalla su largometraje ‘El lodo’, un thriller con Raúl Arévalo, Paz Vega y Joaquín Climent. Ambas películas exploran, desde ópticas distintas, la soledad, bien desde la vejez de una mujer que se topa con los fantasmas de su pasado familiar, o desde el camino inverso, el de dos jóvenes que van descubriendo lo que supone ir haciéndose mayor.
Este intimismo deja paso a otros mediometrajes más oscuros: ‘The letter room’, de Elvira Lind -no Lindo, cuidado-; ‘Tuffo’, de Jean-Guillaume Sonnier, o ‘Taipei suicide story’, de Keff Keff. El tema del suicidio se repite en la sección ‘Amalgama’, con la mencionada ‘The Wheel’, de Nomin Lkhagvasuren, tratándolo en el contexto de Mongolia, con retazos existenciales diferentes, aunque unidos por la desesperanza, la falta de opciones, la soledad y la crudeza de la vida.
Sara Mansanet estuvo acompañada en la presentación del festival por Ester Alba, vicerrectora de Cultura de la Universitat de València, Maite Ibáñez, concejala de Acción Cultural, y José Luis Moreno, director adjunto de Audiovisuales y Cinematografía del Institut Valencià de Cultura, todos ellos manifestando su entusiasmo por un festival que al poner el foco en el mediometraje le otorga una singularidad “no solo en Valencia, sino a nivel mundial”, proclamó Alba.
Un festival “muy consolidado”, agregó la vicerrectora, que ya se plantea, de cara a su XV edición de 2022, nuevos retos. “El festival tiene que vincularse a esos espacios de reflexión que la universidad fomenta”, declaró Mansanet. De manera que La Cabina, que siempre ha ido de la mano de la institución universitaria, con el anterior vicerrector de Cultura, Antonio Ariño, a la cabeza, busca aportar ese aire más reflexivo al conjunto de películas que integra cada año el certamen.
La artista Nuria Riaza también formó parte de la presentación de La Cabina en La Nau, por ser la autora del trofeo que el festival entrega como premio a los mediometrajes ganadores en sus secciones a competición. “Siempre he trabajado el dibujo, pero desde hace dos años me he adentrado en el mundo de la cerámica, recuperando la técnica del churro”, apuntó la creadora. ¿Técnica del churro? Y se explicó: “Consiste en hacer cilindros o churritos de distinto grosor para luego montarlos hasta dar con la forma que quieras. Es una técnica laboriosa que me gusta”.
Con esa técnica, Riaza ha realizado un trofeo que lleva un bordado, el azul cobalto de la cerámica valenciana y unas flores como las que se usan en la cestería, dando lugar a una pieza artesanal que sin duda sorprenderá a sus futuros agraciados. Fuera de concurso y, por tanto, de la posibilidad de llevarse tan singular trofeo, están las películas de Inèdits, donde se muestran pequeñas joyas de directores conocidos, en esta ocasión como Pier Paolo Pasolini (‘La Ricotta’) o George A. Romero (‘The amusement park’), junto a otros menos populares, pero sobre los que La Cabina pone el acento para que los podamos descubrir: en esta edición, Lucile Hadzihalilovic (‘La bouche de Jean-Pierre); Adina Pintilie (‘Oxygen’) y Athina Rachel Tsangari (‘The capsule’).
La sección Fashion Films, dedicada a los mediometrajes que tienen a la moda como protagonista, y el programa de radio ‘Carne cruda’, que La Mutant acoge, son actividades paralelas ya habituales dentro del festival, que este año amplía sus contenidos merced a la alianza con València Capital Mundial del Diseño y con la Cátedra Berlanga, acogiendo la proyección de tres documentales y una mesa redonda en el marco del Congreso Internacional ‘Mediterráneo, fiesta y carnaval. Homenaje a Luis García Berlanga’ organizado por la Universidad CEU Cardenal Herrera, que se celebrará en el Palacio de Colomina los días 18, 19 y 20 de noviembre.
Y ya que estamos recuperando un “inédito” de Pasolini, convendría recordar algunos de sus pensamientos, por ejemplo, este: “Las cosas que parecen más justas y simples, ¿no son, en definitiva, las que se revelan más oscuras y difíciles?” Las temáticas abordadas en las películas de La Cabina, ya sea en su Sección Oficial o en la no-ficción ¿? de ‘Amalgama’, conviene rastrearlas con esa óptica, para la cual toda reflexión es poca.
