Hay muchas formas de vida, muchos modos de estar en el mundo y diferentes maneras de hacer arte. De entre esa diversidad es una constante la indiferencia de la que se han contaminado tantos campos de lo humano, relativizando el sentido profundo de las cosas para navegar por una superficialidad continua. La impostura y la ocurrencia son moneda corriente, aunque toda generalidad tiene sus excepciones. Isidro López-Aparicio forma parte de aquellos que mantienen una actitud personal implicada con lo social, trasladando su corresponsabilidad al terreno de lo artístico. Para algunos el arte es un campo de satisfacciones estéticas y desarrollos ficcionales, para otros la realidad es el argumento de lo creativo.

Isidro López-Aparicio interviene con sus proyectos en contexto sociales políticamente problematizados, como herramienta colaborativa y de denuncia, pero también sobre algunos aspectos cotidianos de las relaciones humanas aquejadas de cierta atrofia. “En nuestros días, interrogarse acerca de la moral no requiere excesivas justificaciones complejas. Hombres y mujeres, en gran número, creen que ya no hay moral, que por doquier imperan el cinismo, el egoísmo, la anarquía de valores. Semejante lamentación no constituye una novedad. Desde Rousseau, nada hay más común que la temática centrada en la decadencia de la moral y de la cultura. (…) Ahora bien, al mismo tiempo, la ética es cada vez más plebiscitada y salta con mayor frecuencia a los titulares: muestra época contempla cómo se multiplican los interrogantes éticos, los comités bioéticos, la lucha contra la corrupción, la ética de los negocios, el voluntariado, las acciones humanitarias (…)”[1]. En nuestra sociedad se replica el contrasentido que impulsa los pronunciamientos de preocupación por los valores en los distintos campos de lo social, lo político y lo económico, mientras simultáneamente nuestra cultura se ha visto reforzada por el individualismo del bienestar, el culto al cuerpo, el éxito personal, el placer y la felicidad como adicción, desarrollando una nueva retórica moral de acuerdo a los intereses globalmente patrocinados.

“Twisting Reality” es una revisión de trabajos de Isidro López-Aparicio, en los que la fotografía en el soporte vehicular, con un trasfondo en todos ellos de constante interpelación al espectador como sello de identidad del autor. Los usos de lo fotográfico varían en cada proyecto y se adaptan a la necesidad del discurso que el artista desea desarrollar, conduciendo al espectador a un diálogo a través de las imágenes, como es el caso de “Realidad aumentada”. Pequeñas fotografías se muestran a través de lentes de aumento, lanzando un llamamiento que requiere del visitante una actitud participativa para acceder al visionado de las imágenes, que son en realidad una interrogación incesante acerca de la situación de los países del arco mediterráneo.

Las relaciones norte-sur han definido la geopolítica mundial, pero esa misma lógica de posición y poder derivada del comportamiento estamental sigue presente en la forma en la que interactuamos en nuestra vida cotidiana. “Invertidos. Aprendiendo a relacionarse” es un proyecto pensado inicialmente por López-Aparicio para intervenir de forma activa en las reuniones de Paz en Colombia, que posteriormente se ha llevado a cabo con más de trescientas personas en diferentes circunstancias. Los participantes acaban suspendidos por los pies, a merced de la gravedad, sin otra posibilidad que la de gestionar su contacto físico con el resto de personas con las que comparten esa experiencia, como un ejercicio de aprendizaje en la relación con los otros donde las convenciones del trato se ven radicalmente alteradas. Con este ponerse del revés, el artista aboca a los participantes a una experiencia liberadora, cuya imagen es posteriormente mostrada a la inversa para reivindicar como normal lo que solo logramos bajo circunstancias extraordinarias.

Isidro López-Aparicio. Twisting Reality. Proceso de montaje en la Galería La Lisa, Albacete. Cortesía del artista.
Isidro López-Aparicio. Twisting Reality. Proceso de montaje en la Galería La Lisa, Albacete. Cortesía del artista.

Los procesos son una parte fundamental en el trabajo de Isidro López-Aparicio, pues su reflexión no persigue objetos finales sino experiencias capaces de condensar y comunicar las ideas que maneja. Con “Germinando” lleva a cabo un ejercicio práctico que pone de manifiesto el ciclo sin fin de la vida en la tierra, capaz de transmutarse, de cambiar de forma, para salir adelante. En este caso, simientes que crecen a partir del cadáver de diversos animales, mostrando la vida como el engranaje ambivalente que es.

A través de “Realidad filtrada” el artista lleva a cabo un ejercicio de mayor carga estética con el que aborda la necesidad de trascender los planteamientos establecidos y superar los prejuicios sociales y culturales que limitan nuestra libertad. Las cortinas que impiden la visión nítida de la escena en esta serie de imágenes –tomadas en localizaciones de Rusia, China, Finlandia y España- funcionan a modo de banco de niebla que quiere omitir la realidad a los ojos de las masas. La actitud paternalista de los poderosos aplica restricciones en el conocimiento general de los acontecimientos, velando pasajes de la historia y omitiendo una parte principal del relato que se ve constreñido a las exigencias e intereses del narrador. Al individuo le cabe la posibilidad de empoderarse, para descorrer con autonomía esa veladura.

Bajo esa misma lógica autoritaria, el proyecto “Artistic photographs Memory of Unitied Arab Emirates” lleva a cabo la tarea de mostrar imágenes robadas de aquellos lugares y circunstancias que los Emiratos Árabes no quieren mostrar al exterior. Convertidas en formato de tarjetas postales, son una vía para recordar aquello que la censura institucional del lugar no permite registrar ni divulgar. Las fisuras de una sociedad insostenible quedan expuestas, desde la precariedad laboral al consumo desorbitado de energía, el derroche y la ostentación como signos de identidad. La acción del artista es aquí la de un infiltrado que con discreción capta miles de imágenes para poner en cuestión el resplandor de los espejismos.

Pero lo cierto es que para hablar de sobredimensionamiento y mala gestión no es necesario viajar tan lejos, pues es un modelo de funcionamiento que nos ha acompañado en las últimas décadas. Con “Memorias cercanas (realidad oculta)” López-Aparicio se introduce en las tripas de algunos almacenes públicos donde se acumula mobiliario y enseres. Este viaje al pasado es en realidad el retorno a un presente que se resiste a desaparecer. La propuesta abre la reflexión acerca de la sostenibilidad, la reutilización y el reciclaje como hábitos que fueron devaluados pero que en la actualidad recuperan un sentido práctico, a la vez que representa una vuelta a las raíces.

Isidro López-Aparicio. Invertidos, aprendiendo a relacionarse. Cortesía del artista.
Isidro López-Aparicio. Invertidos, aprendiendo a relacionarse. Cortesía del artista.

José Luis Pérez Pont



[1] LIPOVETSKY, Gilles. Metamorfosis de la cultura liberal. Ética, medios de comunicación, empresa. Anagrama, Barcelona, 2003.