Isabel Coixet

#MAKMAudiovisual
Isabel Coixet, Premio Pau i Justicia 2023
Coloquio sobre ‘Mi vida sin mí’ (2003)
Moderado por Jara Yáñez, de la revista Caimán Cuadernos de Cine
XIV Humans Fest. Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos de València
Hasta el 10 de junio de 2023

Isabel Coixet llega a la sala de proyección de La Filmoteca de València vestida con unos pantalones negros ajustados, arriba una camiseta negra con el icono de las ‘Supernenas’ y su característica melena rojiza que contrasta con sus gafas de vista en forma de hexágonos. Entra a los pocos minutos de terminar la proyección de ‘Mi vida sin mí’, el filme que la catapultó a la fama internacional y del que se cumplen veinte años. Ahora, mira la película con otros ojos y la desdibuja con la ayuda Jara Yáñez, directora de la revista Caimán y moderadora del coloquio organizado por el Humans Fest 2023.

La cineasta catalana fue galardonada con el Premio Pau i Justicia 2023 de la XIV edición del Humans Fest por sus 35 años de trayectoria cinematográfica en favor de los derechos humanos y la igualdad de las mujeres. Coixet destaca por su «particular sensibilidad y su mirada de género que deconstruye la representación femenina tradicional en el cine, así como por su compromiso en impulsar el trabajo de las mujeres en el audiovisual a través del asociacionismo y la producción de películas”, según explica el jurado del festival.

‘Mi vida sin mí’ (2003) narra la historia de Ann, una joven de 23 años que se enfrenta a los sinsabores de su propia muerte prematura. Ann se quedó embarazada de su primera hija siendo solo una adolescente, creció rápido y vivió poco, porque con 19 ya era la madre de dos niñas. Ann vive en un remolque, trabaja como limpiadora nocturna de una universidad a la que nunca podría asistir y está casada con el mismo hombre con el que se dió su primer beso, pero a pesar de todo nunca se ha quejado.

La historia está basada en la novela ‘Pretending the Bed is a Raft’, escrita en 1997 por la novelista Nanci Kincaid. La cineasta adopta la historia proponiendo su particular visión del entorno que rodea a la protagonista. «Mi vida sin mí’ es un suspiro de vitalismo, una historia que habla de la muerte de forma agradable sin adentrarse en excesivos sentimentalismos. «Ann, incluso en el momento de la muerte, piensa en la forma de irse sin hacer daño a la gente de su alrededor, y esto es algo profundamente femenino», explica Coixet.

El film está lleno de interiores simbólicos, un supermercado, una lavandería, un hospital, el interior de un coche… Coixet dibuja lugares anacrónicos donde tienen lugar los momentos más importantes de la historia. «Para mí, era importante que los lugares más románticos fueran los más feos y banales», comenta la cineasta. Y es que las lavanderías son un fetiche de su filmografía (‘Cosas que nunca te dije’, 1996); unos lugares donde se crea una extraña intimidad que une a los personajes.

La muerte y el amor, como en los ensayos schopenhauerianos, son los dos pilares fundamentales sobre los que se sostiene el filme, pero vistos desde la ternura y la humildad de una mujer que es capaz de cambiar la vida de su familia incluso cuando ya no está en el mundo de los vivos.

«En mí siempre hay una pulsión de cómo me gustaría que fueran las cosas», confiesa Isabel Coixet durante el coloquio. «Las películas están para vivir vidas que no has podido vivir. Yo he tenido la suerte de vivir en Japón, en el Polo Norte o de tener una librería en los años 50 en Inglaterra. Esa es la libertad que me ha dado el cine».

Dos décadas después de su estreno, la cineasta tiene claro que hoy cambiaría muchas cosas de la historia; sería una película totalmente diferente a la que se puede ver hoy en pantalla. «Cada película es un retrato de la persona que fui en ese momento. Ahora no podría hacer ‘Mi vida sin mí’, apunta. También ha querido recalcar la distancia autor-obra que, a menudo, tanto se confunde en el mundo cinematográfico. «Dirigir películas no te hace ser buena persona o ser un genio, por mucho que tus películas sean geniales». De nuevo, la directora se aleja de cualquier expectativa que se pueda volcar sobre ella.

Isabel Coixet bebe, tímidamente, un par de tragos de agua. Hace reír al público, interactúa y no tiene miedo de decir lo que piensa porque sabe que no se equivoca. Su talón de Aquiles es escribir una comedia, pero ahora está en el proceso de una historia de amor, porque ahora siente “que es el momento para eso”.

Antes de finalizar, ha reivindicado el papel de la mujer en el cine, balbucea que está cansada de las “maternidades irreales” y de las mujeres perfectas. A la postre, después de tres décadas de carrera cinematográfica, sostiene que (aún) no es merecedora de un premio que aboga por la paz y la justicia. «El premio tiene un carácter extracinematográfico, que al final es a lo que todos los directores aspiramos: a trascender».

Isabel Coixet
Isabel Coixet. Imagen cortesía de Zoe Sala Coixet / El Deseo Da Slu.