LA INDEPENDENCIA DE UN DIRECTOR DE MUSEO Y LAS BUENAS PRÁCTICAS

Las recientes polémicas desencadenadas por las decisiones de José Miguel García Cortés, tanto al respecto de la sala permanente para Miquel Navarro como por su decisión de anular las exposiciones programadas por Consuelo Císcar (al menos las que no hubieran sido aprobadas por el Consejo Rector), nos mueve a expresar nuestra perplejidad por las dimensiones que está alcanzando dicha polémica, que a nuestro modo de ver, está siendo orientada de una forma fuera de lugar.

Lo que salta a la vista en todo este proceso es la intromisión por parte de un Consejo Rector que fue reformulado el año pasado para que fuera únicamente integrado por políticos profesionales, como actualmente sucede, en lugar de expertos en Arte de reconocida trayectoria, que es lo que sería lógico. Esta falta de independencia, tanto del Consejo Rector respecto a los partidos políticos, como del director respecto al Consejo Rector, hace imposible entender un programa a medio/largo plazo para el IVAM, que de este modo está sujeto a los vaivenes de los resultados electorales, los intereses de partido y la instrumentalización más descarada.

Creemos que las argumentaciones del director del IVAM al respecto del caso de Miquel Navarro son completamente lógicas: la sala estaba prevista para la ampliación del museo, por lo que si no hay ampliación no hay sala, el escultor de Mislata ha estado presente en 49 exposiciones del IVAM y le han comprado dos instalaciones por valor de 1,2 millones de euros, por lo que no se puede decir que haya recibido un trato humillante, y finalmente en la Comunidad Valenciana hay más artistas aparte del mencionado, que también merecen ser promocionados y difundidos. Del mismo modo entendemos que lo más lógico para quien asumiera la nueva dirección del IVAM, después de Consuelo Císcar, era cortar por lo sano con las exposiciones apalabradas por ésta, para, en primer lugar, corregir la nefasta dirección del museo y, en segundo lugar, tener un mínimo margen de maniobra en la programación expositiva.

Es por eso que no entendemos que el debate no se centre en términos como la despolitización del Consejo Rector, la independencia del director del IVAM y el respeto a las buenas prácticas profesionales, puesto que gran parte de las polémicas como las surgidas con Uiso Alemany hubieran sido imposibles si se hubiera establecido una relación contractual con los artistas, como es de rigor en cualquier museo de excelencia, en lugar de llevarse a cabo de las maneras completamente faltas de profesionalidad de la anterior directora. El establecimiento de un contrato por escrito, el respeto a los derechos de autor y la contraprestación económica por los servicios prestados, son la base de una práctica institucional sana y democrática, y por lo tanto no entendemos, ni desde AVCA ni desde AVVAC, la renuencia de José Miguel García Cortés a pronunciarse a favor de las buenas prácticas profesionales y a comprometerse con ellas desde la dirección del IVAM, algo que el sector percibe como necesario si lo que se pretende es una sincera regeneración del panorama artístico de la Comunidad Valenciana.

Por lo tanto, animamos a la dirección del IVAM a defender su derecho a tomar las decisiones que considere oportunas y a seguir los pasos necesarios para conseguir un IVAM respetuoso con los profesionales y entendido democráticamente, ajeno a los intereses de ningún partido político, ya que estamos hablando de un museo que es de todos los valencianos.

Artistes Visuals de València, Alacant i Castelló (AVVAC)

Associació Valenciana de Crítics d’Art (AVCA)