Artista: Robyn Hitchcock
Álbum: Robyn Hitchcock
Año: 2017
Discográfica: Yep Roc Records
Superviviente de la década de los ochenta y valor seguro en cada nueva publicación discográfica que realiza. Lo del polifacético Robyn Hitchcock (poeta, pintor y músico) es de traca y debería valorarse como merece. Más de uno pagaría por tener un currículum con la mitad de calidad que el del británico.
Tanto desde sus inicios con Soft Boys durante el segundo lustro de los 70 como en solitario o con ilustres bandas de acompañamiento (The Egyptians o Venus 3) ha dado sobradas muestras de talento y aptitud, manteniéndose ajeno a modas o tendencias y creando un estilo muy personal entre el post-punk, la psicodelia y el folk-rock.
A principios del año en curso veían la luz dos singles promocionales que activaron enormemente las expectativas del anunciado nuevo disco. Las extraordinarias canciones elegidas para tal fin eran fraternales y con una pizca de ironía marca de la casa. Hablamos de «I want to tell you about what i want» y «Mad Shelley’s Letterbox».
Durante el mes de mayo se publicaba por fin, sin título y con su imagen en la portada acariciando un gato persa dentro de un mosaico de colores muy oriental. La producción del mismo, extraordinariamente rica en matices, corría a cargo de Brendan Benson, conocido principalmente por su pertenencia a la banda The Racounters.
Con mayor protagonismo de guitarras eléctricas en comparación con trabajos precedentes, brillan sus típicas melodías, alternando el jangle-pop, el powerpop melódico y las raíces americanas con abundantes aromas lisérgicos sixties.
«Virginia Wolf» o, muy especialmente la extraordinaria balada «Sayonara judge» son algunas canciones a destacar dentro de un contenido sumamente homogéneo, donde la morralla brilla por su ausencia y donde exhibe unas cualidades vocales espectaculares. Por todo ello y por mucho más me atrevería a afirmar que Robyn Hitchcock ha culminado con 64 años su definitiva mayor obra maestra.
Juanjo Mestre