Caprichos

#MAKMAArte
‘Caprichos’ de Francisco de Goya
Donación completa de dicha serie realizada por Ángel García Molins
Museo de Bellas Artes de València
San Pío V 9, València
Viernes 20 de mayo de 2022

Los 80 grabados de la colección de los ‘Caprichos’ de Goya al completo, salidos de la primera tirada que se hizo de las planchas, llegan al Museu de Belles Arts de València, y, por tanto, al patrimonio de todos los valencianos, en una donación de la mano de Ángel López García-Molins.

Francisco de Goya es uno de los pintores más famosos de toda España. La extensa obra del artista aragonés recoge numerosos grabados y estampas. Estos 80 grabados, conocidos como los ‘Caprichos’, fueron esbozados tras un viaje del pintor por Andalucía acompañando a los duques de Alba y vieron la luz por primera vez en 1799.

En los ‘Caprichos’, Goya empieza a separarse de su etapa amable y colorida de cartones para tapices y desarrolla una visión mucho más crítica y oscura de la realidad, como consecuencia de una grave enfermedad que terminó por dejarle sordo.

Uno de los ‘Caprichos’ de Francisco de Goya. Imagen cortesía del Museu de Belles Arts de València.

Si por algo destaca la colección es precisamente por ser una crítica mordaz a la sociedad de la época desde un lenguaje figurativo casi onírico que logra una estética de lo horrible y lo feo excepcional e inédita para la época. Cuentan, además, con una frase breve a modo de explicación para que quien los vea sepa exactamente qué tenía Goya en la mente al visualizarlo.

Toca temas que van desde el matrimonio concertado a la falta de cultura del pueblo español y su anclaje en viejas supersticiones. Es una crítica sistemática a todo, a los nobles y a los usos y costumbres de la España rural, pensada para que llegara al mayor número de personas posible. Eso es lo que permite la técnica del grabado, al igual que la imprenta, que el arte deje de ser únicamente algo colgado en las paredes de los más adinerados, para distribuirse de forma masiva.

Aunque, sin lugar a dudas, lo más extraordinario que logra Goya con los ‘Caprichos’ es que los juicios y críticas que hace con ellos siguen pareciéndonos actuales, vigentes hoy en día, pese al devenir de los siglos.

Pablo González Tornel, director del Museo de BBAA -en primer término-, junto a Ángel García Molins. Imagen cortesía del Museu de Belles Arts de València.

Según Pablo González Tornel, director del Museu de Belles Arts, “los temas analizados por Goya parten de una visión crítica de los usos y las costumbres de la sociedad española para, después, evolucionar hacia la plasmación de las partes más oscuras, irracionales y violentas de un ser humano privado de intelecto y casi salvaje”. “La mirada reflexiva y crítica de Goya es un ejemplo hoy en día del inconformismo ante las pautas heredadas y de la lucha por el progreso y los avances sociales”, añadió.

Los ‘Caprichos’ fueron adquiridos por el abuelo de Ángel López García-Molins, un químico republicano que se vio obligado a huir a Baviera con el estallido de la Guerra Civil y de nuevo a España tras la subida al poder del régimen nazi. De este viaje de regreso, logró salvar los 80 ‘Caprichos’ que había adquirido en un anticuario alemán. De su abuelo pasaron a su madre y esta se los legó a él, ya que era el único de los hermanos que estaba en contra de despiezar la colección. El deseo de su madre era donar los ‘Caprichos’ a un museo alemán, pero los problemas que suponía su traslado lo impidieron.

Uno de los ‘Caprichos’ de Goya. Imagen cortesía del Museu de Belles Arts de València.

Tras su muerte, Ángel López García-Molins, catedrático de la Universitat de València, se vio libre de donarlos a la ciudad de Valencia y, como su aspiración era que se expusieran al público, el Museu de Belles Arts era la mejor opción. En España, tan solo el Museo Prado cuenta con la colección de los ‘Caprichos’ entera.

Una de las particularidades del papel, al contrario que la pintura en lienzo, es que la luz los estropea mucho más rápido. Si se han conservado durante todos estos años es porque han estado guardados en la biblioteca familiar en forma de libro. De momento, y hasta principios de julio, permanecerán expuestos tan solo 17 grabados y en marzo de 2023 podremos ver los 80 durante los tres meses que su conservación permite. Se agruparán por temáticas, con paneles explicativos acompañándolos, y, tras su exhibición, serán prestados a diferentes museos para disfrute del público, tal y como García-Molins deseaba.

Autorretrato de Francisco de Goya, en uno de sus ‘Caprichos’. Imagen cortesía del Museu de Belles Arts de València.