Gervasio Sánchez: «Las personas anónimas que luchan también existen»

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‘Activistas por la vida’, de Gervasio Sánchez
Colegio Mayor Rector Peset
Plaça del Forn de Sant Nicolau 4, València
Hasta el 27 de marzo de 2022

El fotoperiodista Gervasio Sánchez, en colaboración con la asociación de cooperación internacional Entrepueblos, presenta uno de sus últimos trabajos en el Colegio Mayor Rector Peset de la Universitat de València. Las historias de 40 personas se recogen en esta exposición bajo el título ‘Activistas por la vida‘. A través de la presente muestra, el público conoce la situación de activistas y defensores de la vida, la identidad y los derechos humanos en Guatemala y Honduras.

Sus ejemplos se plasman con la combinación fotografías acompañadas de textos explicativos, gracias a los cuales conocemos a los hombres y mujeres que las protagonizan, la mayoría amenazados, perseguidos o encarcelados. Todo por contradecir el discurso y las decisiones del Gobierno de sus países que, con el favor de potencias políticas extranjeras y grandes empresas transaccionales, están destruyendo dos de los países más ricos en recursos naturales del mundo.

En una entrevista a la Universitat de València, el fotoperiodista refería que ‘Activistas por la vida’ “tiene que ver con la vida cotidiana de personas que pueden ser asesinadas en cualquier momento, personas perseguidas por la defensa de la integridad de sus aldeas, personas que luchan como defensoras de la tierra, personas que luchan contra las grandes empresas extractivistas, personas que luchan por la naturaleza y la riqueza de los ríos, y periodistas que intentan denunciar lo que pasa en Guatemala y Honduras”.

También este medio tuvo la oportunidad de hablar Gervasio Sánchez, poco antes de la inauguración de la exposición, el martes 8 de febrero. “Es la vida de 40 hombres y mujeres amenazados de muerte por su actitud contestataria contra grandes proyectos hidroeléctricos, de cementeras, de minería, aceite de palma, azucareros…, en dos de los países donde hay un nivel de impunidad absoluto».

«En Guatemala y Honduras se resuelven solo 3 o 4 crímenes de cada 100”, comentaba el fotoperiodista. Más tarde, añadía que “todas las historias son importantes, todos luchan por lo mismo. Hay algunos más llamativos, más famosos, pero si rebuscas te das cuenta que todas importan. Las personas anónimas que luchan también existen, y hay unos cuantos aquí”.

Cuando se le pregunta por su satisfacción con un trabajo tan extenso y con tantas historias, Gervasio Sánchez afirma tranquilo que “es satisfactorio, hemos seleccionado personajes de diferentes ángulos, en distintas situaciones. En el libro, por ejemplo, aparecen también sindicalistas y personas sin vínculos a ningún partido o movimiento, pero que luchan por los derechos ancestrales de sus comunidades».

En la visita a la exposición el público descubrirá, entre otras, la larga lucha de quince mujeres que, entre 1982 y 1983, fueron detenidas, violadas y esclavizadas. No fue hasta 2011 que la Fiscalía recibió las denuncias de estos delitos de lesa humanidad, los cuales no prescriben nunca. El juicio se inició en 2016 en el tribunal de la Corte Suprema de Canadá.

El tribunal sentenció a más de cien años de cárcel a dos de los militares canadienses implicados. Fue el primer caso de la historia en el que un tribunal nacional condena a responsables de esclavitud sexual durante un conflicto armado.

Sobre la presencia de mujeres, Gervasio Sánchez explica que “ha habido que buscarlas, hemos apartado de la historia a líderes comunales con tal de poder hablar con mujeres de sus grupos, pues sus historias eran más necesarias de contar».

De este modo, refrenda el fotógrafo, «hablamos de países con niveles de machismo tremendo y donde las asociaciones populares están repletas de hombres machistas, que por el día son activistas y solidarios y por la noche humillan y maltratan mujeres. En algún caso, hay dudas sobre los actos y comportamientos de algunas personas; a esas las hemos apartado fuera cual fuera su nivel dentro de estos grupos. Solo queríamos incluir a personas con un comportamiento intachable”.

La intención del proyecto fue que calara desde planteamiento, en 2017. “Es un proyecto que nació de un encuentro que yo tuve con el director general del cooperativo internacional de la Generalitat de Cataluña en El Salvador en 2017, diez meses después de que asesinasen a la ambientalista Berta Cáceres».

«Quedamos en que era importante la historia de activistas, periodistas, juristas –prosigue– que luchan en condiciones muy difíciles, contar sus historias en profundidad. En colaboración con Entrepobles elegimos a las historias que contaríamos”. Un objetivo inicial que se ha cumplida a la perfección.

Sobre las responsabilidades tras estas injusticias, Gervasio Sánchez afirma que es de muchos Gobiernos y empresas, pero no exculpa a los propios Gobiernos de los países afectados “Pasa algo curioso, el Gobierno de Nicaragua puede apoyar los movimientos reivindicativos de Bolivia, de Ecuador o de Cuba, pero los persiguen en su propio país”.