‘El último Tarzán’, de Paco Zarzoso
Con Enric Juezas, Lola López, Lara Salvador, Marcos Sproston, Wanda Bellanza y Junior Severo
Companyia Hongaresa de Teatre
La Rambleta
Hasta el 12 de diciembre de 2021
Espacio Inestable
Del 17 al 19 de diciembre de 2021
Cuando el padre de Tarzán concibió a su personaje no podía imaginar que, además de hacerle rico y famoso, iba a saltar de liana en liana, de década en década hasta nuestro tiempo. Edgar Rice Burroughs (Chicago, 1875-Los Ángeles, 1950) no pudo seguir la carrera militar como su padre debido a un problema de corazón, pero en cierto sentido aquella dolencia fue su suerte, pues harto de ganar míseros sueldos en distintas empresas, entre ellas una dedicada a sacapuntas para lápices, se lanzó a escribir historias fantásticas.
La del hombre mono, el joven John Clayton III, Lord Greystoke, fue un éxito fulminante. En plena oleada de industrialización y mecanización, entre crecientes rascacielos y los estampidos de los primeros vehículos a motor, las aventuras del rey de los monos eran una bocanada de aire fresco, un canto nostálgico a lo natural y salvaje, con un toque supremacista del homo sapiens capaz de sobrevivir en las peores circunstancias y de imponerse a las demás especies.
A la primera novela, ‘Tarzán de los monos’, le siguieron veintitrés títulos y seis versiones cinematográficas, largometrajes producidos por Metro-Goldwyn-Mayer, protagonizados por el campeón de natación de origen rumano Johnny Weissmüller y Maureen O’Sullivan como su partenaire con bikini de piel.
Burroughs invirtió parte de sus sustanciosas ganancias en un gran rancho en Los Ángeles que llamó Tarzana, pero no se durmió en los laureles y siguió escribiendo hasta setenta títulos la mayoría de ciencia ficción. Las adaptaciones posteriores de Tarzán sobre el papel o la pantalla, en formato de cómic o en libros más o menos ilustrados para todas las edades son incontables.
En estos tiempos de mascarillas y vacunas el potente grito de Tarzán no ha perdido su fuerza, aunque su mensaje propone nuevas interpretaciones y lecturas. La nostalgia por lo natural y primigenio se ha convertido en un réquiem por la naturaleza en franco proceso de extinción. La nueva tendencia llamada ‘transespecie’ aporta también una visión contemporánea a la entidad tarzanesca atrapada en la dualidad hombre/simio.
De todo eso y de muchas cosas más trata la obra que se estrena este fin de semana en La Rambleta y estará el próximo en Espacio Inestable. Un Quijote selvático, un espíritu fantasioso que escapa de la realidad para revivir el sueño de Tarzania. Es ‘El último Tarzán’ un montaje de la Companyia Hongaresa de Teatre, comedia contemporánea nacida de las residencias artísticas de ‘Graners de Creació 2021’, escrita por Paco Zarzoso a partir de una idea original del actor y escenógrafo Enric Juezas.
Interpretado por Juezas, Lola López, Lara Salvador, Marcos Sproston, Wanda Bellanza y Junior Severo, el espectáculo cuenta con música de Jesús Salvador Chapi, acompañado del grupo senegalés Luna de Valencia. Entre bromas y veras, plantea temas de plena actualidad, como los conflictos intergeneracionales, la relación con la naturaleza y con nuestra animalidad, el cambio climático y las crecientes desigualdades entre pobres y ricos. También asuntos periféricos como la explotación del continente africano, la distancia cada vez mayor y no solamente física entre el tercer y el primer mundo y el mito del buen salvaje en nuestra época.
«La idea original fue de Juezas, que pensaba en principio en que le escribiera un monólogo, pero ha acabado en una obra de seis personajes», cuenta Zarzoso. «Es una pieza con muchas facetas, pues combina lo humorístico y cabaretero con reflexiones ideológicas. Pero sobre todo habla del amor a los sueños y de cómo enfrentarse a la realidad a base de intentar eludirla. En ella convive el esperpento con la comedia inteligente, el vodevil con la tragedia, el teatro del absurdo con la estética circense y también participa de esa pasión por el teatro que plasmé en ‘Saguntiliada‘».
Enric Juezas se pone en la piel de un Tarzán sesentón, un Quijote contemporáneo. A diferencia del hombre mono original, no nace en la jungla, sino en Europa. Pero obsesionado desde niño por las novelas de Edgar Rice Burroughs y las películas en blanco y negro protagonizadas por su héroe, siente la llamada de la selva y sueña con revivir sus aventuras.
Su pasión tarzanesca es tan ardiente que en los años ochenta se embarca en un buque maderero rumbo a Guinea Ecuatorial, antigua colonia española, abandonando para siempre la civilización. Allí se enamora de Juana, una mujer que comparte su afán aventurero y que pretendía sumarse a la revolución sandinista y acaba en África por error.
Tienen varios hijos y para sobrevivir montan un especie de parque temático, ‘El Rincón de Tarzán’, con actividades pensadas para los turistas: luchas con cocodrilos, visitas al cementerio de elefantes, arenas movedizas y espectáculos musicales en directo. Hasta que una circunstancia imprevista hace que su pequeño paraíso se derrumbe y deben regresar a la realidad, a un lugar que bien podría ser València, una ciudad gris como lo son todas las grandes ciudades en las que no se puede saltar de árbol en árbol.
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