El mundo del cómic americano parece que siempre ha hecho sombra al tebeo español, en los últimos tiempos apenas se veía en las estanterías un típico tebeo nacional, pero sí que se tenía constancia de ellos en el underground. La autoedición antes era la última salida, hoy es una más para proyectarse. Mario Domínguez, es un joven con aspiraciones en el mundo de la ilustración, no le tiembla el pulso en citar autores nacionales entre sus referencias, y su primera obra en papel es un homenaje, tal vez velado, a los tebeos con apariencia infantil, pero con poso y regusto adulto.
“Soy amante del cómic, pero siempre me ha atraído más el estilo europeo. No es porque no me sienta atraído por el resto, ya que soy de la opinión que una buena historia está por encima del estilo de dibujo y los tópicos. Sin embargo, el estilo español siempre me ha gustado por su capacidad expresiva y su dinamismo. Quizás esto se deba en parte a que me críe con el estilo de Ibáñez, Jan, Martz Schmidt, Vazquez, Segura, Peñarroya, Jaume Rovira, Raf, Cera…” cuenta Mario, que acaba de editar “La Complicada Vida de Jenni” por su cuenta y riesgo,“El caso es que es muy difícil, llevo mandando currículums y dossiers con mis trabajos a multitud de editoriales desde que salí de la escuela, y en años lo más a lo que he podido aspirar es a colaboraciones esporádicas y proyectos de ilustración para cuentos. Es más sencillo que te contraten como ilustrador que como artista completo, porque para ello debes aventurarte con una historia y unos personajes completamente nuevos y originales, y es una apuesta muy arriesgada para cualquier editorial. De todos modos, sí he podido oír de gente que ha logrado la edición en base a comparar sus visitas por internet. En cualquier caso, quise probar suerte con “La Vida Complicada de Jenni” porque mucha gente me animó a ello. Y el caso es que no podía estar más contento con esta decisión”. Viendo a Mario como disfruta de lo que hace, es increíble como en pocos minutos hace una ilustración que me deja perplejo, puedo sentir el hambre que tiene por vivir de esta ingrata profesión, aunque atendiendo a la profesionalidad con la que habla de su trabajo, sus pies parecen pegados al suelo que pisamos y no a otros, “Muy poca gente puede vivir de esto, para ello requieres de una constante, y eso es algo que la vida de un artista medio en España no va a conseguir fácilmente. Por supuesto que quiero ser optimista, y pensar que algún día conseguiré algo estable que me permita disfrutar con lo que hago sin dejar de trabajar y ganar un sueldo constante, pero por ahora tenemos que sacarnos las castañas del fuego como podamos y dibujar nuestra propia historia”. Palabras que nos acercan más al pragmatismo de alguien no relacionado con las artes, pero que me muestra, igual que a los lectores, que la razón debe estar por delante del corazón cuando aspiras en hacer carrera. Nadie puede olvidar sus inicios y los motivos que le empujaron a hacer lo que hace, Mario, que es un chico de espíritu realista, habla de su infancia y de los motivos que le condujeron a lo que ahora crea, “De pequeño fui un ávido lector de cómics. Mis padres tenían guardados unos cuantos cómics de Colección Olé de Mortadelo y Filemón, los Cuatro Fantásticos, la colección de Purk, el hombre de piedra y Tarzán. Los encontré, y con ellos no solo aprendí a leer, sino que descubrí un mundo apasionante lleno de posibilidades. Desde entonces siempre he soñado con dedicarme a ello”. La colección Olé hizo mucho por el tebeo nacional, por los autores que tenían que contar cosas con un lenguaje visual muy patrio, con unas chanzas imposibles de entender en otras latitudes. Quizás necesitábamos un referente, no para los autores o para los lectores más indagadores, sino para el gran público, ese al que hay que darle en mucha ocasiones las cosas bien mascadas, y para ello “Arrugas”, pudo ser un buen inicio, “creo que sí. Paco Roca es uno de mis dibujantes actuales favoritos (de hecho él dibujó mi primer fan-art y fue un grandísimo empujón que me permitió seguir adelante nada más empezar en el mundo de los webcomics) y creo que ha conseguido algo muy importante, y es que ha demostrado a la gente poco amante del cómic que este medio puede contar historias mucho más allá del componente infantil, que pueden evocar sentimientos muy profundos y pueden llegar al nivel de una película o novela, e incluso sobrepasarlo con una narrativa única y emotiva. Y si me está leyendo en esta entrevista, gracias, gracias de corazón, porque seguramente Toby el chico-ardilla o Jenni no existirían sin ese gran gesto que tuvo conmigo cuando vino a Alcoy”.Alcoy, me quedo con esa palabra, con ese pueblo donde da la sensación que en los últimos años está siendo una gran cantera de jóvenes artistas, casi un refugio para la imaginación comiquera o ilustradora. Una Itaca en el desierto, me interesa saber las claves de la mano de Mario: “ciertamente he conocido a un montón de grandes artistas que han salido de aquí. En La Escuela de Artes y Oficios de Alcoy se realiza una gran labor divulgativa y didáctica, y sin duda uno de sus puntos fuertes es su modo de promover el arte en el corazón de sus alumnos: te ayudan a desarrollar un estilo propio y saben cómo sacarlo de ti, a base de duro trabajo. Estoy muy agradecido de haber estudiado allí”. Quizás Mario se ha lanzado, con mucha determinación y valor, al mundo de la autoedición porque ha tenido pocas oportunidades de mostrar lo que sabe hacer o tal vez sí las ha tenido… “Ha habido muchos momentos que he podido definir de oportunidades. El mismo día en que me hice cuenta en Subcultura para subir dibujos fue algo de lo que nunca me arrepentiré. Otro momentazo fue cuando me seleccionaron como autor para el fanzine colaborativo «Webcomics 2.0» formado por muchos grandes artistas de Internet. El resto de fanzines colaborativos en que participé (Weezine, Heyrope, Zuzumba) fueron también grandes momentos. El día en que me pidieron mi primer cuento ilustrado (basado en El Tirisiti, una obra teatral alcoyana infantil) también fue muy especial para mí. Todos los proyectos finales que realicé (una animación para el Ciclo de Ilustración, diseño de camisetas para Grado de Ilustración Textil) fueron también grandes oportunidades. El propio cartel para Suspiria que se me ha encargado me parece también una grandísima oportunidad para mostrar mi arte al mundo”.
El mundo del cómic, como casi todo lo relacionado con la cultura está en un momento difícil, sin ayudas y sin tan siquiera la palmadita en la espalda debe ser complicado seguir avanzando por las baldosas amarillas de sus viñetas, pero ¿estamos igual que antes?, “Creativamente hablando, yo veo un resurgir muy positivo: tenemos a grandes autores publicando sus obras por Internet y no hay un sólo estilo que nos defina, conozco a una gran cantidad de artistas y todos ellos tienen un modo de ver la vida muy suyo, muy personal, y así lo plasman en sus cómics. Cada vez hay una apuesta más firme con lo personal y lo independiente por encima de la moda de turno, y se están logrando maravillas con ello. Económicamente… la situación no es muy favorable. Ya casi no quedan revistas de cómic, Dibus cerró, El Jueves ha perdido a muchos valiosos miembros (que por otro lado lo están petando en Internet con proyectos como Orgullo y Satisfacción) y no es que el panorama cultural se interese mucho por la novela gráfica. Quién sabe si esta situación pueda llegar a cambiar si todos hacemos peña y nos mantenemos constantes”. Otro concepto importante, al menos para mi: novelas gráfica en Francia o en el resto de Europa, y su situación, “Si bien los dibujantes gozan de una mayor acogida, siguen existiendo muchas revistas que apuestan por la novela gráfica y existen muchos autores que han logrado hacer del cómic un trabajo estable. No es de extrañar que muchos dibujantes geniales de España acaben encontrando allí más oportunidades”. Mario, como mucho otros, seguirá trabajando, esperando que alguien se fije en él, pero no por azar o por mera suerte, sino por ponerse delante con el cómic de “La complicada Vida de Jenni”, que como ya comentaba, es un tebeo con apariencia infantil, pero con fuste maduro.
Y si lo que deseas es comprarlo y apoyar así a que haya un nuevo número puedes hacerlo contactando directamente con el autor, algo que siempre ayuda, en su mail: mariodominguezsoler@hotmail.com o también en algunas librerías que han tenido a bien cederle un espacio como:
Alicante: Librería ComixCity (C/Serrano 15)
Málaga: Librería Rayuela Idiomas (Plaza de la Merced 17)
Alcoy: Librería Exlibris, papelería MateriArt y Paperking.
Javier Caro es director y presentador de AmalgamaRock. Es Técnico Superior en Integrador Social y estudiante de Psicología en la UNED. Escribe en LaHeavy, Arròs Negre y la revista Al Margen. Es redactor del programa Esport Jove, donde hace un seguimiento al Lucentum de Alicante. Ha escrito «La Tuerca Mágica» para una asociación de discapacitados, y está terminando un libro sobre la historia del rock. También es Director del Festival de Cine de Terror y Fantástico Suspiria Fest, en San Vicente del Raspeig, Alicante.
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