Valencia, patrimonio cultural
Francisco Moratalla
La mayoría de los valencianos no son plenamente conscientes de los tesoros que encierra su ciudad. Un patrimonio monumental de valor incalculable acumulando a lo largo de los siglos que refleja los distintos estratos culturales y estilos arquitectónicos que se han sucedido a partir de los romanos. Desde rústicas alquerías, y suntuosos palacios a numerosas iglesias y edificios emblemáticos como La Lonja, Patrimonio de la Humanidad, configuran un catálogo único que, a veces por su cercanía y proximidad, los ciudadanos son incapaces de valorar.
Aproximar ese legado histórico a todos los públicos es el objetivo de ‘Valencia, patrimonio cultural’ (Sargantana) que reúne 61 Bienes de Interés Cultural, BIC, “aquellos que por su singulares características y relevancia para el patrimonio cultural son objeto de especiales medidas de protección, divulgación y fomento que se derivan de su declaración como tales”.
El proyecto es iniciativa de Francisco Moratalla, empresario valenciano dedicado a la rehabilitación de edificios que, con la ayuda de Mª Pilar Martínez y el fotógrafo Germán Cabo ha catalogado con orden y concierto, fichas explicativas e imágenes este cúmulo de bellezas arquitectónicas. Cada ficha especifica la historia del edificio, su grado de protección, los materiales empleados para su construcción, estilo arquitectónico y usos tanto en el pasado como en la actualidad. Gran parte de ellos, más de una veintena son de naturaleza religiosa: iglesias, conventos y monasterios. También una decena de palacios, jardines (El Botánico y el de Monforte), mercados (Colón y el Central), fragmentos de la antigua muralla y las Torres de Quart y Serranos.
“Dirijo una empresa de rehabilitación de edificios para la que estoy en fase de obtener la calificación K7 para la rehabilitación de patrimonio histórico-artístico, y después de hacer una labor de investigación de todos los edificios BIC de Valencia, me di cuenta que no existía un catálogo donde estuvieran todos incluidos”, dice Moratalla. “Tampoco existían fotos y la documentación sobre ellos estaba desordenada, así que pensé que a la gente con curiosidad por el patrimonio valenciano le podía interesar tener toda esta información recogida en un solo documento. La idea era maquetarlo y encuadernarlo a pequeña escala para regalarlo a mis amigos y clientes. Se lo comenté a un amigo librero que me puso en contacto con Sargantana y, ante mi sorpresa me dijeron que el material era muy bueno y querían publicarlo. Así que podemos decir que el libro surgió por accidente”.
Además del contenido histórico artístico, el libro tiene una faceta solidaria, pues Moratalla y sus colaboradores han cedido los derechos de autor de la obra a Casa Caridad Valencia. “Lourdes Baño, que colabora muy activamente con esta entidad me pidió que les echara una mano y pensé que ceder los derechos de este libro sería una forma bonita y original de hacerlo. Mi empresa no tiene nada que ver con la literatura, por lo que para mí el tema del libro es una especie de regalo”.
‘Valencia, patrimonio cultural’ está pensado para un público amplio y variado que incluye desde profesores a estudiantes, desde nativos a visitantes extranjeros. “No hace falta ser muy lector, ni tener un nivel muy técnico”, afirma Moratalla. “La idea es que sirva como guía para conocer más el rico patrimonio de la ciudad. Puede leerse de una tirada o según edificios de interés, tenerlo en casa o llevarlo mientras das un paseo por las calles de Valencia”.
Monumentos preferidos
Si se viera en la terrible tesitura de poder salvar sólo a tres de estos monumentos de la destrucción total, Moratalla sabría tomar tan dramática decisión. “Si no pudiera salvarlos a todos, en esa encrucijada elegiría la Iglesia de San Nicolás que me parece impresionante. El trabajo de pintura interior bien le vale el apelativo de Capilla Sixtina valenciana. También la fachada del Palacio del Marqués de Dos Aguas, una de las obras más destacadas de la arquitectura rococó en España. Y las torres de la ciudad, tanto las de Serrano como las de Quart, que son los restos de la Valencia medieval”.
Madera e imágenes
María Pilar Martínez estudió ingeniería de montes en la Universidad Politécnica de Valencia y se formó en dirección de empresas para integrarse en la empresa familiar Grupo Forestia 360. “Moratalla es buen amigo mío y un día me entregó las fichas de los 61 edificios BIC’s con la propuesta de que investigara su historia para hacer este libro”, dice Martínez. “Los que más me costó documentar fueron dos palacios, el de los Català de Valeriola y el de los Condes de Cervellón”.
La Casa vestuario y el Palacio del Marqués de Dos Aguas son los monumentos que tienen mayor valor simbólico para ella. La Casa Vestuario, donde se cambiaban los magistrados del Tribunal de las Aguas de Valencia, le trae recuerdos de su abuelo que fue el primer policía rural de Bétera y la llevaba de niña a ver actuar a esta peculiar institución. También admira de forma especial el Palacio del Marqués de Dos Aguas.
Por su parte, Germán Cabo estudió arquitectura también en la Politécnica, así como un máster en Conservación de Patrimonio. En 2012 se inicia su pasión por la fotografía y tres años después abre un estudio en el barrio de Russafa. Ha trabajado para distintos estudios de arquitectura e interiorismo realizando encargos por todo el territorio nacional.
Bel Carrasco
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