Carolina Valls

#MAKMAArte
‘Shibui’, de Carolina Valls
Shiras Galería
Vilaragut 3, València
Hasta el 23 de junio de 2023

«El arte es un mediador del inexplicable, por eso parece locura querer mediatizarlo a través de la palabra. Pero al hacer esfuerzo en este sentido, la inteligencia obtiene más de un beneficio». Lo dijo Goethe y quien ahora lo confirma es la artista valenciana Carolina Valls, al nombrar su nueva exposición en Shiras Galería como ‘Shibui‘.

La traducción literal de este concepto japonés es ‘astringente’, aunque se trata más bien de algo «deliciosamente astringente» –como dijo James A. Michener en su libro ‘Iberia’– y no se aplica solamente a los sabores, sino que evolucionó como un concepto de la estética nipona para nombrar a todo aquello que es bello y agradable sin presumir de ello; a lo que es sencillo e incluye detalles sutiles que lo hacen, a la vez, complejo, y permiten al observador encontrar la belleza por sí mismo a lo largo del tiempo.

«La diferencia que hay entre la obra que hacía yo antes y la obra que hago ahora es precisamente eso», dice Carolina Valls. Según ella, sus obras anteriores, desde ‘Arquitecturas cinéticas’ hasta ‘Revoluciones’, «estaban pensadas para ver de lejos. Porque de lejos es cuando veías el cinetismo, el movimiento. Ahora, es al revés; te tienes que meter dentro».

La artista –Premio Adquisición MAKMA en Abierto València 2019 con ‘Flexible 2. Homenaje a Rothko’– se acuerda otra vez de su referente artístico. «Mark Rothko hacía obras enormes que para él eran como portales a los que el espectador tenía que entrar. A mí ahora me pasa lo mismo. Porque cuando tú te acercas es cuando ves todos los pequeños detalles, las texturas, las grietas y todos los matices de todo lo que hay ahí. Si te acercas lo ves en la exposición».

Carolina Valls. 'Shibui'
‘Shibui 9’, de Carolina Valls. Imagen cortesía de Shiras Galería.

‘Shibui’ marca un punto de inflexión en la obra de Carolina Valls. La geometría clara de bordes duros da lugar a retículas fluidas, brochazos libres y veladuras cromáticas de gama neón. «Una transformación radical desde la decisión racional y, a priori, por un planteamiento mucho más abierto, intuitivo y procesual», rubrica el crítico de la muestra Juan Bautista Peiró de la Universitat Politècnica de València, donde Valls también es profesora.

«Llegó un momento que yo me sentía como que ya había explorado suficiente ahí», confiesa la artista en relación a sus obras geométricas anteriores. «Por otro lado, era como un proceso demasiado calculado y se me fue un poco la motivación. Por eso empecé a leer; me puse a leer y descubrir cosas y, al final, me he centrado mucho en lo zen. Me gusta cómo procesan esa filosofía en Japón. Un libro que me supuso una gran diferencia fue ‘El elogio de la sombra’, de Junichiro Tanizaki, que habla un poco de la estética de lo cotidiano en Oriente. Entonces, lo que intento es ver los conceptos que tenemos asumidos en Occidente, pero a la manera oriental».

Carolina Valls añade, también, que otros dos grandes referentes artísticos suyos –Eduardo Chillida y Antoni Tàpies– también tuvieron influencias semejantes. No en vano, nuestra charla con la artista está, de hecho, plena de referencias y lecturas en curso: habla de Helen Frankenthaler, Lee Krasner, Juana Francés y Jorge de Oteiza; y nos da cuenta sobre su más reciente visita al Chillida Leku.

Profesora, investigadora y artista, Valls está habituada a teorizar sobre la praxis y poner en práctica la teoría. Asimismo, asume que busca antes el concepto que la estética. «Lo que hago primero es empezar a documentarme para encontrar ideas que son interesantes a nivel conceptual y, a través de esas ideas, realizar experimentaciones técnicas. Porque creo que el arte es una ciencia también. Tenemos que recurrir a fuentes. Me parece que hay que leer e investigar para innovar».

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La investigación del espacio era una constante en las anteriores obras de la artista, quien abordaba hasta entonces el tema desde una perspectiva física y racional. Ahora, al contemplar ‘Shibui’, se percibe que las indagaciones de Carolina Valls sobre el espacio no cesaron, sino que se expandieron, y esta dimensión pasa a ser tratada de manera mucho más metafísica, hablando del entorno, de la acción de la luz dentro de la penumbra y, sobre todo, del vacío, «entendido este último en su acepción más taoísta: el vacío como posibilidad de todo», como apunta Peiró.

«Me apetecía experimentar de una manera directa cómo va fluyendo todo en tiempo real con el propio material, cosa que antes no me ocurría. Yo vengo de un recorrido muy racional y, a veces, es difícil ponerse a dar un giro. Pero siempre evolucionamos todos. Y ese proceso ahora es más emocional, más visceral».

Carolina Valls y Sara Joudi, directora de Shiras Galería, junto a una de las obras de la exposición ‘Shibui’. Imagen cortesía de Shiras.

«Hay cosas que aún están –prosigue Valls–, como las líneas –aunque pasé de la línea recta a la curva–; y el color ahora lo he expandido, lo que, al final, creo que denota mi procedencia, porque me crié en una ciudad con mucha luz. Pero ahora es una metodología más procesual y el resultado es más orgánico. Además, me lo paso muy bien cuando estoy creando, lo disfruto mucho porque vuelco más la parte emocional».

Sensación similar deben de experimentar los visitantes de la muestra, quienes podrán disfrutar descubriendo un nuevo momento en la trayectoria de la artista valenciana y todo lo que explora en esta nueva etapa. De los colores vibrantes filtrados entre grietas a los relieves sutiles creados por las texturas. Del vacío permeado de movimiento al espacio compartido entre línea, luz y forma. ‘Shibui’ revela una mirada fresca y vibrante a la belleza del cotidiano.

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Asimismo, en la Sala Refugio de Shiras Galería, el visitante también tiene la oportunidad de contemplar ‘Outsider I’. En esta muestra dialogan entre sí obras de las artistas Alicia Torres, Anna Herrgott, Cristina Gamón, Nuria Rodríguez y Rosa Torres.

Ganadora del 25º Premio Nacional de Pintura Fundación Mainel con ‘Umbrales IV’, Gamón expone ahora otra pieza de la misma serie, ‘Umbrales V’. La transparencia lechosa de este panel de metacrilato hace juego con los cristales dicroicos de ‘Reflect nº 5’ de Herrgott. Mientras las líneas y colores de las obras inéditas de Nuria Rodríguez armonizan con las del ‘Homenaje a Cézanne’ de Rosa Torres. Y el ‘Pliegue 01’ de Alicia Torres manifiesta en tres dimensiones la creatividad y la calidad plástica de todas las obras de la exposición.

Esta es, de facto, la primera vez que Shiras Galería presenta simultáneamente en sus dos salas dos proyectos realizados solamente por artistas mujeres. «Lo veo genial –dice Carolina Valls–. La visibilidad femenina es necesaria. Me parece una pena que tenga que ser necesaria, pero lo es». Si uno cree, además, como dijo Georgia O’Keeffe, que «hay algo inexplorado de la mujer que sólo una mujer puede explorar», nada mejor que visitar la galería comandada por Sara Joudi para contemplar ‘Shibui’ y ‘Outsider I’.