Bruno Munari

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‘Bruno Munari’
Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA)
Plaza de Santa María 3, Alicante
Hasta el 25 de septiembre de 2022

Siempre dedicado a dar a conocer y a volcarse con la ciudadanía, el MACA presenta ahora una exposición monográfica del creador, artista gráfico y, sobre todo, polifacético Bruno Munari. Se trata de una muestra itinerante de la primera retrospectiva del artista que se realizó en la Fundación Juan March este mismo año en la capital.

Tras su paso por Madrid, se genera aquí un nuevo contexto desde el que abordar parte de la producción de este magnífico y, en algunos ámbitos, poco reconocido creador. Pintura, escultura, diseño, todo se entremezcla para mostrar que las formas geométricas ideadas por el artista encierran más de lo que en apariencia podría parecer.

Bruno Munari nace en Milán en 1907 y, aunque su mayor actividad productiva se concentra en la década de los 50 a los 60 del siglo pasado, ya en los años 30 empieza a interesarse por el movimiento predilecto de su país natal: el futurismo. Quizá se acerca más a las ideas de Enrico Prampolini que a las de Marinetti, pues este ya se había quedado algo anticuado. Así, de este movimiento, Munari adquiere respuestas al ansia de captar el movimiento, así como la conjunción que hace con lo industrial.

Bruno Munari

En este recodo futurista donde la exploración de la máquina parece guiar a muchos de sus componentes, Munari creó series relacionadas, como ‘Maccina aerea’ (1930) o ‘Macchine inutili (1934), recogiendo estas últimas esa capacidad humorística que acompaña la gran mayoría de sus obras. Si, en sus orígenes, el futurismo luchaba por incorporar en sus bases simultaneidad, temporalidad y movimiento, Munari destaca por dejarse llevar para entender que no existen límites en la disciplina.

Como, poco a poco, vamos descubriendo, muchas de las piezas tienen en el diseño su soporte, pero no tanto un diseño entendido como funcional, sino más bien uno que experimenta con el límite. Juega con la practicidad más que con la teoría, y así crea piezas como la lámpara colgante hacia la que irremediablemente se escapa la mirada.

Se trata de una pieza hecha con un material elástico, textil y unas anillas que no solo ilumina, sino que genera una utilidad. Un objeto que prima la artesanía, ya que está concebido para hacérselo cada uno en casa. Esa capacidad tan conveniente en nuestros días hace que a Munari se le considere un pionero en muchos sentidos.

Así, sus objetos juegan, a veces, con las dimensiones, engañan al ojo y toman la naturaleza como referente casi siempre con un contenido pedagógico o, al menos, reflexivo. Desde la escultura, el diseño, la gráfica, el papel, la decoración o la tecnología, aplica a todo el ‘método Munari’: un método proyectual y planificatorio, pero que tiene en la creatividad el filtro funcional.

En la composición que se recoge en una gran lámina, donde observamos una diferenciada tipografía con diversos dibujos, ya se atisban detalles como el atrevimiento en el color o su capacidad de idear saliéndose de la norma. Este juego es, según relata el programa de mano, “la revolución silenciosa de Munari”, que se define como aquella que sondea el límite, del proyecto o del objeto, y dispone al observador a la sorpresa.

Ocurre así, por ejemplo, en sus ‘Libros ilegibles’, una serie de libros que, proyectados para distintos públicos, no dejan indiferente en cuanto a la capacidad de interacción y a la mecánica de aplicación de sus estrategias creativas.

La exposición nos obliga a activar el espacio: desde asomarnos a una vitrina para acaparar el detalle, hasta rodear una gran escultura de corte industrial. Los bocetos y otros apuntes, que se van repitiendo, aportan, sin duda, la clave para entender a Munari. La variedad de la muestra es algo realmente reseñable y nos hace pensar en que estamos ante “una exposición colectiva de Bruno Munari”, subtítulo que él mismo aplicó a una de sus exposiciones. Desde grandes proyectos arquitectónicos, hasta el objeto más cotidiano –como ‘Los tenedores de Munari’ (1958-1970)–, nos llevan a pensar que la mente de grandes genios como él no podía detenerse.

‘Bruno Munari’, en conclusión, recoge su forma de mirar el mundo y la destapa en cada uno de sus objetos. Adentrarnos en su imaginario resulta una experiencia que se debate entre la apertura y lo analítico, entre lo desconocido y todo aquello de lo más revelador.