Anna Bella Geiger. Circa MMXIV: ni más ni menos
Galería Aural
Labradores, 14. Alicante.
Inauguración: 26 de abril a las 20:00 h.
Hasta el 30 de junio de 2014
Circa MMXIV: ni más ni menos, es la primera exposición individual de la artista en España, una muestra expositiva que se entiende como un viaje por los pasajes de su producción artística desde los años 70 hasta algunas de sus piezas más actuales.
Circa es un término que la Anna Bella Geiger viene empleando desde el 2005 en las exposiciones que formulan un recorrido de una trayectoria que abarca toda la segunda mitad del s. XX hasta principios del s. XXI, que permite otros modos de relativizar obras elaboradas a través de diversas décadas, sin que ello perjudique a sus significados concretos y esenciales.
Geiger opta por la organización de su poética en series temáticas mediante la representación de los mapas, cuyo carácter icónico se tensa para crear una verdadera “topografía del arte” (el lugar del arte como geografía y la geografía como lugar de arte) en su abstracción planimétrica, en el trazado imaginario de meridianos, paralelos, planisferios, etc. y, simultáneamente, problematizar las delimitaciones culturales, históricas, políticas y sociales), para articular un discurso territorial en el cual confrontar los conceptos de identidad y alteridad, cultura nacional, el lugar del artista en la sociedad, la constitución del circuito del arte en Brasil y su posición en el mundo.
La artista revela las contradicciones del sistema representacional de la cultura y desconfía de la misión pedagógica de la imagen del nativo de Brasil.
Los años 70 son una etapa de debate profundo en la relación entre la cultura brasileña (periférica) y las culturas europeas y norteamericanas (centralizada). Con sus mapas híbridos, visionarios y críticos, repletos de un clamor anticolonialista, Anna Bella refrenda la ya conocida máxima del uruguayo Torres García, que, al proponer un mapa de América latina cabeza abajo, proclamó que el Sur es el Norte, y viceversa. Toda su obra refleja la idea de la descolonización. Esta preocupación de la artista relaciona la identidad cultural con el espacio vivido, tan evidente y coherente con nuestro mapa político actual.
Estimulada por las cuestiones suscitadas por el arte conceptual y el momento político vivido, su producción de la década de 1970 está marcada por un carácter eminentemente experimental: fotograbado, fotografía fotomontaje, serigrafía, fotocopia, tarjetas postales, vídeo, Súper 8, lo que la lleva posteriormente a trabajar toda una serie de formas híbridas (objeto-esculturas, grabado-objeto, fotografía-objeto, foto-collage, foto-instalación, vídeo-instalación), en el sentido de desdibujar fronteras entre ellos y con la idea de pasaje, del retorno a lo nómada, el exilio y de movimiento continuo. Tal vez por ser hija de inmigrantes y vivir en Río de Janeiro, se ocupa de la problemática de la adaptación, la mimesis, el intercambio y la ubicuidad, la búsqueda de lo global en lo local y viceversa. En los trabajos que dialogan con las vertientes conceptuales al indagar sobre el carácter ontológico del arte, Anna Bella Geiger interroga también los sistemas culturales y políticos que crean y perpetúan el arte.
Geiger desarrolla una poética contemporánea del espacio, pero la condición doblemente contemporánea de la artista se evidencia en el planteamiento de la liberación de la autonomía del arte y de la especificidad de los medios como géneros cerrados manteniendo el pulso con cada uno de ellos en la tentativa de establecer interdependencias. Anna Bella atraída por el carácter intimista y subjetivo del vídeo, y el juego metalingüístico, polemiza acerca de las narrativas de las producciones televisivas de entonces donde el consumismo y la pasividad propagada por la cultura de masas reproducía una visión contraria a la realidad cotidiana.
El vídeo es una herramienta de experimentación. Ello se evidencia en la “suciedad” de la calidad de la imagen y el sonido ambiente. Utiliza el dispositivo tecnológico para registrar una acción-operación donde hace frente a la presencia de otra frontera, la del tiempo. Aquí la artista es la protagonista de tres acciones que no son concebidas como performances, pues el uso del cuerpo no está concebido ni como un medio de expresión personal ni como soporte-, sino como simulacro. Los vídeos siguen el camino de la ironía, se tornan símbolos de resistencia y protesta hacia el régimen militar. Todo ello nos indica que Anna Bella Geiger adopta una postura crítica elaborada mediante la serie, la variación, mutación y repetición, cuestiones que le permite desarrollar a través del vídeo o del grabado como medios propicios a la seriación y multiplicidad, constituyendo la configuración formal de su trabajo.
Esta exposición propone una aproximación hacia la comprensión de la historia entre América del Sur y Occidente, puesto que la herida colonial señala las ausencias con las que se ha narrado la historia.
Anna Bella Geiger (Río de Janeiro, 1933), considerada una de las más importantes artista contemporáneas brasileñas, ha dedicado toda su carrera a la investigación y experimentación artística entorno al debate arte y sociedad, y como docente a la formación de nuevas generaciones. Fue una de las primeras artistas conceptuales y pionera en la utilización del vídeo en Brasil.
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