‘Michavila: Geometría y Ecología’, de Joaquín Michavila
Centre Cultural La Nau
Sala Martínez Guerricabeitia
Hasta el 22 de mayo de 2016

La Universitat de València rinde homenaje a la figura de Joaquín Michavila con la exposición ‘Michavila: Geometría y Ecología’, una monográfica que reúne una selección de 30 obras con las que su comisario, el profesor Pascual Patuel, se adentra en los principales periodos del artista contemporáneo valenciano: el geométrico (1968-1978) y el paisajístico con la serie de ‘El Llac’ (a partir de 1978). La muestra se puede visitar en la Sala Martínez Guerricabeitia de La Nau desde hoy (inauguración a las 19 horas) hasta el próximo 22 de mayo.

‘Michavila: Geometría y Ecología’ muestra los dos periodos de mayor transcendencia en la trayectoria del artista valenciano, ambos a su vez complementarios. “Aunque el periodo geométrico comprende toda la línea de la abstracción geométrica de Michavila, él siempre tuvo una visión paisajística de esta obra. Llegó un momento en que todo lo veía de manera geométrica, incluso el paisaje; con lo cual en esta obra encontramos una premonición de lo que sería el paisajismo posterior”, señala Patuel.

Así se ha expresado el comisario durante la presentación de la exposición en rueda de prensa este martes en el Centre Cultural La Nau, a la que también han asistido el vicerrector de Cultura e Igualdad de la Universitat de València, Antonio Ariño; el director de Actividades de la Col·lecció Martínez Guerricabeitia, José Pedro Martínez; y Carmen Michavila, hija del artista, quien ha anunciado que la familia donará a la Col·lecció Martínez Guerricabeitia la obra ‘Natura morta al capvespre’ (1980), 80×80, un acrílico sobre lienzo de la colección privada del artista que ha sido restaurado por la Col·lecció Martínez Guerricabeitia.

Asimismo, en este marco se ha hecho pública la entrega de la Medalla del Círculo de Bellas Artes de Valencia, que este año reconocerá a la figura de Joaquín Michavila.

Imagen de la obra 'Forma emergente', Joaquín Michavila. Fotografía cortesía de La Nau.
Imagen de la obra ‘Forma emergente’, Joaquín Michavila. Fotografía cortesía de La Nau.

El vicerrector Antonio Ariño ha destacado el “excelente magisterio” de Michavila, profesor de Dibujo de la Escuela de Magisterio de la Universitat de València, así como su “constructivismo dinámico” y su “retorno a la naturaleza con La Albufera”, lo cual se recoge en una exposició que ha calificado de “extraordinaria”.

José Pedro Martínez, por su parte, ha subrayado la importancia de inaugurar la temporada expositiva de la Col·lecció Martínez Guerricabeitia este 2016 con una “retrospectiva” de Joaquín Michavila, cuya calidad pictórica “queda fuera de cualquier discusión”, ha dicho.

Esta ha sido una presentación emotiva por el vínculo afectivo que une al artista homenajeado y a la institución organizadora –Michavila fue miembro del Patronat Martínez Guerricabeitia desde su fundación–, pero también por la intervención de Carmen Michavila, quien se ha referido a su padre como un “magnífico artista e intelectual”. “Principalmente ha sido un maestro, un docente de vocación, vinculado desde siempre a la escuela y a la Universitat, y aquí es donde reside el valor que tiene esta exposición para toda la familia”, ha añadido. Carmen Michavila, además, ha señalado que es la primera vez que el artista no asiste a una exposición suya –sufre alzheimer y una recaída reciente se lo han impedido–, en cambio, “sabemos que él hubiera sido feliz celebrando con todos nosotros esta exposición”, ha concluido.

El proyecto expositivo

Pascual Patuel es profesor de Historia del Arte de la Universitat de València. Ha estudiado en profundidad el movimiento plástico valenciano de la década de los 50, lo que le ha llevado a forjar una sólida amistad con sus protagonistas, como es el caso de Joaquín Michavila, a quien, junto con la Universitat, quiere rendir homenaje en esta exposición. “Fue profesor de Dibujo en la Escuela de Magisterio, hoy ya Facultad. Esta ha sido su casa durante 40 años y a mí me gustaría que la exposición fuera un pequeño homenaje a su figura”, reconoce.

El profesor Pascual Patuel ha contado en el comisariado de esta muestra con la estrecha colaboración de Carmen Michavila, hija del artista, y de la Galería Benlliure. Organizada por el Vicerrectorado de Cultura e Igualdad, con el apoyo del área de gestión de la Col·lecció Martínez Guerricabeitia (Fundació General de la Universitat de València), la exposición exhibe 12 obras del periodo geométrico y 18 de la serie de ‘El Llac’. Son 30 cuadros de gran formato procedentes tanto de instituciones públicas como de coleccionistas particulares, incluso de la colección privada del artista. Han prestado obra, entre otros, el Ayuntamiento de Valencia, el Fons d’Art i Patrimoni de la Universitat Politècnica de València, la Universitat de València, el IVAM, el Museo de Bellas Artes de Valencia, la Fundación Chirivella Soriano, el Museo Contemporáneo de Vilafamés y Fundación Bancaja.

Imagen de la obra 'Densidades II', de Joaquín MIchavila. Fotografía cortesía de La Nau.
Imagen de la obra ‘Densidades II’, de Joaquín MIchavila. Fotografía cortesía de La Nau.

 

Abstracción vs. Realismo

Joaquín Michavila pertenece a una generación luchadora, que nadaba a contracorriente, inmersa en un mundo plástico realista y, sobre todo, sorollista. Genovés, Andreu Alfaro, Salvador Soria, Vicente Castellano, el escultor Bayarri, el arquitecto Juan Estellés…, son algunos de los artistas que se definieron por su búsqueda incansable de la modernidad en un ambiente aún decimonónico. Michavila, formado en la Escuela de Bellas Artes, quiere superar esa barrera y se pone a la vanguardia de las artes plásticas valencianas a través de la fundación de iniciativas grupales, como el Grupo Los Siete (1949-1954) –antes fue miembro del Grupo Zeta–; el Grupo Parpalló (1956-1961), liderado por Vicente Aguilera Cerni; el Movimiento Artístico del Mediterráneo (1956-1961); o el Grupo Antes del Arte (1968-1969), vinculado al arte óptico y cinético. “Él estuvo en primera línea y no era cómodo; aquellos artistas eran vituperados, injuriados, y se tuvieron que enfrentar a una crítica verdaderamente destructiva en todas partes, especialmente, en la prensa de los años 50”, apunta Patuel.

Si bien es cierto que Joaquín Michavila empieza a pintar en los años 40 dando sus primeros pasos dentro del contexto postimpresionista, no es hasta la década de los 70 cuando alcanza su periodo álgido en la abstracción geométrica, un lenguaje ya muy investigado por entonces, muy codificado a nivel internacional, pero que el valenciano incorpora y adapta a la idiosincrasia local con una forma especial de ver el Mediterráneo, a base de luz y colorido enérgico a través de naranjas y azules. “Esta es la gran particularidad de la geometría de Michavila”, afirma el profesor y comisario. Una obra particular que, según indica Pascual Patuel, enlaza con la producción de los grandes representantes internacionales de este periodo: Wassily Kandinsky, Piet Mondrian, Theo van Doesburg o los constructivistas rusos.

‘El Llac’

Esta abstracción lleva consigo presente una visión paisajística, la que la exposición recoge con el sustantivo ‘Ecología’, que denuncia el maltrato medioambiental y reivindica el respeto por el paisaje y la biodiversidad. Es aquí donde el montaje de la exposición, que se inicia con el periodo geométrico, llega a un punto de inflexión proporcionado por el cuadro ‘El Palmar’, obra pintada en 1980, de 80×80. Esta pieza marca la transición entre la geometría y el paisaje valenciano, en el que se centrará el artista a partir de 1978.

Inspirado por el entorno de La Albufera, degradado en aquella época, Michavila descubre una visión inédita hasta entonces y pone en lenguaje artístico todo aquel paraje. Comienza con la serie de ‘El Llac’, pero continúa con ‘El Riu’ y sigue con otros paisajes que conoció en la niñez: la Valencia de los años 30-40, todavía provinciana y rural, que consigue reflejar en su producción artística.

Al abandonar la “geometría estricta”, Michavila se introduce en la “neofiguración”, “un paisajismo que no es académico, mimético o fotográfico, sino que busca asumir toda la herencia de la abstracción y vincularla al paisaje; por eso utiliza texturas que proceden del informalismo matérico y una serie de recursos que ya habían sido experimentados, pero que él asume, los hace suyos y los incorpora a su trabajo”, explica el profesor Patuel.

Destaca, por ejemplo, la pintura ‘Embarcadero’ (1980), 140×100, que se expone por primera vez. Según ha reconocido Patuel, ha sido un hallazgo para el comisario y para los organizadores de la muestra.

El catálogo

El catálogo, editado dentro de la serie ‘Trobades’, incluye textos de Pascual Patuel; del director de Actividades de la Col·lecció Martínez Guerricabeitia, José Pedro Martínez; y de Carmen Michavila; y reproduce íntegramente la obra de la muestra.

Dirigido por el comisario de la exposición, pretende ser un puente entre el gran público y la producción artística de Joaquín Michavila, por ello compila reflexiones de críticos de arte y de expertos que permiten comprender el lenguaje del arte.

Imagen de la pieza 'Cases de la marjal'. Fotografía cortesía de los organizadores.
Imagen de la obra ‘Cases de la marjal’, de Joaquín Michavila. Fotografía cortesía de La Nau.