#MAKMAArte
‘El Jardí del Túria fa 35 anys. Els jardins del Túria de Ricardo Bofill’
Colegio Territorial de Arquitectos de València
Hernán Cortés 8, València
Hasta el 1 de diciembre de 2022

Con motivo del Día Mundial del Urbanismo, el pasado 8 de noviembre se presentó en el Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia la primera de las tres exposiciones organizadas en torno a los Jardines del Turia, comandada por el proyecto del arquitecto Ricardo Bofill, como homenaje por el 35 aniversario del «pulmón verde» más importante de la ciudad.

La muestra, impulsada por el despacho de Bofill con la colaboración del Ayuntamiento de València, enseña en exclusiva el trabajo que se desarrolló como boceto inicial. En las dos exposiciones siguientes, por el contrario, se recogerán todo lo que sucedió, a posteriori, y las consecuencias que conllevó su transformación.

‘Jardines del Turia’ exhibe el trabajo del arquitecto con dibujos originales, bocetos primitivos y diversas muestras del material auténtico: piezas que quizás no son tan populares entre el público, pero que transmiten el proceso de creación de uno de los espacios más célebres y del paisaje citadino.

El río Turia había sido imprescindible en la historia urbana y en el desarrollo económico de València. No obstante, la ciudad quedó inundada en varias ocasiones por sus frecuentes crecidas provocadas por lluvias torrenciales; razón por la que se diseñó un nuevo recorrido que contaría con 18 tramos, estableciendo el punto inicial en Mislata y el final del trayecto en el barrio de Nazaret.

Jardines del Turia. Ricardo Bofill

La posición estratégica de los Jardines del Turia y su capacidad vertebradora exigían que el proyecto estuviera perfectamente integrado con el paisaje ya existente, de forma que la distinción entre los tramos se adaptó a los puentes ya construidos que cruzaban el cauce y propiciaban las conexiones de la ciudad.

Pese a que el espacio en sí mismo ya es protagonista, está refrendado por otras instalaciones emblemáticas como el Bioparc, el Parque Gulliver, la Ciudad de las Artes y las Ciencias o el Palau de la Música, que está potenciado visualmente por un gran estanque frontal.

Toda la propuesta rendía homenaje a sus elementos clave: el verde y el agua. Estaba vinculada con el modelo de jardinería hispanomusulmana, con un rotundo simbolismo, pues su vegetación contaría con pinos, cipreses, palmeras, naranjos, olivos o encinas y dispondría de la presencia del agua como elemento decorativo y recurso paisajístico.

La exposición en el CTAV consta de una maqueta con todos los edificios de color blanco, de forma que el centro de la ciudad es el gran protagonista y luce como una “columna vertebral verde” debido a la réplica de la vegetación tan minuciosa.

Recogiendo las palabras del ilustre arquitecto Eduardo Mangada, la maqueta presentada es catalogada como «admirable» por varios motivos, “no solo por su brillantez, sino porque hace visible la esperanza y voluntad de los valencianos”.  Voluntad que se expresó durante muchos años bajo el grito “Lo queremos verde”, que resonó en todo el país como ejemplo de una ciudadanía que era responsable con su propio espacio urbanístico y estaba comprometida con él.

Una obra arquitectónica arriesgada que asumió el exalcalde Ricard Pérez Casado y que hoy en día celebra Joan Ribó, con el propósito de continuar con su legado teniendo perspectiva de futuro: “Una propuesta que, en su día, consistía en un conjunto de autopistas» y que, finalmente, se desestimó.

“Hace unos días conseguimos que València fuera reconocida como Capital Verde Europea, y estoy seguro de que es por proyectos como el que hoy homenajeamos”, apuntaba Ribó durante la presentación de la muestra.

El propósito de la exposición era recuperar la memoria y poner sobre la mesa la importancia del trabajo en equipo: la voluntad de la ciudadanía que lucha por su propia urbe, la profesionalidad de los arquitectos que lo hacen materialmente posible y la responsabilidad de los puestos administrativos, que han de ofrecer un espacio mejor a sus habitantes, “una ciudad más eficiente, igualitaria, y físicamente más bella”, aseveraba el arquitecto Carlos Salazar, vocal de Cultura del Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia.

“No olvidemos que la ciudad del futuro será la ciudad que decidamos hoy”, apuntó Salazar. A sus palabras se sumó Elena Bodoque, arquitecta del Ricardo Bofill Taller de Arquitectura (RBTA), quien aseguró que este proyecto era una referencia y “sirvió de precedente para demás proyectos urbanísticos”.