El caso Goldman. Filmin

#MAKMAAudiovisual
‘El caso Goldman’, de Cédric Kahn
Con Arieh Worthalter, Arthur Harari y Jeremy Lewing, entre otros
116′, Francia, 2023

¿Por qué nos enganchan tanto las tramas judiciales? Desconozco si un juicio será así en la vida real, pero cuando pasa por el filtro del audiovisual, coge una tensión que lo deja al nivel de un partido de fútbol o de una tertulia de ‘Sálvame’.

Parece que esté regido por las leyes del teatro: entre la precisión de las palabras y del lenguaje corporal, la búsqueda de la conmoción. Sobre todo, en los casos más ambiguos, cuando no hay pruebas físicas y lo único que cuenta son las palabras.

Pierre Goldman fue un intelectual de izquierdas francés, condenado en 1975 por tres atracos cometidos en 1969 y un cuarto atraco con dos víctimas mortales. Confiesa ser el autor de los tres primeros crímenes, pero el cuarto lo niega rotundamente.

'El caso Goldman'. Filmin
Un instante del juicio de ‘El caso Goldman’, de Cédric Kahn. Fotograma cortesía de Filmin.

Por mucho que se hubiese visto abocado a la criminalidad, afirma, jamás dispararía contra dos mujeres desarmadas. Según su versión, esa denuncia se debe a una conspiración policial de carácter antisemita, racista y fascista. Duras declaraciones para poner a un juez a tu favor.

El caso resultó muy mediático y supuso un punto de inflexión para la sociedad francesa de la época. Ahora, casi cincuenta años después, el director francés Cédric Kahn presenta ‘El caso Goldman’, un thriller judicial que linda con el género documental.

Con ocho nominaciones a los Premios César 2024 –en los que Arieh Worthalter obtuvo el premio a mejor actor–, ‘El caso Goldman’ ha recalado en cines de la mano de Filmin. Dos horas de tensión donde se cuestiona la naturaleza de la verdad y la inocencia.

Según Goldman (Arieh Worthalter), es inocente porque lo es, y no debería depender su honor de unas declaraciones que solo hacen que alimentar la pantomima. En cambio, él es el primero que, en sus arranques de emoción, sus respuestas irónicas y su vacile a las autoridades, se lleva el juicio a terrenos dramáticos.

El estilo visual escogido por Kahn es tan limpio que nos ubica directamente dentro de la sala del juicio, y la cámara prácticamente no sale de esas paredes. Esto nos lleva a la maravillosa ‘Doce hombres sin piedad’. No llega a haber un posicionamiento explícito a favor del condenado.

Con cada testimonio reconocemos sus flaquezas, su carácter inestable y agresivo, su tendencia al conflicto, y que, no olvidemos, el propio Goldman reconoce haber cometido los tres atracos anteriores. Aun así, hay algo en la firmeza de sus palabras y en la fragilidad de sus ojos que nos llevan a querer creer a este hombre. ¿Eso configura la verdad: el magnetismo?

De ‘El caso Goldman’ saltamos rápidamente a ‘Anatomía de una caída’, si hemos estado al tanto de las novedades cinematográficas. Ambas películas comparten muchos elementos, como la trama judicial, la nacionalidad francesa y a Arthur Harari, actor que interpreta al abogado del acusado en el primer filme y guionista del segundo.

En ‘Anatomía de una caída’ veíamos aflorar los prejuicios hacia las mujeres; en ‘El caso Goldman’, la desconfianza recae sobre las personas judías y con ideologías de izquierdas. Los juzgados son ese espacio donde se reafirma el status quo, a través de condenas o absoluciones, decidiendo quién se salva y quiéne merece ser expulsado de esta sociedad.