Traduttore

#MAKMALibros
Traduttore. Jornades i Fira Editorial de la Traducció
Monasterio de San Miguel de los Reyes
Avinguda de la Constitució 284, València
Del 11 al 13 de noviembre de 2022

El Monasterio de San Miguel de los Reyes se convertirá el próximo fin de semana en una torre de Babel a la inversa. Un espacio donde concurrirán parlantes de muchas lenguas pero que, a diferencia del mito bíblico no sufrirán el suplicio de la incomunicación y el caos, sino que tenderán puentes de entendimiento entre distintos idiomas y culturas.

Traduttore. Jornades i Fira Editorial de la Traducció es un evento dedicado a los libros traducidos en la que participan más de una veintena de traductores representantes de nueve lenguas en torno al catalán como lengua protagonista.

El nombre del evento, Traduttore se inspira en una famosa frase en italiano –Traduttore, traditore, literalmente ‘traductor, traidor’- a la que los organizadores dan la vuelta, pues lejos de ser un traidor, el traductor ejerce de intérprete de un texto, y gracias a él accedemos a una obra literaria escrita en un idioma que desconocemos. Este año las Jornadas estarán dedicadas a Joan Fuster, traductor de grandes autores universales, que es también la figura central del último número de la revista literaria ‘L’Aiguadolç’.

La escritora Virginia Woolf, autora de la famosa ‘Orlando’.

La entrada es libre y gratuita y se han programado mesas redondas, charlas, presentaciones de libros, conciertos, recitales poéticos, etcétera. Dentro del Ciclo de Literatura Universal un puñado de editores y traductores -Ramon Guillem, Jordi Raventós, Manolo Gil y Pau Sif- presentarán obras de Mary Shelley, Virginia Wolf, Tomás Tranströmer, Louise Glück y Eugenio Montale.

Otro ciclo, Literaturas de las Lenguas Peninsulares Minorizadas: aragonés, asturiano, vasco y gallego, cuenta con la participación de Manel Rodríguez-Castelló, Josep Carles Laínez, Vicent Berenguer y Xuan Bello. En el acto de clausura se ofrecerá el concierto, ‘El collar de la coloma’, obra milenaria de Ibn Hazm de Córdoba, con textos de Antoni Martínez, a cargo de Vicent Camps (voz) y Miquel Pérez Perelló (guitarra).

Traduttore es una iniciativa de Lletra Impresa Edicions, un sello creado hace siete años en Gandía por Juli Capilla y Mercè Climent que nace del convencimiento de que la traducción es fundamental para cualquier literatura nacional, y si se trata de una lengua minorizada, que no está presente en todos sus ámbitos potenciales, aún más, porque la riqueza literaria se nutre de otras literaturas.

“La autarquía literaria llevaría a cualquier lengua a una pauperización insufrible, y acabaría más pronto que tarde con ella, o la condenaría a un espacio irrisorio y prescindibles”, dice Juli Capilla escritor, editor, profesor, promotor cultural y, naturalmente, traductor.

Cartel de una de las jornadas ‘Traduttore’, por cortesía de la organización.

Además de Capilla, participan: Rosa Agost, Dominic Keown, Gianpiero Pelegi, Joan Francesc Mira, Àngela Elena Palacios, Salvador Company, Joan Navarro, Encarna Sant-Celoni, Pau Sif, Carles Mulet, Sebastià Carratalà, Anna Moner, Josep À. Mas, Lluïsa Gea Valor, Paul Derrick, Carme Manuel, Rafa Lahuerta y Antoni Prats. El inglés, el castellano, el francés, el italiano, el eusquera, el aragonés, el gallego y el asturiano están representados pero el protagonismo corresponde al catalán.

“Pretendemos contribuir a visibilizar las editoriales que publican traducciones en catalán, especialmente a las valencianas, porque necesitamos espacios que las plataformas tradicionales y digitales no satisfacen en absoluto. También queremos que las editoriales que participan en la Feria puedan exponer y vender sus traducciones. Traduttore pretende ser un encuentro entre editores, traductores, autores, librerías, bibliotecas, docentes, lectores, etcétera”.

El traductor es un nadador entre dos aguas que debe conocer muy a fondo las características de ambas corrientes. Poseer conocimientos dialectales, conocer el argot y la lengua coloquial, los giros propios de cada idioma, la fraseología, la versatilidad y todos los recursos de los que dispone una lengua. Y tener una gracia literaria especial, un don que se posée o no.

La escritora Mercè Rodoreda, autora de la celebrada ‘La plaça del Diamant’.

“Un traductor es, en cierta manera, un escritor que reescribe, ‘crea’ a partir de una base una obra nueva», afirma Capilla. «Cuando te enfrentas a una lengua románica, como el portugués, el castellano, el catalán, el italiano, el francés, debes, además, tener cuidado con los llamados false friends, los falsos amigos, porque hay palabras parecidas o idénticas entre las lenguas latinas que, sin embargo, no significan lo mismo, o tienen incluso un significado antagónico, así que tienes el riesgo de cometer pifias imperdonables. Parafraseando a Mercè Rodoreda, la autora en catalán más traducida de todos los tiempos, ‘Traducir, como escribir, es muy difícil’”.

En un libro el nombre del traductor aparece en letra más pequeña que el nombre del autor, pero su papel es esencial para que el espíritu que late en el texto original llegue intacto -alto y claro-, al lector en otro idioma. “El trabajo de los traductores necesita un mayor reconocimiento y prestigio», apunta Capilla. “Su labor es inmensa y a menudo no se paga bien. Últimamente, esto ha mejorado un poco, pero queda mucho camino por recorrer”.

Un encuentro como el que se celebra esta semana en València ayuda sustancialmente a promover la función del traductor como nexo entre dos lenguas y es una plataforma excelente para vender libros,  darse a conocer al público y a los profesionales del sector.

“En general las ferias con una oportunidad para las editoriales independientes, que están haciendo un trabajo encomiable, dando a conocer voces literarias nuevas que de otro modo no verían la luz jamás», comenta Capilla.

“Para las editoriales modestas, traducir es un prodigio o un milagro, una odisea, porque todo se encarece mucho. No dispones siempre del autor o autora original, porque vive lejos, y tienes que hacer una inversión en la promoción enorme: pagar viajes, hoteles, aparte de pagar la traducción, que no es poca cosa. Sin la ayuda institucional de la Generalitat Valenciana y la Generalitat de Catalunya, nos hubiera sido imposible hacer traducción. Y sin las alternativas de venta como las ferias no hubiéramos sobrevivido, porque la visibilidad en las librerías, para cualquier editorial independiente, es dificilísima, o inexistente en algunos comercios y determinadas zonas geográficas”, concluye el editor y traductor valenciano.

Juli Capilla, en Cadaqués. Imagen cortesía del autor.

Juli Capilla (Valencia, 1970) fundó hace siete años, en Gandía, junto a la también escritora Mercè Climent, Lletra Impresa Edicions, cuyo objetivo es publicar autores en lengua catalana procedentes de Valencia, Cataluña y las Baleares, así como traducciones de autores internacionales: el indio Subhash Jaireth, el chino Ouyang You, la angolesa Djaimlia Pereira de Almeida o la india norteamericana Joy Harjo.

Traduttore cuenta con la ayuda de numerosas instituciones. Entre ellas: la Direcció General de Cultura i Patrimoni, que pertenece a Conselleria d’Educació, Cultura i Esport, la Acadèmia Valenciana de la Llengua, el centro de formación del profesorado CEFIRE, la Associació d’Escriptors en Llengua Catalana, la Universitat Politècnica de València – Àrea de Llengües, la Institució Alfons el Magnànim y la Regidoria de Patrimoni i Recursos Culturals del Ayuntamiento de València.    

Cartel de las jornadas ‘Traduttore’, por cortesía de la organización.