The Assistant, Caso Weinstein
‘The Assistant’ de Kitty Green
Con Julia Garner, Matthew Macfadyen, Kristine Froseth, Mackenzie Leigh y Dagmara Dominczyk
81’, Estados Unidos | 3311 Productions, Cinereach y Forensic Films, 2019
Estreno en Filmin: 26 de febrero de 2021

A finales de 2017 surgió en redes sociales el hashtag #MeToo, que inició una campaña de acusaciones y denuncias de acoso sexual en Hollywood hacia el productor Harvey Weinstein. Gracias a esta iniciativa, se puso de manifiesto el machismo y el abuso de poder que existía en el mundo del cine y cientos de mujeres encontraron el valor para contar al mundo sus experiencias con hombres importantes de la industria que, aprovechándose de su posición de superioridad, abusaron de ellas.

The Assistant, Kitty Green, Harvey Weinstein, Caso Weinstein, Filmin

Muchas actrices, productoras y directoras animaron a las mujeres víctimas de extorsión, chantaje, abuso verbal o violación, a compartir sus vivencias, a alzar la voz en contra de una industria que había querido mantenerlas calladas. A raíz de esto, los bajos fondos de Hollywood salieron a flote y se empezaron a contar historias que harían estremecer al mundo entero.

The Assistant’, ópera prima de ficción de la documentalista australiana Kitty Green, nos narra la historia de Jane, la joven ayudante de un productor de cine que es testigo de los abusos machistas de su jefe, además de la complicidad de los compañeros y de la indiferencia de las instituciones que deben protegerla.

Inspirada claramente en el caso Weinstein y en las experiencias de muchas mujeres, la historia es contada con una terrorífica verosimilitud, siendo sutil, pero desgarradora, real y devastadora. Sin mostrar escenas explícitas, ni siquiera el rostro del jefe –lo cual no es necesario, pues tan solo su tono de voz y su comportamiento son suficientes para imaginarnos a un hombre cuanto menos manipulador y cruel–, la directora consigue crear una agobiante e incómoda atmósfera de dominación. No es grandilocuente ni tiene un mensaje esperanzador. Simplemente cumple con su cometido: contar una historia real –la historia de muchas mujeres–.

Jane (Julia Garner) durante un instante de ‘The Assistant’. Fotografía cortesía de Filmin.

El filme nos muestra, a través de duros aunque calmados diálogos y tensas escenas, lo difícil que es ver y, sobre todo, sufrir esta situación hasta el punto de tomar la decisión de denunciar. Jane no es la víctima directa de estos abusos, pero es consciente de lo que ocurre; en algunos momentos parece ser la única consciente o la única a la que le importa, atando cabos y acudiendo a alguien que le pueda ayudar.

Con esta escena empieza la catástrofe que llevaba presagiándose desde el principio. Sus superiores se cubren entre ellos, dejando a Jane en la estacada. Sin opciones. Sin voz. El silencio es cómplice de los abusos, pero hablar no es sencillo. Puede ser, incluso, peligroso. Las víctimas no solo deben estar calladas, además deben estar agradecidas, deben ser complacientes.

Mediante discursos paternalistas y evasivos, impregnados de pasivo-agresividad, la protagonista es sometida y ninguneada, tachada de envidiosa, egoísta y psicológicamente inestable, reflejando con crudeza a lo que se tuvieron que enfrentar aquellas mujeres que pusieron el grito en el cielo durante años, denunciando esta situación, y a las que nadie quiso escuchar.

‘The Assistant’ no pretende edulcorar la realidad ni contarnos un cuento de héroes y villanos; todo lo contrario, nos la muestra sin ornamentos ni filtros y, precisamente eso, es lo que la hace tan demoledora. Es una lenta bajada a los infiernos del acoso sexual y laboral a través de una mirada femenina que va más allá de lo obvio, escrutando los pequeños detalles que ponen en evidencia que algo no anda bien, lo que la convierte en una experiencia aún más dolorosa, porque Jane no cuenta con el apoyo de nadie, ni siquiera puede demostrar lo que ocurre, aunque sabe (sabemos) que algo ocurre, pero nadie quiere ayudar. Todo son trabas, amenazas veladas y luz de gas.

La actriz, Julia Garner, lleva sobre su espalda todo el peso dramático y narrativo, haciendo un excelente trabajo con el que el espectador se siente identificado, comprendiendo a la perfección todo lo que pasa por la cabeza de la protagonista solo con mirarla. La sobriedad y frialdad con la que Kitty Green ha mostrado una realidad tan común como terrorífica hace de esta película algo destacable y una denuncia que llega a lo más hondo, dejando un poso de tristeza y desasosiego en el espectador, que piensa: “¿Qué haría yo si estuviera en su lugar?”.

Daniel Cámara