Festival Sagunt a Escena
Teatre Romà de Sagunt y otros espacios de la localidad valenciana
Del 4 de agosto al 5 de septiembre de 2020
Martes 14 de julio de 2020
Hacer de tripas corazón es una expresión documentada en el siglo XVI que viene a ser algo así como sacar fuerzas de donde no hay o, más literalmente, convertir el ardor de tripas en un oxigenante y saludable corazón. El festival Sagunt a Escena, que este año cumple su 37 edición, ha estado sometido a las dudas generadas por la pandemia, hasta el punto, como recordó Abel Guarinos, director general del Institut Valencià de Cultura (IVC), de barajarse lógicamente su suspensión, para salir finalmente adelante “with a little help from my friends” (con una pequeña ayuda de mis amigos), que dirían The Beatles. En este caso, con una gran ayuda de las compañías valencianas, algunas de las cuales han optado por aguardar el estreno de sus últimas producciones a la llegada de Sagunt a Escena, festival revitalizado, en plena depresión por el todavía amenazante virus, gracias a esos estrenos.
Juan Vicente Martínez Luciano, director del festival que acoge Sagunto del 4 de agosto al 5 de septiembre, quiso dar las gracias “a todos los profesionales valencianos que se han volcado en ayudar al festival en todos los sentidos”. Ayuda que ha permitido, dijo, “mantener una calidad extraordinaria”, a pesar de las circunstancias tan desfavorables con las que se han encontrado este año para llevar a cabo su realización. “Lo hemos hecho muy conscientemente, porque es momento de estar junto a nuestras compañías y equipos artísticos, que han pasado por una gran oscuridad durante unos meses y queremos que brillen y muestren sus trabajos a los espectadores” del festival, recalcó Martínez Luciano.
De la oscuridad de las tripas, pues, a la luz que ofrece el corazón palpitante de todos los artistas y compañías aludidas. De ahí que el lema de esta 37 edición, alejándose de las habituales temáticas de otros años, se haya centrado precisamente en esa recuperación de la escena por parte de los profesionales valencianos que han estado tres meses largos parados, teniendo que suspender actuaciones y esperando que el temporal vírico amainara para reubicar sus proyectos. Recuperem l’escena se convierte, así, en el grito de guerra contra el coronavirus por parte del sector teatral.
Un grito, eso sí, contenido o, cuando menos, delimitado a la obligatoriedad impuesta para combatirlo, ya que el virus sigue ahí presente a la espera del anunciado rebrote otoñal. Sol Picó, haciendo de nuevo de tripas corazón, aunque en su caso menos, por cuanto la coreógrafa alcoyana tiene larga trayectoria de trabajo con las vísceras adscritas a su pasión por la danza más creativa y rompedora, estrenará en el Teatre Romà de Sagunt lo que ha dado en llamar de forma harto elocuente ‘Incovidsació en Do Major’, bajo la dirección musical de Jesús Salvador ‘Chapi y con la colaboración de Carles Dénia.
Como se apunta en la sinopsis de la obra, se trata de “un espectáculo de danza donde la improvisación, la repetición, el minimalismo y el concepto vírico de la situación actual, así como la ternura hacia nuestros mayores, el reencuentro con nuestros seres más queridos y el deseo de normalizar de alguna manera las relaciones sociales, rinden un homenaje a la sociedad en general”. Por fortuna, Sol Picó trasciende tan amable mensaje para convertirlo, sin duda, en una obra de arte que, como suele ser habitual en sus trabajos, se aleja de los tópicos establecidos por la buena comunicación.
‘Incovidsació en Do Major’ es uno de los cuatros estrenos de los 11 espectáculos programados en el Teatre Romá. Los otros tres son ‘Elektra.25’, de la compañía Atalaya bajo la dirección de Ricardo Iniesta; ‘Eduardo II, ojos de niebla’, dirigido por Jaime Azpilicueta, y ‘Saguntilíada’, de Hongaresa de Teatre, dirigida por Paco Zarzoso, que cuenta con la coreografía de Jéssica Martín y, de nuevo, con la dirección musical de ‘Chapi’. Atalaya, que cumple 25 años adaptando textos del teatro clásico universal, se fija en esta ocasión en la Electra griega para reflexionar en torno al sentimiento universal de la venganza. Un tema tan actual como el virus que nos acecha y en el que han visto muchos una suerte de venganza contra la depredación medioambiental del ser humano.
‘Eduardo II, ojos de niebla’ también se sumerge, tirando del hilo de los clásicos, en las profundidades del ser humano, ahora cuestionando las instituciones que hemos fabricado para defendernos de la cruenta vida, en tanto son la iglesia, las monarquías o los bancos, es decir, la religión, la política y el dinero, los que se vuelven en nuestra contra. Zarzoso se vale de ‘Saguntilíada’ para ahondar en esas mismas grietas, poniendo en valor la cultura en tanto contenedora de “todas las preguntas que el ser humano se plantea continuamente”.
Darío Moreno, alcalde de Sagunt, se refirió precisamente a esa cultura, no como “un lujo”, sino como un “servicio público” que los representantes políticos como él debían tener muy en cuenta, de ahí los “precios asequibles” de los 39 espectáculos de Sagunt a Escena, como ejemplo de esa “democratización de la cultura”. Democratización que tiene, lógicamente, un coste. Guarinos señaló que este año se había incrementado en 100.000 euros el presupuesto, que alcanzaba los 645.000, de los que Diputación aportaba 70.000, como indicó Glòria Tello, diputada de Teatres.
El mantenimiento del metro y medio de distancia entre los espectadores, lo que obliga a limitar el aforo al 75%, supone una merma en los ingresos de taquilla. Reducción que “asumiremos las instituciones públicas con gusto”, resaltó Guarinos, en la línea de lo apuntado por Darío Moreno con respecto a la cultura como servicio público. Tello abundó en esto: “Lo hacemos con la convicción de que la cultura es un servicio que resulta muy necesario para la sociedad y más en estos tiempos”.
Tiempos de pandemia que Sagunt a Escena combate con una programación “amplia, diversa y de calidad”, aseguró Guarinos. A los estrenos ya reseñados, se suman en el Teatre Romà los espectáculos ‘Carmen.Maquia’, de Titoyaya Dansa; ‘Romeo y Julieta’, en versión de Alfonso Zurro; ‘Anfitrión’, de Juan Carlos Rubio, además de la música de Manel, la Orquestra de la Comunitat Valenciana, la danza de Mayte Martín y la XVI Gala Benéfica de l’Alzheimer organizada por Afacam. El festival se abrirá con el teatro de calle ‘The Wolves’, de Carmen Esquivel, y el ‘Homenaje a Alicia Larrocha’, de Jorge Tabarés, dentro del Off Romà que viene a completar la programación de Sagunt a Escena.
Y, como suele ser habitual, un año más salió a colación el nombre de Juan Vicente Martínez Luciano y su continuidad al frente del festival, teniendo en cuenta que “habrá licitación”, según constató Guarinos, para la dirección del certamen: ¿el último de Martínez Luciano? “Este es su mejor festival”, señaló con ironía el director general del IVC, con respecto a la 37 edición, la quinta bajo su dirección. El aludido, tras referirse a la trama argumental de cierta película, se acogió a una frase repetida por el personaje fílmico: “Sin comentarios”, aunque luego añadiera que se trata de una decisión que tiene que estar “muy meditada”.
Salva Torres
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