Ruth Orkin

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‘New York, New York’, de Ruth Orkin
Comisaria: Anne Morin
Producción: diChroma photography de Madrid
Organiza: PHotoEspaña, Ayuntamiento de Santander, CDIS, en colaboración con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP)
Centro de la Documentación de la Imagen de Santander (CDIS)
Magallanes 30, Santander
Hasta el 18 de octubre de 2025

“Me quiero despertar en esa ciudad / que no duerme / y descubrir que soy el rey de la cima / el mejor de todo ese desorden”. Estas palabras de la canción ‘New, New York’ (escrita en 1944 y popularizada por Frank Sinatra) reflejan la querencia de muchos artistas hacia la Gran Manzana, más allá de sus anhelos creativos.

Ruth Orkin (Boston, 1923-Nueva York, 1985) no fue una excepción, dejándose atrapar por el influjo que produce la ciudad que jamás duerme. Orkin es considerada una de las grandes fotoperiodistas del siglo XX y es por eso que, coincidiendo con el 40º aniversario de su fallecimiento, el Centro de la Documentación de la Imagen de Santander (CDIS) y PHotoEspaña le rinden homenaje con una retrospectiva de su obra, cerrando con ella las secciones oficiales del festival fotográfico en la capital cántabra.

En ‘New York, New York’, muestra comisariada por Anne Morin, se recogen medio centenar de trabajos procedentes del archivo de la fotógrafa bostoniana en torno a la ciudad de los rascacielos, producidas a lo largo de las casi tres décadas que Orkin dedicó al fotoperiodismo.

Ruth Orkin
‘Two Woman in Bathing Suits’ (Gansevoort Pier, New York City, 1948), de Ruth Orkin, en la exposición ‘New York, New York’, en el CDIS. Imagen cortesía de PHotoESPAÑA.

“Ruth Orkin inventó un lenguaje fotográfico entre la imagen en movimiento y la imagen estática”, subrayó la comisaria de la exposición, Anne Morin, durante su intervención en la inauguración de ‘New York, New York’, añadiendo que se trata de una fotógrafa “que insufla tiempo a las imágenes”.

Como se puede contemplar a lo largo de las diversas series expuestas, Orkin no solo fotografiaba momentos sacados del tiempo, sino que también era capaz de jugar con él o, asimismo, contar una historia mediante las imágenes. Así sucede, por ejemplo, en la serie ‘American Girl in Italy’ que se publicó en la revista Life, uno de los muchos medios en los que colaboraba la artista hasta la década de 1970 y que Anne Morin resumió con este epígrafe: ‘¿Qué situaciones encuentra una mujer viajando sola?’.

Ruth Orkin
Una de las fotografías de la serie ‘American girl in Italy’ (1951), de Ruth Orkin. Imagen cortesía de PHotoESPAÑA.

En esta serie, podemos ver la ciudad de Florencia (Italia) a mediados del siglo XX a través de la modelo Nina Lee Craig, quien se encuentra retratada ante diferentes situaciones: paseando sola bajo las miradas insinuantes de hombres que no apartaban sus ojos de la modelo –la única que actuaba en esa fotografía–; en un portal leyendo una carta; en un autobús esperando a que llegue a la parada, o dando una vuelta junto con un hombre en una motocicleta Vespa por las calles de la ciudad.

Con este trabajo, la fotógrafa norteamericana se adelantó casi medio siglo al movimiento ‘Me Too’, lo que la convierte en un referente para muchas mujeres en la actualidad.

En esta retrospectiva también se puede ver la serie ‘Bicycle Trip’, en la que Orkin narra mediante imágenes el viaje que realizó, junto con una amiga en bicicleta durante su adolescencia en 1939, a la capital de Estados Unidos, Washington D. C.

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En estas fotografías de pequeño formato, adheridas a páginas de un álbum, se pueden ver lugares característicos de la capital del país como el monumento a Lincoln, el edificio del Capitolio o la casa donde falleció el presidente de los Estados Unidos Abraham Lincoln, en 1865.

Esta y otras secuencias fotografiadas muestran el principal anhelo de Ruth Orkin, que no fue otro que entrar en el mundo del cine de Hollywood, aunque no delante, sino detrás de la cámara: “[Orkin] combinaba las imágenes en movimiento con la estaticidad de la fotografía”, apunta Anne Morin.

De hecho, en 1951, consiguió realizar la película ‘El pequeño fugitivo’ (1953), junto con su marido Morris Engel; aunque no todo fue bien para Orkin en este proyecto, pues, pese a haber ganado el León de Plata en el Festival de Venecia de 1953 y haber estado nominada a los Óscar en la categoría de mejor historia, la bostoniana no apareció en los títulos de crédito del filme.

Sin embargo, fue el cineasta francés François Truffaut quien elogió la película, confesando que, sin ella, la nouvelle vague no hubiera existido jamás.

Un reconocimiento análogo al que PHotoEspaña profesa a Ruth Orkin en el CDIS de Santander, quien, en la autobiografía inédita que escribió en 1984, determinaba que “para ser fotoperiodista se necesita experiencia, habilidad, resistencia, energía, capacidad de venta, organización, persuasión, escalada, irrupción, etc., además de ojo y paciencia”.