Roni Horn

#MAKMAArte
‘Me paraliza la esperanza’, de Roni Horn
Comisaria: Bárbara Rodríguez Muñoz
Sala 2 del Centro Botín
Muelle de Albareda s/n, Jardines de Pereda, Santander
Hasta el 10 de septiembre de 2023

Las formas volubles y cambiantes del agua, así como las de la luz, nos llevan a lugares que nuestra imaginación nunca hubiera llegado siquiera a soñar. Al llegar a ese punto, algunos jamás llegan a volver y se quedan en él disfrutando, viviendo y soñando con formas, colores y lugares que tan solo caben en el imaginario personal de cada cual. Son esas personas, las que se quedan en el otro lado, las que, mediante sus propias visiones de lo cotidiano, nos muestran una mirada diferente de ese mundo que nos rodea y vemos cada día, pero que no somos capaces de ver con los ojos abiertos; aún no.

En la nueva exposición que el Centro Botín inauguró el pasado 31 de marzo –y que abre el año expositivo 2023 del centro artístico–, la artista conceptual Roni Horn (1955) nos enseña parte de su obra. Una obra que abarca más de tres décadas. En ella podremos observar cómo la artista norteamericana ha diseñado, junto con la comisaria de la exposición, Bárbara Rodríguez Muñoz, una muestra que transmite calma y serenidad, y que hacen al espectador dejar todas las preocupaciones fuera de la sala y centrarse en lo que tiene delante de los ojos.

Vista de la exposición ‘Me paraliza la esperanza’, de Roni Horn. Foto: Belén de Benito, por cortesía del Centro Botín de Santander.

En la exposición que acoge la segunda planta del Centro Botín, se puede disfrutar de las diferentes ramas artísticas que Roni Horn ha ido atesorando a lo largo de su abultada trayectoria. Desde los dibujos a las fotografías, pasando por la escultura y el collage, hasta llegar a la performance.

‘Me paraliza la esperanza’ –tal es el título expositivo– nos muestra cómo las obras de la artista nacida en Nueva York están claramente influenciadas por la climatología, como la propia artista admite: el clima y el agua son sus mentores. Algo que se ve claramente referenciado en las quince fotolitografías que realizó Horn del río Támesis en su paso por Londres, en la obra titulada ‘Still Water (The River Thames, For Example)’, 1999.

Vista de la exposición ‘Me paraliza la esperanza’, de Roni Horn, en el Centro Botín de Santander. Foto: Néstor Navarro.

En la sala sur, junto a la cristalera que da a la bahía santanderina, el público podrá disfrutar por primera vez de la obra ‘Untitled (The tiniest piece of mirror is always the whole mirror)’, de 2022. La obra consta de 10 esculturas individuales de vidrio que conforman una pieza única, copando todo el espacio de dicha zona sur, y que presenta en primicia en Santander.

Cada escultura –cilíndrica y con el extremo superior cóncavo, liso y reflectante– se comporta como un ojo que observa el entorno. Con el vidrio, la artista juega con la dualidad del mismo, ya que este material se presenta en estado sólido, habiendo pasado anteriormente por estado líquido para luego formar los fragmentos que se ven en el interior de cada pieza.

Fátima Sánchez (izda), directora ejecutiva del Centro Botín, y Bárbara Rodríguez Muñoz, comisaria, en la presentación de muestra ‘Me paraliza la esperanza’, de Roni Horn, en el Centro Botín de Santander. Foto: Néstor Navarro.

Las obras de Horn -dada su mutabilidad y jugando con los diferentes estados que toda materia posee- llegan al punto en que dejan de ser meras piezas de observación y pasan a ser vivencias por sí mismas. El recorrido que nos ofrece el montaje de la exposición es tal, que lo primero que nos encontramos al entrar es una serie de retratos fotográficos de Roni Horn, en los que los ojos de la artista nos “miran” mientras recorremos el pasillo.

A lo largo de toda la exposición, se puede observar cómo la artista ha viajado por gran parte de los remotos paisajes de Islandia. Estas experiencias, que inició en 1975, la han influido poniendo de relieve la incesante exploración del proceso de cambio en relación con la identidad y el lugar.

Las otras grandes influencias de Horn –el clima y el agua– son fundamentales en su obra. Esa mutabilidad y la naturaleza ambigua reflejan la identidad de cada persona, entendiendo que cada individuo no es alguien fijo ni estable. 

Horn, en su viaje a Santander, quiso disfrutar de todas las ventajas que el centro expositivo puso a su disposición, para realizar el montaje de ‘Me paraliza la esperanza’ aprovechando la arquitectura del espacio, de manera que casara a la perfección con la luz natural. Tal y como sucede con la citada ‘The tiniest piece of mirror is always the whole mirror’ o la pieza que se encuentra posada en el suelo en la zona norte, en la que, dependiendo de cómo le dé la luz, parece emerger una hoguera lanzando llamas al aire.

La artista, aprovechando su estancia en la capital cántabra, impartió un taller en la Fundación Botín, que tuvo lugar entre el 20 y el 24 del pasado mes de marzo, bajo el título de ‘Being Where You are When You’re There’. ‘Me paraliza la esperanza’ estará en el Centro Botín de Santander hasta el próximo 10 de septiembre.

Roni Horn
Vista de la exposición ‘Me paraliza la esperanza’, de Roni Horn. Foto: Belén de Benito, por cortesía del Centro Botín de Santander.