‘Rito’, de Asun Noales y Susana Guerrero
Festival 10 Sentidos
Monasterio de San Miguel de los Reyes
Avda. de la Constitución 284, València
17 de septiembre a las 20:00

El filósofo surcoreano Byung-Chul Han, en su libro ‘La desaparición de los rituales’, apunta que el mundo actual sufre una carestía de lo simbólico: “La actual presión para producir priva a las cosas de su durabilidad”. A su juicio, los ritos, en tanto acciones simbólicas, transmiten una serie de valores “que mantienen cohesionada una comunidad”. Precisamente lo que reivindica el Festival 10 Sentidos que, bajo el lema ‘Soñadores’, arranca su programación escénica en el Monasterio de San Miguel de los Reyes con el espectáculo de danza y arte contemporáneo titulado ‘Rito’. “Está sustentado en la idea de transmitir esos ritos que hacen comunidad”, resaltó Meritxell Barberá, codirectora junto a Inma García del certamen escénico.

Ritos
Escena de ‘Rito’, de OtraDanza. Fotografía de Germán Antón por cortesía de la compañía.

‘Rito’, de la compañía OtraDanza, ahonda en la necesidad de los ritos, a partir de una idea de Asun Noales y Susana Guerrero, quien afirmó que la obra “trabaja con lo que no se ve”, refiriéndose a esa energía ancestral que transmiten los cuerpos en danza, en el marco de una escenografía circular compuesta por un centenar de cabezas de jaguar. “El jaguar, en la simbología mexicana, representa al animal protector de los hombres”, subrayó Guerrero, trasladando esa ritualidad a “la cotidianeidad de las pequeñas cosas”, como por ejemplo hacer una simple tortilla, que ella dice cocinar con esmero.

La demora en los actos, frente a las prisas de la sociedad de consumo, confieren a los ritos esa durabilidad asociada al carácter simbólico de las cosas eternas. “No es posible demorarse en algo si nos limitamos a gastar y a consumir las cosas…En el marco ritual las cosas no se consumen ni se gastan, sino que se usan. Por eso pueden llegar a hacerse antiguas”, señala Han. Esa antigüedad perdurable, que ‘Rito’ evoca mediante una cuidada puesta en escena y el singular trabajo de los bailarines Asun Noales y Sebastián Nowinsky, también fue subrayada por Barberá: “Lo novedoso bebe de todo lo anterior”.

Escena de ‘Rito’, de OtraDanza. Fotografía de Germán Antón por cortesía de la compañía.

Según explican desde la propia compañía, la obra viene a ser “la celebración de un mito, de una historia fabulosa que nos explica, sin palabras, aspectos de la condición humana y de las fuerzas de la naturaleza”. Sin palabras, algo que Han advierte jugando con las palabras comunidad y comunicación: “Los ritos generan una comunidad sin comunicación, mientras que lo que predomina hoy es una comunicación sin comunidad”, de manera que “lo nuevo enseguida se banaliza convirtiéndose en rutina”.

Jesús Martí, director general del Institut Valencià de la Joventut, se refirió a la importancia del Festival 10 Sentidos a la hora, precisamente, de profundizar en la condición humana a través de la danza y las artes vivas: “Con vuestro festival ampliáis la cabeza de los espectadores y ofrecéis alternativas a los jóvenes”, a los que conminó a “que abran los ojos y escuchen”. Todo ello en el marco del Monasterio de San Miguel de los Reyes, “convertido en un referente no solo patrimonial, sino cultural”, al que aludió Carmen Amoraga, directora general de Cultura y Patrimonio. “Nuestra apuesta por la cultura se multiplica, demostrando que es segura”, agregó.

De izda a dcha, Jesús Martí, Carmen Amoraga, Meritxell Barberá, Inma García y Susana Guerrero. Foto: Merche Medina.

Acerca del mantra que corea la supuesta inseguridad de la cultura, por aquello de reunir en un espacio cerrado a un buen número de espectadores, Amoraga fue taxativa: “No es una cosa de ahora”, producto de la pandemia por el coronavirus, “sino que nos han hecho creer que la cultura era accesoria”, explotando ahora, “pero estos lodos vienen de otros polvos”, sugiriendo en tono jocoso como lema para el próximo 10 Sentidos el de “sufridores”. Barberá salió al quite para proponer el de “resistidores”, lanzando una advertencia: “Si no hay apoyo brutal por parte de las instituciones la cultura desaparece”.

‘Rito’ viene, en este sentido, a proclamar la importancia de los mitos, en tanto leyendas que forjan los seres humanos para combatir el caos que amenaza con destruirnos. “La tradición oral, las leyendas, los chismes y las supersticiones son importantes para trabajar con ellas desde las artes”, apuntó Guerrero, con el imponente Monasterio de San Miguel de los Reyes acogiendo el espectáculo. En su interior, con ecos de cierta sacralidad, resuena lo que Han vincula con la palabra religión, término que procede de religar, fijar la atención. “Toda praxis religiosa es un ejercicio de atención. El templo es un lugar de profunda atención”.

Susana Guerrero, en el centro de su instalación para ‘Rito’. Foto: Merche Medina.

Además de ‘Rito’, que se presenta el jueves 17 (“todavía no se ha visto en Valencia”, puntualizó Barberá) y que luego irá al municipio madrileño de Tres Cantos el 7 de noviembre, el Festival 10 Sentidos programará la obra ‘Halab’, de Sol Picó, en este mismo escenario de San Miguel de los Reyes. Un total de 24 bailarines estudiantes de danza darán vida a los refugiados de la ciudad de Alepo en Siria, para dar visibilidad al drama de quienes arriesgan sus vidas huyendo de sus países por el Mediterráneo.

El Centre del Carme también acogerá un ciclo de conciertos del festival, con formaciones musicales que el 1 de octubre le pondrán música a las artes vivas. Carlota, Lisasinson, Cero en Conducta, JuAnKmUS DJset o MueveloReina serán las encargadas de hacerlo. La Mutant, Teatre El Musical, Rambleta, Sala Off, Espacio Inestable o el Teatro Principal serán otras sedes de un certamen que, pese a la pandemia, ha logrado reprogramar todo lo suspendido en su día. “Ha sido más fácil reprogramar de lo que pensábamos”, dijo Barberá, gracias a la “generosidad” de los artistas. “Sin cultura podemos sobrevivir, con cultura, vivimos”, concluyó Amoraga.

 

Sebastián Nowinsky, mostrando ‘Rito’ a los medios. Imagen cortesía de la Generalitat.

Salva Torres